NACIÓN
La verdad de Petro sobre la toma al Palacio
Treinta años después de ese terrible episodio, Gustavo Petro, exmilitante del M-19, justifica las acciones de ese grupo guerrillero. Recuerda las torturas del Ejército de las que fue víctima y dice que falta mucha verdad.
Para algunos resulta tardío, pero hoy, treinta años después de uno de los episodios más dolorosos de la historia del país, la toma del Palacio de Justicia, muchos se han atrevido a pedir perdón por los oscuros hechos que desembocaron en el holocausto. Desde Belisario Betancur, presidente de la República de la época, hasta Juan Manuel Santos, actual presidente, que prometió hacerlo este viernes a nombre del Estado colombiano. Está plenamente demostrado los excesos de la fuerza pública en la retoma.
Pero aún hay quienes reclaman la responsabilidad de aquellos exmilitantes de la guerrilla del M-19, la que se tomó a sangre y fuego el Palacio de Justicia, circunstancia que precipitó los hechos que enlutaron al país el 6 y 7 de noviembre de 1985. Desde entonces, en el país ha habido un debate de nunca acabar. Mientras hay oficiales condenados por la retoma, dirigentes del M-19 fueron indultados e incluso hoy ocupan cargos de elección popular.
Uno de ellos es el saliente alcalde de Bogotá, Gustavo Petro al que, como exintegrante de este grupo subversivo, aún hay quienes le reclaman y le exigen que pida perdón. El hoy alcalde desde entonces, no ha pronunciado esa palabra, por el contrario, siempre ha justificado lo sucedido.
Treinta años después del holocausto, Petro tampoco lo hizo. Recordó, a través de su tribuna preferida, Twitter, que por esos días de noviembre estaba detenido y siendo víctima de torturas por parte del Ejército, durante cuatro días, en la Escuela de Caballería. Luego fue condenado a cuatro años de prisión por porte ilegal de armas.
Un relato ya conocido pero que Petro ha querido reivindicar este viernes. El mismo día en que las versiones y testimonios de protagonistas de la época pululan en radio, prensa y televisión, el alcalde de Bogotá ha puesto en duda lo que llamó la versión oficial sobre los hechos del palacio.
Por ejemplo, según la Comisión de la Verdad, hubo relación entre el M-19 y el narcotráfico para ejecutar la toma. Se ha dicho que al capo Pablo Escobar le interesaba que la Corte Suprema no aprobara la extradición, y que por eso habría promovido al M-19 para ejecutar dicha operación.
A Petro no le resulta escandalosa esa versión, por lo que se pregunta: “¿Acaso Pablo Escobar no dominaba en 1985 a la clase política tradicional y había cooptado parte de la cúpula militar y policial de entonces?”.
También recuerda que el informe de medicina legal determinó que todas las municiones encontradas en cuerpos de magistrados muertos no pertenecían a armas del M19, y por eso se preguntó. “¿Y si la historia oficial sobre el Palacio de Justicia no es cierta? ¿Y si solo sirve para encubrir podredumbre de la clase dirigente?”.
Petro no tuvo participación alguna en la toma del Palacio de Justicia, pero por ser uno de los dirigentes más representativos del M-19 le ha tocado cargar con esa cruz. Hoy utilizó las palabras del exmagistrado Carlos Betancur para admitir que la toma fue un error de la guerrilla, pero de sus labios nunca ha salido la palabra perdón. Muchos lo buscan para que la pronuncie. Treinta años después, y ya como protagonista de la democracia colombiana, aún no se escucha.
Sin embargo, Petro considera que el M-19 ya lo hizo. “Desde el inicio, desde el año 86, y el Estado colombiano en ese entonces no lo hizo, pero por encima de las solicitudes de perdón lo que importa es la verdad y aún la verdad del Palacio está tan desaparecida como varios de los desaparecidos”, dijo el hoy alcalde en algún evento.