portada
Óscar Iván Zuluaga tenía miedo de que hablara Eleuberto Martorelli, presidente de Odebrecht en Colombia, y contara toda la verdad: “Esto es un infierno”
Óscar Iván Zuluaga vivía una angustia enorme por las declaraciones que pudiera dar en Brasil el presidente de Odebrecht en Colombia. El excandidato reconoce que lo recibió en su casa y que sabía de la plata, pero se ve desesperado. “La familia no resiste más esta mierda…”.
Eleuberto Martorelli es el protagonista clave del escándalo que tiene contra las cuerdas a Óscar Iván Zuluaga. El otrora poderoso presidente de Odebrecht en Colombia entre 2012 y 2016 guarda muchas verdades. Lo sabe todo de uno de los capítulos más sonados, pero con menos resultados judiciales de las movidas del poder: la entrada de plata de la multinacional que él dirigía a la campaña de 2014 en la que ganó Juan Manuel Santos y que hoy tiene ad portas de la cárcel a quien fue su contendor.
El miedo de lo que pueda decir Martorelli a una fiscal en Brasil es el que desata que Zuluaga busque a Daniel García Arizabaleta. Las conversaciones entre ambos, en poder de SEMANA, son reveladoras y dejan muy mal parado al entonces candidato del uribismo.
El relato de García Arizabaleta goza de total credibilidad para la Fiscalía. El político fue director de Invías desde febrero de 2007 hasta febrero de 2009. Ante la justicia, ya reconoció que recibió 350 millones de pesos de la multinacional brasileña, porque trabajó para ella. En mayo pasado, firmó un principio de oportunidad gracias al cual logró la suspensión de su proceso a cambio de testificar contra Zuluaga. Allí contó que él era la persona que facilitaba los encuentros con Óscar Iván Zuluaga, a tal punto que recogía a Martorelli y lo llevaba al apartamento de este último, al menos en dos o tres oportunidades. Los audios que tiene con el entonces candidato, y que decidió guardar por años y revelar solo ahora, son fulminantes.
En una conversación, se escucha a Zuluaga con García Arizabaleta. “Qué alegría poderlo ver, más en estas circunstancias en que estamos… Bien amigos, bien del alma y sin poder hablar… La familia no resiste más esta mierda… Esto es un infierno”, comienza. En este momento, tanto Zuluaga como su hijo David están citados a declarar ante el Consejo Nacional Electoral. Zuluaga le explica a García Arizabaleta que su nueva estrategia jurídica es no asistir hasta saber qué tiene la Fiscalía.
El eje de la investigación tiene que ver con la plata que Odebrecht, en cabeza de Martorelli, le dio en la campaña para pagarle los honorarios al publicista Duda Mendonça, un gurú brasileño de la comunicación política que participó en varias de las más exitosas campañas del continente, como la de Lula da Silva y Carlos Menem.
Zuluaga le cuenta a García Arizabaleta que ya acordaron una cita para hablar con el publicista en Brasil. “Duda está dispuesto a dar las declaraciones que se le han planeado, se está definiendo cuál es la ruta jurídica, que finalmente la plata se recibió y no se puede ya tapar”, le dice el excandidato. Y agrega algo clave: “Ya se habló con el abogado de Martorelli, ya también está contactado. El acercamiento y eso es un poco más difícil para nosotros, pero digamos que yo estoy dispuesto a ir allá, para ver ellos qué van a decir o ellos qué van a plantear en su declaración extrajuicio”, sostiene.
Lo que Zuluaga dice que le quieren plantear a Martorelli es grave: que “si usted va a dar una declaración extrajuicio, salve de cualquier responsabilidad a la campaña, vaya en esa misma línea”. El excandidato es aún más explícito con García Arizabaleta y le dice que no se sabe qué documentos tienen ellos que puedan hacerles daño judicialmente. “Las dos facturas de Duda parece que son de mayo y junio, los dos recibos de pago que le hicieron a él de la campaña, del millón seiscientos mil (dólares), uno es de abril, uno de mayo y otro de junio (...) Trata de ver si Luis (Batista, directivo de Odebrecht en Colombia) y Martorelli pueden colaborar en su declaración extrajuicio mandando un mensaje de que ni la campaña ni nadie de la campaña sabía de eso”.
García Arizabaleta le contesta parco: “Yo la verdad es que no tengo ninguna comunicación con ellos”.
Zuluaga le insiste: “¿Usted no tiene nada de chats, ni fax, ni ningún correo con él, lo que se haya hablado personalmente…?”. Y García le contesta de nuevo que no. “Ni con él, ni con Martorelli, ni con nada… que fue en esa época el tema de la campaña”, sostiene de nuevo Zuluaga. Y García Arizabaleta le dice que una vez, ante una información de prensa, le escribió a Luis saludándolo, pero nunca obtuvo respuesta.
Para el excandidato es claro que a Martorelli puede sonarle la idea de ayudarlos. “¿A ellos de qué les sirve jodernos a nosotros? El problema nuestro no es de sobornos, es una plata que se cuadraron entre ellos, ¿a ellos de qué le sirve meterse en esto? El abogado de Martorelli dijo que les interesa cerrar casos”.
