Pacto entre diablos: estas son las alianzas del ELN para mantener el control del narcotráfico y la minería ilegal

“Es claro que ya no es algo ideológico sino criminal”, la frase hace parte de un informe de inteligencia que tiene en su poder el alto gobierno y que fue entregado hace poco por las agencias de seguridad del Estado, en donde le advierten a la Casa de Nariño y al Ministerio de Defensa sobre las alianzas que tiene el ELN en diferentes regiones del país.

El informe que conoció SEMANA detalla la asociación criminal que tiene el ELN con estructuras que en unas regiones del país son sus peores enemigos pero que en otras zonas son sus aliados para proteger los negocios del narcotráfico, la minería ilegal, la extorsiones, los secuestros y otras formas delincuenciales.

Y aunque el ELN se mostró en desacuerdo con el gobierno, que lo equiparó en el proyecto de paz total con estructuras netamente narcotraficantes como el Clan del Golfo, que no cuenta con ideología política, la actividad actual de esa guerrilla es la misma de los Grupos Armados Organizado, según el informe de inteligencia.

Para nadie es un secreto que las rentas ilícitas son el combustible de las organizaciones criminales de alto impacto como el Clan del Golfo, la Segunda Marquetalia, las disidencias de las Farc y el ELN.

Por ello es que en varias regiones del país se han generado por años alianzas criminales por conveniencia y así quedó en evidencia en el más reciente informe de inteligencia que construyeron las agencias de inteligencia nacional con base en capturas, documentos encontrados en campamentos del ELN, computadores, testimonios de desmovilizados, entre otros.

Dentro de la información recopilada se evidenció cómo en el sur del país, en los departamentos del Cauca y Nariño, el ELN mantiene una alianza fuerte a través del Frente José María Becerra, que pertenece al frente de guerra suroccidental con la Diomer Cortés de la Segunda Marquetalia de Iván Márquez.

De acuerdo con la inteligencia de la fuerza pública, la alianza se concentra en la conflictiva región del Cañón del Micay, en el Cauca, zona considerada como el corazón de las disidencias de las Farc de alias Iván Mordisco.

Otra de las regiones en donde se han evidenciado asociaciones criminales del ELN ha sido en el sur de Bolívar. De acuerdo con la información de inteligencia, en esta zona opera el Frente de Guerra Darío Jesús Ramírez Castro, que fue comandado por alias Tuvia, quien como se recordará murió en un operativo del Ejército en el 2023, en Yondó, Antioquia.

La importancia del frente Ramírez Castro radica en que se especializa en la minería ilegal en regiones como Bolívar y el bajo y nordeste antioqueño. Es una estructura que tiene cerca de 400 hombres en armas y que se encuentra en alianza con las estructuras 37, 4 y 24 de las disidencias de las Farc de Jon Mechas, quien está acusado del atentado contra el expresidente Iván Duque, ocurrido en Norte de Santander, en junio del 2021.

Hay que recordar que el gobierno del presidente Gustavo Petro le pidió a la Fiscalía de Francisco Barbosa que se le levantara la orden de captura que había sido expedida en contra de Jhon Mechas para incluirlo en el proyecto de la paz total.

La alianza delincuencial entre el ELN y las disidencias de las Farc de Jhon Mechas en el sur de Bolívar —según el informe— tiene como propósito evitar el avance del Clan del Golfo, que busca apropiarse de las zonas de minería ilegal.

Otro contubernio que han detectado los organismo de inteligencia está en Norte de Santander, en la región del Catatumbo. Los frente del Magdalena Medio del ELN sellaron un acuerdo criminal con los hombres de alias Calarcá, exsocio de Iván Mordisco.

Allí, el ELN actúa de manera coordinada con el frente 33, y su propósito —al igual que en ocasiones anteriores— es contener a los hombres de Chiquito Malo y alias Gonzalito, cabecillas del Clan del Golfo, que buscan apropiarse de las zonas donde tiene injerencia la guerrilla y las disidencias de las Farc.

Situación contraria ocurre en el departamento de Arauca, en donde la guerra con las disidencias de las Farc es sanguinaria. El ELN y la agrupación criminal han sostenido enfrentamientos, dejando decenas de cadáveres tirados a lado y lado de las vías del departamento fronterizo con Venezuela.

Otra de las regiones que está sufriendo el accionar terrorista del ELN —que pese a estar en diálogos de paz mantiene sus acciones violentas— es el departamento del Chocó.

De acuerdo con el informe de inteligencia, el reciente paro armado decretado por la guerrilla en el departamento tenía como propósito reacomodar a los frentes con el propósito nuevamente de el avance del Clan del Golfo, que buscaba ganarle terreno a la guerra con la estructura Jairo de Jesús Urrego.

Escalada terrorista

Recientemente el ELN fue objeto de fuertes críticas por el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, que le dijo a la guerrilla que la voluntad de paz se expresaba con hechos y no con palabras. La referencia la hizo a raíz de los recientes atentados que ha cometido el ELN, luego de que se venciera el pasado 3 de agosto el cese al fuego que se había pactado con el gobierno.

Desde ese momento la guerrilla ha ejecutado acciones criminales como el paro armado en el Chocó, el asesinato de un soldado usando un francotirador en Norte de Santander, y afectando gravemente el medio ambiente atentando contra el oleoducto Caño Limón - Coveñas en Arauca y Norte de Santander.

Las acciones contra la infraestructura crítica del país hicieron que Ecopetrol emitiera una alerta sobre un posible desabastecimiento de gas en varias regiones del país tras la compleja situación de orden público.

El comandante del Ejército, el general Emilio Cardozo, confirmó que la guerrilla inició una campaña terrorista contra los oleoductos, ocasionando siete atentados, de los cuales cinco fueron en el oleoducto Caño Limón - Coveñas y dos en el oleoducto Bicentenario.

“Las tropas se están desplegando en esos sectores y estamos ajustando dispositivos”, dijo el alto mando militar al referirse a lo que se está haciendo el Ejército con respecto a los atentados en los oleoductos.