JUSTICIA

El depredador sexual disfrazado de profesor de teatro en Tunja

Al cumplir la mayoría de edad, siete jóvenes de Tunja se atrevieron a confesar las aterradoras escenas que protagonizaron en clase. Óscar Eduardo García Castro aceptó cargos por los vejámenes sexuales a estas jóvenes. Se teme que sus víctimas pueden ser más de 40.

4 de mayo de 2018
| Foto: Archivo particular

‘Sombras de la Escuela‘ era el nombre que llevaba el grupo de teatro que Óscar Eduardo García Castro montó en una institución educativa de Tunja. El nombre le hace justicia porque las escenas que protagonizaron sus alumnas –niñas entre los 9 y 17 años– fueron aterradoras en la vida real.

Este sábado, después de haber dejado el colegio hace tres años, el profesor de teatro fue capturado y enviado a prisión por un juez de Bogotá. En adelante tendrá que responder por los delitos de acceso carnal abusivo, actos sexuales y acceso carnal con persona en incapacidad de resisitir. Todas conductas cometidas en contra de menores de 14 años durante la época que trabajó en la institución. El juez advirtió que tras la gravedad de los hechos y la modalidad de los delitos, el docente es un peligro para la comunidad escolar y resolvió enviarlo a un centro carcelario.

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Solo hasta este año siete jóvenes que cumplieron la mayoría de edad, se atrevieron a hablar y denunciarlo por los abusos que padecieron en su clase de artes escénicas. Ahora la Fiscalía va tras la pista de por lo menos 40 menores de edad que sufrieron los mismos vejámenes.  

Era profesor de teatro del colegio desde el 2009. Por sus manos llegaron a pasar por lo menos un centenar de jóvenes de varios cursos. Las denunciantes les revelaron a las autoridades cómo les pedía desnudarse y satisfacer sus fantasías sexuales con tocamientos y actos indebidos. Así -decía- podrían algún día alcanzar un papel protagónico y por qué no el estrellato. 

"Defraudó claramente la confianza y admiración que le tenían los padres y alumnos", fiscal del caso.

Su vinculación al colegio terminó en el año 2015 cuando se escuchaban rumores entre las jóvenes sobre sus lecciones. Las jóvenes salían llenas de pánico y vergüenza. Pero después de años esas escenas pudieron ver la luz y el caso está soportado con pruebas testimoniales y también físicas. Por ello, ante un juez de Paloquemao, después de escuchar los detalles del expediente, García Castro aceptó los cargos.

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A pesar de que las alarmas estaban encendidas desde el 2015, a su salida del plantel educativo montó una academia de teatro. Allí se mofaba de tener buenos contactos en el mundo de la televisión y reprobaba a las alumnas que no accedieran a cumplir con sus órdenes. Lograba convencerlas de que todo hacía parte de un proceso de formación teatral y que debían demostrar capacidades artísticas. Estos casos más recientes también están bajo investigación de la justicia.

El siguiente proyecto de García Castro era estudiar licenciatura en teatro, por ello se inscribió para hacer el examen de admisión en varias facultades cercanas a Tunja. Pero ahora es a él a quien se le ven sus sueños frustrados de estudiante, ya que con solo este caso se expone a una pena de entre 16 a 32 años cárcel. Contrario a sus cálculos, la aceptación de cargos no permite ninguna clase de rebaja de pena por delitos cometidos contra menores de edad. 

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El caso fue revelado por la Vicefiscal María Paulina Riveros, quien este viernes entregó un crudo balance de una arremetida en contra de la violencia sexual, que duró once días en todo el país. Entre el 16 y el 27 de abril, las 33 oficinas seccionales  realizaron 720 imputaciones de cargos por diferentes casos relacionados con violencia sexual. La peor radiografía está en los casos de menores de edad: 460 personas fueron capturadas por el abuso sexual de menores de edad; de estas, 429 fueron cobijadas con medidas de aseguramiento.