NACIÓN
Ola invernal tiene en jaque a varias regiones del país y no va a detenerse pronto: conozca las afectaciones más graves
El Ideam dice que las lluvias en noviembre podrían ser aún más fuertes.
La segunda temporada de lluvias tiene azotadas diferentes regiones del país. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) estima que en algunos territorios ha caído hasta 30 % más agua de la habitual.
Y las lluvias no van a parar. La entidad afirma que la ola invernal se extenderá al menos hasta mediados de diciembre y que en noviembre los promedios históricos podrían elevarse por encima del 40 %. De acuerdo con el Ideam, 137 municipios están en alerta roja y al menos 300 en alerta naranja por deslizamientos de tierra.
Con este panorama claro, conozca cómo se han visto afectadas por las lluvias algunas regiones del país.
Valle
El Valle del Cauca empezó a verse seriamente afectado por la ola invernal en las últimas dos semanas. Los torrenciales aguaceros han puesto en jaque al departamento. De hecho, las autoridades han declarado en alerta máxima más de una docena de municipios.
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“Las fuertes lluvias se han intensificado, por lo tanto, los consejos municipales de gestión del riesgo están trabajando. 14 municipios del Valle del Cauca se encuentran en alerta roja por el tema de movimientos en masa, 6 en alerta naranja y 4 en alerta amarilla”, dijo Jesús Copete, secretario de Gestión del Riesgo del Valle del Cauca.
Por su parte, la gobernadora Clara Luz Roldán detalló que las lluvias han provocado el cierre de “muchos corregimientos y al municipio de Sevilla, la fractura de la vía a Buenaventura y una calamidad muy grave en Dagua”.
Dagua es uno de los municipios más golpeados por la temporada invernal: la creciente de un río se llevó varias casas y se deprendió parte de la banca de la vía que conduce al cuartel de los Bomberos Voluntarios.
De manera conjunta, por su cercanía geográfica, Dagua unió esfuerzos con Buenaventura, donde el desbordamiento del río San Juan ha inundado cultivos de pancoger, para atender evaluar las afectaciones y hacer un solo llamado al Gobierno nacional en busca de ayudas. Los dos municipios estimaron que, en conjunto, tienen 5.000 personas damnificadas por las lluvias.
De otro lado, en el municipio de Zarzal, la creciente del río La Paila se llevó a dos hombres de 27 y 33 años de edad que fueron identificados como Carlos Ariel Botero y Jhon Fredy Ramos. Todo apunta a que estas personas ingresaron al afluente en el sector Cumba a pesar del alto nivel y la fuerte corriente provocada por las lluvias. Las primeras versiones señalan que el afluente arrastró a uno de ellos y que el otro, en su afán por salvarlo, también pereció. Ambos murieron ahogados.
“La situación es tan grave que necesitamos que el Gobierno nacional y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres asuma la responsabilidad que tiene con esta situación. Al departamento solo, y más a los municipios pequeños, les queda muy difícil sacar recursos”, aseguró la gobernadora del Valle del Cauca.
Cali no se ha visto afectada fuertemente por las lluvias. Aunque las autoridades han reportado crecimiento en el nivel de los ríos Cauca y Pance, no se han reportado daños por este motivo. Sin embargo, han solicitado mantenerse alerta a las recomendaciones y variaciiones climáticas.
Santander
Las lluvias no dan tregua en el departamento de Santander, donde 34 de los 87 municipios se han visto obligados a declarar la calamidad pública. Entre los territorios más afectados se encuentran: Guavatá, Encino, Carcasí, San Vicente de Chucurí, San Andrés, Guaca, Matanza, Charta, Suratá, Rionegro, Girón, Santa Bárbara, Puerto Wilches, Puerto Parra, Carare y Concepción.
Por ejemplo, las lluvias de las últimas horas causaron nuevamente la perdida de la banca en la vía que comunica al sector de Curos con Málaga. En esta ocasión la emergencia se ocurrió en el sector conocido como El Volcán, en el kilómetro 11; ante esta situación el Instituto Nacional de Vías (Invías) estableció el cierre total de la vía, lo que afecta a los habitantes de 14 municipios.
Mientras que el desbordamiento de la quebrada Chontarales, inundó el corregimiento Puerto Araújo, municipio de Cimitarra, donde además se registra pérdida de cultivos y los animales, los cuales fueron arrastrados por la corriente.
Asimismo, en este municipio se presentó el desbordamiento del río Carare; se inundó el colegio Integrado San José, en el corregimiento de Puerto Araújo, dejando a 600 niños sin poder asistir a clases, pues el colegio quedó totalmente inundado.
Las lluvias en el municipio de Floridablanca generaron afectaciones en 20 puntos, y en Piedecuesta más de 30 veredas quedaron incomunicadas por afectaciones viales, según informaron las autoridades locales.
