NACIÓN
Nuevos parques y canchas sintéticas ayudaron a reducir los delitos en Bogotá
Un estudio de la Universidad de los Andes concluyó que la intervención de los parques y la construcción de canchas sintéticas durante la alcaldía de Enrique Peñalosa ayudó a reducir los delitos en Bogotá.
¿Mejorar los parques reduce el delito? Esa fue la pregunta que se planteó Estefanía Ramírez para su proyecto de grado como candidata a magíster en Políticas Públicas de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes. La investigación estuvo acompañada por los profesores especializados Michael Weintraub y Ervyn Norza.
En el trabajo de grado, Ramírez estudió un programa de la alcaldía de Enrique Peñalosa, entre 2016 y 2019, y que consistió en una estrategia de iluminación del espacio público y la construcción de canchas sintéticas en toda la ciudad. La política pública fue puesta en marcha por el IDRD, al mando de Orlando Molano, hoy director de Parques Nacionales. En total se renovaron e iluminaron 1.233 parques y se construyeron más de 100 canchas sintéticas multiusos en 87 parques de toda la ciudad. Así mismo, se instalaron juegos infantiles, patinódromos, gimnasios, pistas de skate, canchas de baloncesto, pistas de BMX, mesas de ping pong, bancas, y además se construyeron senderos.
Según los investigadores, se escogió este periodo porque la Alcaldía Peñalosa incluyó en su Plan de Desarrollo una apuesta por la renovación de los parques con el fin de convertirlos en sitios más seguros para los ciudadanos y como puntos de encuentro familiar. Antes de eso, en 2015, el 48 por ciento consideraba que los parques cercanos a su hogar eran inseguros.
La investigación encontró que en los espacios intervenidos y las zonas aledañas, y gracias entre cosas a las mejoras en la iluminación, se redujeron los delitos. Las lesiones personales cayeron 22 por ciento; el hurto a personas se redujo en un 55 por ciento; el robo a comercios bajó en un 54 por ciento; y el hurto a residencias cayó en un 29 por ciento.
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En el caso de las canchas sintéticas se encontró que, gracias a estos espacios deportivos muy apreciados por los ciudadanos, se redujo el hurto a personas en un 88 por ciento y en un 92 por ciento el de comercios.
Uno de los puntos que también se analizó es si el crimen se habría desplazado a zonas cercanas a los parques. Según los investigadores, “se realizaron estimaciones para todos los hechos en zonas más alejadas de la intervención, a 79-140 metros y 140-200 metros del polígono del parque. Las estimaciones no solo no encuentran desplazamiento del crimen, sino que muestran un efecto de difusión de beneficios a zonas más alejadas”.
Los investigadores destacan que estas intervenciones generaron presencia del Estado y de seguridad privada.
Además, sostienen que la iluminación está directamente relacionada con la disminución de los crímenes como se evidencia en las estadísticas. Según dicen, una persona que va a cometer un crimen evalúa el entorno en donde se va a llevar a cabo el delito y considera la relación costo beneficio, en la que incluye la probabilidad de ser capturado y recibir un castigo por el acto, en comparación con lo que puede obtener.
“Debe considerarse como una estrategia valiosa al momento de planificar ciudades”, dicen. Igualmente resaltan la importancia de enfocarse en la seguridad por entornos, integrados al diseño urbanístico, estudios de criminología y el tiempo recreacional, con el fin de brindar oportunidades a jóvenes en riesgo y en general a toda la población.
A pesar de que el estudio está enfocado en las intervenciones realizadas en Bogotá en este periodo, los investigadores dicen que es aplicable a otras zonas del país y hasta de América Latina, considerando que es una de las regiones con mayores delitos de este tipo por las condiciones de las ciudades. “Con una visión holística es posible prevenir el delito en zonas urbanas en América Latina”, concluyen.