Nación
“Nuestra organización se volvió una fábrica de odios, de dolor”: el mea culpa de Pastor Alape
El exmiembro del secretariado de las Farc dio fuertes declaraciones en la audiencia de reconocimiento por los secuestros extorsivos en el país.
La audiencia de reconocimiento por los secuestros de las Farc en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dejó claro de nuevo el nivel de dolor que infligió ese grupo guerrillero. El secretariado del grupo guerrillero reconoció allí las atrocidades cometidas durante años, que violaban flagrantemente el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Pastor Alape, quien fue el jefe del bloque Magdalena Medio de la organización guerrillera, reconoció, como un acto de mea culpa, la responsabilidad del grupo armado en la violación de Derechos Humanos y su rol en la creación de espirales de violencia en el país.
“Nuestra organización se volvió una fábrica de odios, de dolor. Estamos asumiendo la responsabilidad, de manera individual y colectiva. Para nosotros también es una catarsis”, dijo el exjefe guerrillero sobre el proceso de reconocimiento. “También enfrentarnos nuestro propio dolor, ese que se produce cuando [uno] cree que está haciendo las cosas bien y descubre que está cometiendo horrores. No errores, horrores, graves crímenes” manifestó.
“Estamos reconociendo nuestra responsabilidad, como último secretariado, quienes ordenamos, quienes no generamos control para que [no] se dieran situaciones de maltrato en las víctimas, como violaciones sexuales contra las víctimas”, dijo Alape en medio del ejercicio de reconocimiento, para luego afirmar “por eso asumimos esta responsabilidad”.
Las declaraciones de Timochenko
El excomandante máximo de la guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverry, conocido como Timochenko, reiteró el ofrecimiento de perdón a las víctimas del secuestro durante el conflicto armado.
Tras escuchar la declaración de varias de las víctimas, entre las que se encuentran policías y soldados, reseñó que a esta hora no le cabe en la cabeza que hubieran sometido a estas prácticas inhumanas a los secuestrados.
“Yo quisiera poder decir: ‘Yo no ordené esto, ordené aquello’, porque además no lo hubiera ordenado. A mí no me cabe la cabeza que nuestros mandos hayan ordenado y permitido esto. En medio de la vorágine de la guerra, nos enceguecimos y nunca dimensionamos esto”, manifestó Timochenko, en medio de la audiencia de reconocimiento por los secuestros extorsivos y los plagios de civiles e integrantes de la fuerza pública para presionar al Gobierno por un intercambio humanitario.
Señaló que en medio del conflicto armado perdieron la noción de humanidad: “Nosotros veíamos el uniforme y el fusil: no veíamos al ser humano”, reconoció el último jefe de la guerrilla de las Farc.
Londoño recordó que en muchas oportunidades ha sido cuestionado por sus actos durante el conflicto armado, muchas personas le han preguntado qué siente cuando escucha a las víctimas, a lo que ha respondido: “Sinceramente, yo quisiera que la tierra me tragara”.
Y es que no es para menos, durante la audiencia, varias víctimas han detallado los tratos inhumanos a los que fueron sometidos durante el cautiverio.
El sargento de la Policía Nacional, César Augusto Lasso Monsalve, detalló que durante trece años estuvo secuestrado. En 2002, por orden del secretariado de las Farc, se le obligó a cargar en su cuello una pesada cadena. Así estuvo durante diez años en la soledad de la selva mientras recibía todo tipo de tratos inhumanos y degradantes de sus captores que esperaban que se avalara el intercambio humanitario.
“Yo personalmente no encuentro explicación de cómo nos degradamos en la guerra, cómo la dinámica de la guerra nos degradó al punto de dar semejantes tratos. Se los digo sinceramente, yo nunca entendí las cadenas”, afirmó.
Recuerda que, cuando vio las imágenes de los secuestrados con las cadenas en sus cuellos, pensó que era lo más “degradante del mundo”, por lo que le escribió al Mono Jojoy para preguntarle si era posible evitar eso.
“Yo me hago responsable aquí por haber apoyado esa política del canje y haber estado de acuerdo con el secuestro como forma de financiación”, aseguró.
Timochenko aseguró que no le cabe en la cabeza cómo se ordenó mantener privada de la libertad a una persona durante trece años en la selva, con todos los tratos indignos e inhumanos. “Yo me pregunto: ¿cómo así? Catorce años, trece años, doce años, diez años, un año. Es demasiado tiempo, ¿en aras de qué?”.
El excomandante de la guerrilla de las Farc aseguró que no entiende cómo en medio de la lucha revolucionaria que defendió durante tantos años se cometieron estos actos tan salvajes e inhumanos.
Timochenko manifestó que después de escuchar a muchas víctimas se convenció de que la mejor salida era la firma de la paz, dejar las armas y el reintegro a la sociedad civil. “Siento mucho que a nombre de ideas revolucionarias haya pasado lo que pasó”.
Finalmente, les agradeció el perdón que han manifestado las víctimas del secuestro. “Son heridas que jamás sanarán, y cuando hablan de los hijos, la paz me ha dado la oportunidad de tener uno (...), decir que uno siente el dolor que ustedes sintieron, eso jamás, pero sí me da la posibilidad de entender la gravedad que lo cometimos. Hay que pedirle perdón a la humanidad”.