Eje Cafetero
En Caldas, uno de los municipios más afectado es Supía, donde un fuerte aguacero obligó a la evacuación preventiva por creciente súbita en el barrio Guayabal. Otro de los sectores afectados es la Central de Sacrificio donde evacuaron tres viviendas de manera preventiva por desbordamiento de la quebrada Grande.
También fue necesario hacer valoración en La Playita con unidades del Cuerpo Oficial de Bomberos, porque la quebrada Rapao subió su nivel y generó afectaciones en ese punto y en los barrios La Pista y La Julia y en la vereda Las Vegas.
Otra localidad que reporta novedades es Marmato, donde una avenida torrencial en la quebrada Pantanos generó el represamiento de la Cascabel, dejando afectaciones en tres plantas de beneficio y cinco viviendas del sector Cascajero.
En el departamento de Risaralda también se han presentado novedades; una de estas, en el barrio Rocío Medio de la ciudad de Pereira, donde fue necesario evacuar una vivienda habitada por cinco personas, debido a un deslizamiento de tierra.
En el Quindío, las lluvias han generado dificultades en el tema vial. Hay pérdida total de la vía Ocaso – Quiroga – El Cinco, de una sección de aproximadamente 40 metros de longitud. La emergencia está en la Vereda La Argentina.
De otro lado, en Salento, esta segunda temporada de lluvias está ocasionando afectaciones en los puntos neurálgicos de la población, como las carreteras de acceso a sus 17 veredas; aunque se tienen detectados 46 lugares que deben ser intervenidos por el Gobierno departamental, porque vienen con serios problemas desde el 2021.
Bolívar
Desde el inicio de la temporada invernal, Cartagena ha reportado diferentes emergencias. El pasado mes de septiembre un furgón fue arrastrado por la fuerte corriente a la altura del primer semáforo del barrio el Campestre; en él, dos personas quedaron atrapadas, mientras el arroyo tomaba más fuerza. Con el agua hasta la cintura, ciudadanos, con ayuda de cuerdas, ayudaron a salir al conductor y copiloto del camión.
La zona rural de la ciudad, específicamente la comunidad del Cabildo Indígena Zenú de Membrilla (Caizem), también sufrió fuertes pérdidas e inundaciones a causa de las lluvias; dos casas se derrumbaron y ocho aún se encuentran en riesgo.
En la mañana del sábado fue reportado un deslizamiento que afectó 18 viviendas con igual número de familias en los barrios Henequén sector 3 de junio y Jaime Pardo Leal. Igualmente, fueron reportadas 11 viviendas que desaparecieron y 7 quedaron en alto riesgo tras el deslizamiento.
La última emergencia reportada tuvo lugar en la Vía al Mar entre Barranquilla y Cartagena. Un tramo de la vía quedó completamente destruido tras un desplome, por lo que fueron necesarias algunas restricciones en la movilidad de la zona.
“Ruta Costera informa que, como consecuencia de la emergencia climática, entre el km 87 y el km 89 de la Vía al Mar, sector construido por el anterior concesionario, se presenta una situación de inestabilidad que ha generado deslizamientos del terreno, comprometiendo la infraestructura vial de la calzada en sentido Cartagena-Barranquilla”, indicaron desde un comunicado que conoció SEMANA.
Atlántico
Desde septiembre comenzó a sentirse la ola invernal en la capital del Atlántico y en municipios del área metropolitana y del sur del departamento.
El 15 de septiembre, un deslizamiento de tierra dejó afectadas más de 30 viviendas en un sector de la capital del Atlántico conocido como la loma del barrio La Manga. En el sitio, decenas de familias lo perdieron todo en medio del derrumbe, que se veía venir porque el terreno es considerado zona de alto riesgo.
En el municipio de Soledad, un sector del barrio Villa Merly, de ese municipio, más de 46 familias aseguran ser damnificadas por inundaciones y sus alternativas de prevención, como la creación de muros en las entradas de sus casas no dan resultado ante la magnitud de las precipitaciones.
Los comerciantes de un sector del centro de Barranquilla, incluso, protestaron este martes 25 de octubre por un supuesto abandono de las autoridades distritales, en cuanto a las afectaciones de la ola invernal en la zona, donde comercializan sus productos y que varias veces ha quedado bajo el agua.
La protesta pacífica inició en la calle 30 con carrera 43 hasta llegar a las instalaciones de la Alcaldía. El objetivo de los marchantes era exigir a las autoridades distritales una intervención urgente para dignificar sus puestos de trabajos y mejorar las condiciones del mercado de granos de la zona de Barranquillita.
