NACIÓN
Organización internacional investiga el homicidio del periodista Felipe Guevara en Cali
El Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) hizo un llamado a las autoridades a determinar si lo asesinaron por su labor periodística.
De Felipe Guevara se podrían decir muchas cosas en un minuto. Los que compartieron sala de redacción con él en el periódico Q’hubo Cali y sus familiares y amigos tienen cientos de anécdotas que les contaba mientras tomaban un café, un vaso de agua, cuando almorzaban o en lo corrillos de las ruedas de prensa. Felipe era un conversador de esos que atrapaba a su interlocutor por minutos, o hasta por horas.
“Háblame, papito”, era su frase inicial siempre. Así lo recuerdan sus colegas en Cali, ciudad donde nació y vivió. Recorrió sus calles en búsqueda de historias judiciales, relató –como muchos otros periodistas– la violencia cada día más creciente, fue amenazado por su labor periodística y cayó baleado el lunes 21 de diciembre en un callejón del barrio Mariano.
Felipe murió mientras esperaba el nacimiento de su primer hijo y mientras adecuaba un apartamento en su casa paterna, en el barrio Mariano Ramos, para vivir allí con su esposa. Su fallecimiento ocurrió este miércoles en las instalaciones de la Clínica Valle del Lili.
A pesar de las circunstancias, las autoridades de la capital vallecaucana han asegurado que el homicidio del comunicador no fue por su labor periodística. “Preliminarmente, desvirtuamos que este suceso esté relacionado con su profesión. Sin embargo, organizamos un equipo especializado junto con la Fiscalía y la Policía Metropolitana de Cali”, afirmó el comandante de la Policía de Cali, general Manuel Vásquez.
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De acuerdo con la Policía, el homicidio no tuvo que ver con la labor de periodista, dado que el hecho ocurrió cuando Guevara estaba en vacaciones y, además, según las autoridades, no había notificado amenazas de ningún tipo.
Sin embargo, con el paso de los días se han conocido varias pruebas que evidencian que el periodista judicial sí se encontraba amenazado. Por esta razón, el Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) hizo un llamado a las autoridades a llevar a cabo una “investigación cabal”, para determinar si la muerte de Guevara fue por su trabajo. Asimismo, anunciaron que están investigando el caso.
“Recibimos con alarma y tristeza la noticia de la muerte del periodista Felipe Guevara. Urge que las autoridades conduzcan una investigación cabal y determinen si el asesinato de Felipe Guevara está relacionado con su trabajo periodístico. Estamos investigando el caso”, informó la organización en sus redes.
Las versiones de la Policía han generado rechazo, dado que los colegas de Guevara en Cali han sacado a la luz pruebas que muestran cómo el reportero de 27 años estaba amenazado, a tal punto que lo llamaban “el sapo del barrio”.
Las amenazas
En un audio revelado por SEMANA, se evidencia la preocupación de Felipe Guevara por las amenazas, relato que demostraría que lo mataron por su trabajo como periodista.
Felipe Guevara envió un audio a uno de sus colegas en agosto pasado alertando sobre amenazas en su contra. Nunca recibió protección y las autoridades caleñas tratan de esgrimir que fue asesinado por problemas personales. #SemanaNoticias pic.twitter.com/WuLG6V3MVm
— Revista Semana (@RevistaSemana) December 24, 2020
“Yo vivía en Mariano Ramos y allá hay una banda que se llama ‘Los pitbull’, ellos atrás de la casa de mis abuelos mataron al sobrino de María Isabel Urrutia, yo hice esa noticia y me hicieron tres tiros afuera de mi casa. Yo tengo demandas en la Fiscalía y soportes.
Yo tenía una novia en ese barrio y los hermanos de esa novia, que fue como otra maldición, son bandidos y mataron a un pelado y a un taxista, y yo hice esa noticia y me dijeron que era un sapo y me iban a matar, me amenazaron. Ellos eran sicarios y me tocó irme a vivir a Jamundí. Yo ya no estaba con la muchacha, pero pues con esa noticia... Me dieron un chaleco antibalas, pero eso para qué. Yo hice una demanda, eso todos lo saben.
Además, es que yo puedo hacer una película. Una vez llegó una información de Bogotá sobre los nuevos capturados de la mafia en Cali y estaba ese ‘man’ de Audi, un ‘man’ que le dicen el Zarco, que son los que venden droga en una rumba electro y ahí sale alias Gregori, la mano derecha de Capulín, un descuartizador de los años de Jabón Varela y todos los Rodríguez, y es el que manda en todas las oficinas del Distrito, y como yo soy de Mariano Ramos y ahí quedaban las dos oficinas más jodidas, yo conocía a ese ‘man’.
Nosotros publicamos a ese ‘man’ con cara y alias y todo, y él me ha llamado a amenazarme (...) Yo he tenido un montón de problemas y yo por eso mantengo encerrado. Esos son los problemas graves, aparte de las demandas que llegan al periódico por gente que alega por cualquier cosa. Son muchas cosas. Dar la cara, y soy yo solo, la gente cree que eso es fácil, lo fácil es escribirlo y la información está todos los días, lo difícil es la calentura y todo lo que hay detrás”.