PROCESO DE PAZ

ONU felicita a Colombia y a las FARC por acuerdo

Optimismo internacional por la firma del punto dos sobre participación política.

6 de noviembre de 2013
Imagen del anuncio conjunto de las dos delegaciones. | Foto: EFE

La puerta de la esperanza para ponerle fin al conflicto armado que desangra a Colombia desde hace medio siglo se abrió este miércoles en La Habana. De hecho, algunas influyentes voces mostraron su pleno optimismo. La ONU, por ejemplo, felicitó al gobierno del presidente Santos y a la guerrilla de las FARC por el avance.

“Colombia: acuerdan la participación de las FARC en la política”, tituló BBC de Londres; “Colombia acepta a las FARC como partido político tras el conflicto”, escribió en su información principal El País de Madrid. “Rebeldes de Colombia alcanzan un acuerdo parcial de paz”, aseguró The New York Times. “Colombia y las FARC acuerdan cuestión clave de paz”, sentenció France 24 desde París.

En Colombia, la firma mostró las dos perspectivas diametralmente opuestas de lo acordado. Por ejemplo, Óscar Iván Zuluaga, candidato presidencial de Uribe Centro Democrático, formación política que lidera el expresidente Álvaro Uribe Vélez, principal opositor al proceso, manifestó que lo acordado era una “burla”.

Desde la otra orilla, la exsenadora y líder del movimiento político Marcha Patriótica, Piedad Córdoba dijo que el acuerdo “es la puerta más grande de esperanza que se ha abierto” en el último medio siglo. A través de su cuenta de Twitter, Córdoba reprochó a los que critican el proceso al asegurar que “no se reconoce que en un año se ha avanzado más que en todos los demás intentos juntos”.

Una felicitación para las partes

Entre estas voces, una de las de mayor trascendencia es la de la ONU. El coordinador residente y humanitario en Colombia, Fabrizio Hochschild, felicitó hoy a los negociadores del Gobierno y de las FARC por el “importante avance” alcanzado en el acuerdo sobre participación política de la guerrilla en pos de una eventual firma final de la paz.

Naciones Unidas expresó su respaldo a este pacto parcial, el segundo que logran en un año de diálogos, en un comunicado en el que también destacó la “importancia de la continuidad del diálogo para lograr poner fin al conflicto armado que sigue causando gran sufrimiento cotidiano y otras graves consecuencias humanitarias”.

“El Sistema de Naciones Unidas reitera su plena disposición para seguir apoyando el proceso de paz, en tanto nuestros aportes se consideren relevantes”, agregó.

Pero ¿Por qué la importancia de lo firmado? La respuesta es sencilla pero de enorme trascendencia para la vida política. En el marco del acuerdo alcanzado este miércoles, las FARC y el Gobierno anunciaron que habrá un movimiento político que surgirá de la guerrilla, cuya formación se definirá más adelante, y señalaron que habrá garantías para la seguridad y transparencia de nuevos partidos.

También acordaron que las FARC tendrán acceso a medios de comunicación y que los partidos y movimientos políticos integrarán una comisión para redactar un “Estatuto de la Oposición”, considerado necesario en Colombia para prevenir episodios de violencia política que ya se presentaron en el pasado.

Este acuerdo es el segundo que alcanzan los negociadores, tras conseguir un consenso sobre el tema de la tierra en mayo pasado.

Una apertura democrática

El jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, aseguró que el acuerdo sobre participación política alcanzado con la guerrilla representa “una nueva apertura democrática” que abrirá el camino para arraigar la paz.

En una declaración posterior al anuncio del acuerdo en La Habana, De la Calle manifestó que esa apertura requiere, entre otros, consolidar los derechos de la oposición, abrir la puerta a nuevos partidos, generar una cultura de convivencia y tolerancia y “combatir los vicios que aún persisten en el sistema electoral” colombiano.

El negociador del presidente Juan Manuel Santos destacó que el acuerdo “revive el viejo anhelo nacional” de contar con un “estatuto de la oposición” al incluir la convocatoria de un evento nacional que reúna a los portavoces de partidos y movimientos políticos colombianos para elaborar ese documento.

“El fin del conflicto abre la puerta a la constitución de nuevos partidos políticos y a un mayor pluralismo”, indicó De la Calle. Precisó, no obstante, que las decisiones concretas para que las FARC se conviertan en un partido político legal no están incluidas en este acuerdo y se tratarán más adelante, cuando se debata el punto relacionado con la dejación de armas y la reincorporación a la vida civil y política del grupo armado.

De la Calle también insistió en recordar que el acuerdo, al igual que el anunciado en mayo sobre el tema agrario, sólo se aplicará cuando se alcance un tratado definitivo de paz.

La visión de las FARC

Las FARC, por su parte, afirmaron que el acuerdo sobre participación política alcanzado con el gobierno de Colombia les da “optimismo para seguir avanzando” hacia la paz, aunque señalaron que todavía “falta mucho por andar”.
 
Las FARC valoraron como “importantes” los consensos alcanzados porque ponen "a los colombianos en la posibilidad de abrir las puertas de una verdadera democracia”.

En una declaración leída ante los medios, el jefe de los negociadores de la guerrilla, Iván Márquez, resaltó el logro que representan acuerdos como la elaboración de un “Estatuto de la oposición política” o la revisión de los mecanismos de participación ciudadana, la movilización y la protesta social.

“Estos aspectos (...) son los que nos dan el optimismo para seguir avanzando en los debates hacia la firma de la paz y la terminación del conflicto. No obstante, falta mucho por andar”, indicó el jefe guerrillero.

Márquez (Luciano Marín Arango) reiteró que los diálogos de paz con el Gobierno no son un proceso “de sometimiento” de la guerrilla, pero si se avanza “por las sendas de las transformaciones que las mayorías nacionales han reclamado, la firma de un tratado de paz será una realidad”.

Las conversaciones que intentan poner fin al conflicto colombiano se retomarán el 18 de noviembre para iniciar el debate sobre cultivo y tráfico de drogas.