Además de los comerciantes de esa zona, se unieron los del sector conocido como Miami 1 y 2, de la zona del Playón, La Magola, EMP, Ujueta, la recién inaugurada galería Robertico, vendedores de Carnes, Mariscos y el conocido Fedecafé.
Tras la última inundación en el mercado de granos, SEMANA habló con uno de los comerciantes más antiguos de la zona, quien aseguró que sí se han hecho trabajos por parte de las autoridades, pero que dichos trabajos no serán la solución definitiva a la problemática.
“El problema aquí, en el sector del mercado de granos, es que quieren solucionar con unos sacos que van a colocar, que están colocando, pero eso no va a servir porque por aquí pasa un arroyo grande, incluso los que colocaron ayer mismo se los llevó el arroyo, entonces no creo que sea la solución”, dijo Thomas Rohenes.
Para ellos, la cura resultará siendo peor que la enfermedad y no solo porque las barricadas ya no están en la zona, sino que, de encontrar la manera de no ser arrastradas por el agua, originarán el estancamiento de las mismas.
“Esos sacos están muy altos y cuando nos llueva fuerte nos podemos inundar, porque el agua tiene por dónde salir, yo soy el que más está sufriendo aquí, porque tengo el agua aquí al frente”, anotó Thomas.
En el Atlántico varias han sido las acciones para mitigar y reducir el riesgo de inundación en los diferentes municipios del departamento en medio de la ola invernal, de acuerdo con las solicitudes presentadas por las respectivas Alcaldías a las autoridades departamentales.
Según la misma gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, han sido más de tres mil familias las afectadas por las fuertes lluvias con inundaciones, fuertes vientos, entre otros fenómenos naturales producto de la temporada de las precipitaciones.
“Con lo ocurrido en las últimas semanas con las fuertes lluvias, ya asciende a más de 3 mil la cifra de damnificados del Atlántico. Por eso, definimos tres acciones que nos permitan mitigar y reducir el riesgo de inundación en los diferentes municipios. Lo primero, autorizamos la contratación inmediata de maquinaria como retroexcavadoras de brazo largo, de brazo corto y pajaritas; lo segundo, para la zona sur del departamento, autorizamos la limpieza de 122 kilómetros de canales de drenaje, que incluyen Santa Lucía, Manatí, Suan, Campo de la Cruz y Candelaria, para disminuir el riesgo de inundaciones y desbordamientos. Y tercero, seguiremos restableciendo la conectividad de las vías que se han visto afectadas por las fuertes lluvias”, explicó la mandataria departamental.
Antioquia
La ola invernal sigue provocando estragos en el departamento de Antioquia. La última emergencia se vivió tras el desbordamiento del río Nechí, que provocó graves inundaciones en los municipios de Zaragoza y en El Bagre.
Tanto los habitantes como las autoridades de este municipio describen que el agua logró aumentar hasta dos metros de altura, dejando afectaciones en 800 familias que lo han perdido todo, algunas de las cuales tuvieron que ser, además, evacuadas porque sus viviendas presentan fallas estructurales tras las inundaciones.
Por otro lado, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia anunció este 27 de octubre el fallecimiento de un hombre en medio de una emergencia provocada por las fuertes precipitaciones que se han desprendido en las últimas horas en la región.
El incidente se registró en la vía que conduce del municipio de Remedios hacia Segovia, cuando Duvian Arleison Castrillón se estaba movilizando por el sector de San Cristóbal. En ese momento, fue sorprendido por el desprendimiento de una montaña.
El cuerpo se recuperó con el apoyo del cuerpo de bomberos de Remedios y a las unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación que se estaban desplazando en ese momento por la zona afectada por la tierra.
Ahora bien, desde el primero de enero y el 17 de octubre de 2022, las autoridades han atendido 525 eventos asociados a las fuertes lluvias, lo que ha dejado más de 47.000 familias damnificadas en las nueve subregiones y 61 víctimas mortales, producto de la ola invernal. Los estragos se han sentido con mayor intensidad en el Valle de Aburrá, suroeste, occidente, oriente y Urabá.
La alerta que desde hoy jueves 27 hasta el domingo 30 de octubre emiten las autoridades de gestión del riesgo es que se podrían seguir generando crecientes, específicamente en los ríos Cauca, Magdalena, Nechí, Atrato; es decir, las subregiones del Suroeste, Bajo Cauca, Magdalena Medio y Urabá.
Por otro lado, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), este fin de semana podrían registrarse altas precipitaciones en algunas subregiones del departamento. Esto, producto de la onda tropical en grado de desarrollo mayor que podría formarse sobre el este del mar Caribe y que generará un incremento de la nubosidad y humedad en gran parte del centro y norte del país. De acuerdo con la entidad, las precipitaciones más intensas son previstas en diferentes departamentos, incluido Antioquia.