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Odebrecht: la doble citación a Cecilia Álvarez

La exministra tendrá que dar explicaciones a la Fiscalía y a la Procuraduría sobre cómo y por qué se hizo la adición del contrato de la vía Ocaña-Gamarra.

8 de febrero de 2017
Cecilia Álvarez, exministra de Transporte. | Foto: Archivo SEMANA

En la rueda de prensa del fiscal general en la mañana del miércoles una pregunta se repitió una y otra vez. Los periodistas que estaban en el búnker querían saber qué tenía que ver el caso que compromete a las ex ministras Cecilia Álvarez y Gina Parody con las declaraciones de Otto Bula. Como se sabe, el exsenador liberal es el hombre clave en el soborno de los 4,6 millones de dólares que fueron girados para lograr el otrosí que autorizaba la construcción de la carretera Ocaña-Gamarra, que a su vez se conectaba con la Ruta del Sol.

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El fiscal no se dejó picar la lengua. Explicó que el marco del escándalo de Odebrecht tiene tantas ramificaciones, que se están trabajando 11 líneas de investigación, y que la citación a interrogatoria a Cecilia Álvarez apenas apunta a esclarecer una de estas. La exministra no está vinculada como investigada al proceso, sino que el ente acusador la llamó para que pueda contar lo que sabe sobre cómo se hizo ese otrosí.

A las pocas horas, en la Procuraduría también se comenzó a hablar del tema. En una breve intervención, también a propósito de Odebrecht, Fernando Carrillo anunció que también citará a la exministra el próximo viernes para dar una versión. Aclaró que por ahora la llaman porque tienen unas inquietudes sobre la investigación, pero que eso no significa que exista un proceso disciplinario en curso.

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Álvarez terminó siendo mencionada en este escándalo por cuenta de que en su época de ministra de Transporte, un documento Conpes autorizó la construcción de esa vía que hoy es objeto de investigación. Ese Conpes fue firmado por todo el gabinete, incluido el hoy fiscal general, quien en ese momento era el superministro de la Presidencia.

La funcionaria tiene argumentos que jugarán a su favor. Por ejemplo, que la necesidad de la vía había sido establecida desde mucho antes del gobierno Santos y que él mismo Álvaro Uribe había abogado porque se hiciera realidad.

Álvarez también tiene a su favor que ella no fue quien firmó la carta en el 2012 en la que el Gobierno, a través Agencia Nacional de Infraestructura, le ofreció a Odebrecht la construcción de esa carretera. En ese momento, el ministro era Miguel Peñaloza.

Pero también tiene puntos en contra, pues ella sí estuvo en los trámites intermedios para la realización de la obra.

Sin embargo, al análisis técnico se le sumó un componente político que ha hecho crecer la pelea y que ha aumentado el interés por el caso. Por cuenta de la construcción de esa vía, el Centro Democrático denunció penalmente a Álvarez por tres delitos: celebración de contratos sin requisitos legales, interés indebido e inhabilidad legal.

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Los uribistas, representados por el abogado Jaime Lombana, sostienen que a la troncal se le adicionó irregularmente el tramo Ocaña-Gamarra, de 72 kilómetros, y que con ello Álvarez favoreció a su pareja y compañera de gabinete, Gina Parody, pues la familia de esta exministra es socia de la empresa Sociedad Portuaria de Cartagena, la cual proyectaba construir un puerto en Gamarra sobre el río Magdalena, que quedaría a tres kilómetros del final de la carretera. Los denunciantes sostienen que en el asunto se presentaron varias irregularidades.

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Como dijo un reciente análisis de SEMANA, no hay duda de que detrás de todo este escándalo hay mucho de política. Tanto el expresidente Uribe como los denunciantes fueron aliados políticos y amigos cercanos de Gina Parody y Cecilia Álvarez. La primera era su punta de lanza en el Congreso y la segunda, su consejera en la Casa de Nariño.

Las dos exministras eran consentidas del entonces presidente Uribe y amigas de la cúpula que lo rodeaba. Eso significa que las dos partes de este ‘mano a mano‘ saben que más que corrupción, en el fondo, lo que hay es una cuenta de cobro. Gina Parody pasó de adorar a Uribe a abandonarlo con el argumento de sus polémicas relaciones políticas. Algo similar sucedió en el caso de Cecilia Álvarez.

Las dos exministras se encuentran fuera del país, en actividades académicas. Álvarez asistirá este fin de semana a ambas citaciones, el viernes a la Procuraduría y el sábado a la Fiscalía. Su versión de los hechos ayudará a aclarar qué tanto hay de manipulación política, como ellas han afirmado, o de verdaderas irregularidades.