Nación
ONG brinda apoyo psicosocial a migrantes venezolanos vulnerables en Colombia
La conmemoración del Día Internacional del Migrante, cada 18 de diciembre, recuerda que en cualquier momento una persona puede estar en esta situación.
Según datos de Migración Colombia, en el país se encuentran 2,5 millones de venezolanos, sin embargo, esta cifra no tiene en cuenta a la población que reside de manera irregular, por esto, se estima que puede ser poco o más de tres millones.
Las ciudades donde más se concentra esta población son Bogotá, en primer lugar, seguido por Antioquia, Norte de Santander, Valle del Cauca y el Atlántico. La mayoría de personas los migrantes está entre 18 a 39 años.
Desde el año 2013, miles de personas empezaron a migrar desde Venezuela hacia otras partes del mundo; se cree que sean más de 6.8 millones de venezolanos han salido del país y más de la mitad de la población sufre de pobreza multidimensional.
Por lo cual, organizaciones como Bethany, durante los meses de abril, mayo y junio, continuaron apoyando y sirviendo a los migrantes en los centros de acogida dispuestos en Cúcuta, Bogotá y Arauca. En tan solo este periodo atendieron cerca de 1.107 en Cúcuta, 2213 en Bogotá y 229 en Arauca.
Luz Alcira Granada, directora país de dicha entidad, asegura que ‘’migrar puede ser una actividad arriesgada y más si las personas enfrentan una situación crítica de salud, para esto, se ha apoyado a los migrantes para que estos puedan superar situaciones de estrés o traumáticas, con el compromiso humanitario y logrando su plena integración en las comunidades’'.
Los migrantes venezolanos se enfrentan a circunstancias de gran dificultad y de extrema necesidad en su llegada a Colombia. Entre los cientos de historias que se registran cada año es difícil no notar el drama y las circunstancias difíciles por las que tienen que pasar tantos niños, adolescentes y mayores de edad, que esperan que su futuro pueda ser mejor luego de su largo viaje.
Ellos no tienen la oportunidad de estudiar en su tierra de origen, ya que hay alrededor de 281.000 estudiantes de educación superior, menos del 2 % de la población.
En el camino, el reto más grande que muchos enfrentan, es pedir dinero en las calles, sentir desesperación y hambre, dormir a la intemperie, estar sin agua y con frío. Pero también, se encuentran con colombianos que les brindaron su apoyo, les dieron algo para el camino, alimento, dinero, o simplemente orientación, y así supieron cuál era la mejor ruta.
Muchos jóvenes sugieren a otros que ‘’no hagan lo mismo, o si lo hacen, deben saber que es una travesía muy caótica y difícil, se debe tener mucho cuidado y no confiar en las personas que les dicen, vamos a cambio de algo, deben tener precaución con los grupos armados’'.
Centenares de migrantes y refugiados venezolanos que llegan a Colombia en busca de un nuevo futuro para ellos y sus familias, hallan un refugio y entorno seguro.
Es así como se conocen historias como las de Yeniré, quien actualmente tiene 31 años, hace 10 años tuvo a su primera hija Rachel, también está a cargo de otro hijo, y su sobrina (son del Estado Portuguesa de Venezuela).
Su hija intentaba caminar, pero de repente le dio una fiebre y tuvo su primera convulsión. Rachel convulsionaba de 80 a 150 veces por día, duró 4 meses en hospitalización, los doctores le diagnosticaron el síndrome de West (”espasmos musculares que afectan la cabeza, el torso y las extremidades de un niño”, según Cigna).
En el 2015 la situación se puso crítica en Venezuela, hubo desabastecimiento de medicamentos en el país, por la deuda del Estado con la industria farmacéutica. Las medicinas eran muy costosas y difíciles de conseguir, Yeniré debía hacer cola durante 3 días para poder comprarlos.
Cuando Rachel cumplió 6 años, Becsy, la hermana de Yeniré, sugiere que vivan en Colombia. Salieron de su casa caminando, luego de unos días, pasaron la frontera y siguieron por las trochas, las primeras veces pagaban una habitación por noche.
Consiguieron rápidamente un trabajo, Yeniré trabajaba de día, en una peluquería hasta las 6 p.m., su hermana trabajaba de noche, vendiendo comida rápida, hasta las 11 p.m., esto les daba tiempo para cuidar a los niños.
Luego vuelve a tener una hija con una dificultad respiratoria, había bronco aspirado los alimentos durante un largo periodo. Por esta razón se acercó a uno de los puntos donde el equipo de ACNUR estaba realizando el seguimiento de la medida de Permiso de Protección Temporal (PPT) para migrantes venezolanos; el cual tiene una duración de 10 años y les da la posibilidad de tener trabajo, vincularse al sistema de Seguridad Social, cotizar pensión, entre otros.
Ellos tomaron nota de sus datos y remiten su solicitud a alguna de las diversas ONG’s en Colombia. Donde les brindaron apoyo psicosocial, gestión para recibir asistencia médica.
La conmemoración del Día Internacional del Migrante, cada 18 de diciembre, permite que las personas entiendan que en cualquier momento, una persona puede estar en esta situación, genera un estado de solidaridad en la comunidad y aceptación para con los otros.