El exdirector de Invías, que está grabando la conversación, habla muy poco. Pero plantea preguntas; por ejemplo, si sabe si ellos siguen en Brasil. “Martorelli en São Paulo y el otro está en Bahía. No tienen orden de captura, no tienen nada, no los puede guardar la Fiscalía en Colombia. Si ellos quieren no declarar, no declaran; no están obligados”, le explica Zuluaga.
Hay un punto en el que García le hace una pregunta sobre un hecho que prueba que Zuluaga sí sabía: las reuniones que tuvieron en su propia casa con la gente de Odebrecht. “Yo estaba en la pregunta de lo de Luis (Batista) porque ese es un cabo… una persona que yo no sé si ha hablado o va a hablar. Dos, los registros de su edificio y el carro entrando varias veces en la noche. Tres, si el portero, los porteros dicen: él no venía solo, sino que venía con dos personas”.
Zuluaga contesta con tranquilidad que se cambió la empresa de vigilancia. Y que “en el libro no hay registro de nada, todo lo ponen a nombre, como si estuviera entrando el doctor Óscar Iván Zuluaga”. García Arizabaleta le contesta con escepticismo diciendo solo “mmmm”. Y el excandidato agrega: “No hay registro de nombre, ni de nada, ni carros, ni nada”.
La angustia y el miedo a lo que pueda pasar es evidente. “Políticamente, nadie va a creer que un hijueputa entre esa plata y Zuluaga no sabía… Así todos digan y yo me sostenga… Yo creo que esto limita cualquiera accionar político para mí, siendo, pues, yo no se lo he dicho a nadie, pero, pues, con usted no tengo secretos, yo creo que es así, Daniel. ¿Qué aspiración voy a tener con un mierdero?”.
La preocupación principal es no saber si la Fiscalía tiene algún soporte de los pagos que se hicieron. “Seguramente lo que tiene el fiscal, que tiene que ver con Martorelli, es la anotación que tienen allá en esas cuentas, que esta plata era para la campaña en Colombia, seguramente eso sí, y que esas cuentas eran del exterior”, agrega Zuluaga.
Y plantea que busquen juntos esa información. “Lo que tenemos que ver es que no haya señalamientos a personas nuestras, a usted, a David o a mí o algún otro en la declaración que hayan dado, o que tenga la Fiscalía o que tengan documentos, yo le he preguntado a David… (él me ha dicho): ‘papá, no hay ningún correo en la campaña, yo no tengo ningún chat de la campaña’, eso no se hablaba así, y yo no sé”.
En otra conversación, otro día, Zuluaga habla con García Arizabaleta y le cuenta que ya sabe esa información que buscaban.
“Lo que hay en la Fiscalía es una aclaración de Martorelli de febrero 23 de 2016, en São Paulo, dirigida a la fiscal por allá. Es una declaración que tiene 12 puntos. A nosotros solo nos mostraron del 6 al 12 o el 13. Supongo yo que del 1 al 5 tiene que verlo Otto Bula porque la Fiscalía no puede ocultar las pruebas. Porque en el memorial sale el tema Otto Bula y Duda Mendonça. Esto, pues, es súper, es muy delicado, que uno va por allá y decir que no puede revelar…”.
Zuluaga le lee ahí lo que tiene de esos puntos de esa declaración. Y algunos los califica como un “salvavidas”. Martorelli, según lo que cuenta el excandidato, asegura que se enteró de que Duda era el publicista por los medios de comunicación, pues el mismo Zuluaga lo anunció. Y que esa información se la confirmó García Arizabaleta, quien también le contó que Duda estaba requiriendo unos pagos adicionales por un millón y medio de dólares.
Entonces Martorelli, según dijo, interpretó eso como un mensaje de que necesitaban una ayuda en esos pagos. Eso para Zuluaga es muy bueno, pues queda como la interpretación de uno frente al otro.
Lo que vino después es que se pide la autorización para girar esa plata a Luiz Mameri, ponderando que “sería interesante apoyar la campaña del señor Zuluaga, porque venía subiendo en las encuestas y podría estar en la segunda vuelta”. Mameri autoriza inmediatamente y el famoso Departamento de Operaciones y Estructuras, por medio del cual se giraba la plata, hace el pago directamente a Duda. En esa aclaración, el directivo habría dejado claro que no había un contacto directo con la campaña.
En otro momento de la conversación, Zuluaga dice que es clave saber cómo van a explicar ante la justicia esas reuniones que tuvieron con Martorelli. Pero asegura que no cree que el directivo hable más en Brasil.
La Fiscalía, en su llamado a imputación a Zuluaga, es clara en que tiene información sobre esas citas. En el comunicado de prensa, asegura que en 2014 Óscar Iván Zuluaga “se habría reunido en varias oportunidades, en su apartamento del norte de Bogotá, con el exdirectivo de Odebrecht en Colombia Eleuberto Antonio Martorelli. En los encuentros, al parecer, se pactó un aporte de la multinacional brasileña para pagar parte de los servicios que el publicista Duda Mendonça, prestaba a la campaña”.
En su principio de oportunidad, García Arizabaleta se comprometió a testificar ante un juez contra Zuluaga. Los audios son hoy la prueba reina que tienen hundido al excandidato.