Justicia

Pablo Emilio Guarín: mártir del paramilitarismo gracias a las Farc

Representante a la Cámara por el liberalismo en los ochenta y cercano a ganaderos del Magdalena Medio, Guarín fue precursor de las autodefensas y apadrinó a Ernesto Báez y Henry de Jesús Pérez. Su ferviente oposición a la izquierda lo hizo blanco de guerra para la guerrilla.

10 de octubre de 2020

Si la confesión de las Farc corresponde a la verdad, hay dos conclusiones de profundo calado: 1) Que la Justicia y en particular la Fiscalía fallaron en casi todos los casos porque habían seguido hipótesis equivocadas o porque tuvieron resultados nulos. Incluso, parece que hubo condenas injustas que les costaron décadas de prisión a personas inocentes. 2) La confesión revela el profundo odio con que actuaron las Farc, pues la mayoría de sus víctimas ya habían salido de escena pública en el momento del crimen y algunas de hecho eran cercanas a las banderas de la izquierda. La guerrilla, sin importar el tiempo transcurrido ni la afinidad ideológica, exterminaba a quien fuera.

Esta fue una de las muertes que los antiguos cabecillas, en la carta dirigida a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), atribuyeron a la extinta organización:

Congresista Pablo Emilio Guarín

Asesinado 15 de noviembre de 1987

En su juventud, Pablo Emilio Guarín simpatizó con el Partido Comunista, pero el asesinato de un amigo a manos de las Farc lo convirtió en un ferviente opositor de la izquierda. Ese suceso lo marcó profundamente. Su liderazgo le ayudó a hacerse un camino en la vida pública y su triunfo electoral más relevante lo obtuvo al ser elegido representante a la Cámara por el liberalismo en los años ochenta.

La autoridad que trajo su curul en el Congreso la usó para consolidar el proyecto que tiempo atrás venía gestando. Debido al hastío hacia la guerrilla en la región, Guarín fundó en Puerto Boyacá —municipio al que bautizaría como “la capital antisubversiva de Colombia”— la Asociación de Campesinos y Ganaderos del Magdalena Medio (Acdegam), agrupación que pasaría a la historia como una de las precursoras del fenómeno paramilitar y que pactaría alianzas con potentados narcotraficantes. En el seno de Acdegam y bajo la influencia de Guarín, se formaron dos alfiles de las autodefensas: Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, y Henry de Jesús Pérez. Este último, con miles de hombres armados bajo sus órdenes, crearía el Frente Pablo Emilio Guarín en su honor años después.

Pero Guarín no vivió para presenciarlo. Un domingo, en las inmediaciones de Chocontá, Cundinamarca, varios hombres le dispararon con ametralladoras y causaron su muerte. Debido a las posturas ideológicas de la víctima, las Farc encabezaron la lista de sospechosos. Ahora, con la confesión, la principal hipótesis se confirma. Con el crimen de Guarín las Farc lograron crear un mártir de la causa anticomunista y un motivo de venganza en el que se escudaron los paramilitares para cometer atrocidades bajo el supuesto de arrasar con todo lo que tuviera visos de izquierda.