NACIÓN
“Nunca desplazamos a nadie”: excomandante de las FARC ante la JEP
Las declaraciones las dio Isaías Trujillo, quien fue comandante del Frente 34 de esa guerrilla. Negó que obligaran a abortar a las mujeres que formaban parte de las filas durante el conflicto.
Este miércoles, Luis Óscar Úsuga, conocido como Isaías Trujillo, negó ante la JEP que hubiese desplazamiento a la población y que el aborto fuera una política de la extinta guerrilla de las FARC.
Úsuga fue comandante del Frente 34 de las FARC, que operaba sobre todo en el departamento del Chocó.
Luis Óscar Úsuga compareció ante la JEP, específicamente ante el magistrado Iván González. El objetivo de esta jornada era escuchar la versión frente a temas clave del conflicto armado, como el reclutamiento de menores, de alguien que hubiera estado en el Frente 34. En medio de su declaración, sin embargo, Úsuga negó que el desplazamiento fuera algo que la guerrilla buscara ejercer como forma de presión contra la población civil.
El excomandante, conocido como Isaías Trujillo, advirtió ante las preguntas del magistrado: “Nosotros no desplazamos a nadie, que nosotros dijéramos y llegáramos a un caserío y le dijéramos a la población, bueno, tienen que perderse de aquí, tienen tantas horas para que se pierdan” nunca hicimos eso, se dieron en otros grupos, pero no por parte de nosotros”. Además, cuando el magistrado le preguntó por el reclutamiento de menores en las filas del conflicto, respondió: “Nosotros no obedecíamos a esos tratados internacionales porque nosotros estábamos en contra del Estado, nosotros no habíamos aprobado esas normas, por lo tanto no las cumplíamos”, señaló.
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Luego le preguntaron si en alguna estructura vio que personas bajo su mando reclutaran menores:
“Vuelvo y le digo, señor magistrado, nosotros consideramos que de 15 años para arriba era una persona adulta. Y no voy a decir que no se dio, sí se dieron, comenzando por mis propios hijos, señor magistrado. Cuando entré a la guerrilla, yo era una persona casada. Tenía mi hogar y teníamos un niño. El suegro se hizo cargo de la hija y el nieto, en esas idas y venidas donde ella, resultó otro niño; bueno, esos niños creciendo, creciendo, el mayorcito tenía trece años, el otro doce años. Perdí el contacto con la compañera que me había casado, por otro lado del Chocó. Perdí contacto con ellos. Una vez me llega una carta del suegro donde me decía que el mayor tenía ganas de venirse para donde yo estaba y que no hacía nada donde ellos y me lo traje. El segundo lo mandé para Medellín, donde mi mamá, se juntó con mi primo y atracaban en el barrio a mediodía a la hora que fuera. Mi mamá me dice que lo recoja porque yo no sabía cómo se estaba comportando. Mando por él y los tengo conmigo, no como guerrilleros, sino refugiados. El enemigo los perseguía para recogerlos a ver si me entregaba”, aseguró.
Contó también cómo muchas personas (guerrilleros) se aburrían y se desmoralizaban para desertar de la guerrilla. Cuenta cómo un guerrillero desertaba para irse, muchas veces, al Ejército que se encontraba cerca de donde estaban los subversivos: “Nunca tuve información qué sucedió con ellos, los que desertaron a los grupos paramilitares se escuchaban por los radios de comunicación hasta que llegó un tiempo donde no los volvimos a escuchar”, advirtió.
Por último, contó la historia de su cambio de nombre: “Al año de estar en la guerrilla me cambié el nombre”, relató. Y explicó cómo se le conocía como comandante Trujillo en alguna época. Contó detalles de su militancia en el Partido Comunista legal y explicó que nunca formó parte del partido comunista clandestino de Colombia. “Cuando el mayor ingresó se lo llevó Efraín Guzmán para el Bajo Cauca. El otro andaba conmigo”, señaló. Sobre abortos, dejó claro que nunca fue una política de la guerrilla: “Ese era un procedimiento orientado por el Secretariado, uno tenía que proceder y procedía”, explicó.