JUDICIAL
Misterio por desaparecidos del Palacio de Justicia sigue
Han pasado 29 años y aun no se conoce toda la verdad de lo ocurrido en el holocausto.
La sentencia de 35 años contra el general Arias Cabrales no pudo llegar en un momento más simbólico, a tan solo una semana del aniversario de la mayor tragedia que ha vivido la justicia en su historia. No hay colombiano que no tenga presente qué pasó el 6 y 7 de noviembre de 1985 cuando un grupo de guerrilleros del M-19 se tomaron el Palacio de Justicia. Ese grupo insurgente mantuvo retenidos durante casi dos días a más de 350 funcionarios, entre magistrados de las altas cortes, empleados y abogados.
El saldo de la tragedia fue enorme: 98 personas perdieron la vida, entre ellos 11 magistrados. El nuevo Palacio de Justicia lleva hoy el nombre del entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, padre del hoy ministro de justicia, Yesid Reyes.
Durante casi tres décadas Colombia se ha preguntado qué pasó con las 11 personas que simplemente nunca aparecieron. Todo tipo de historias se han tejido sobre lo que pudo suceder con quienes salieron vivos del Palacio. El fallo contra el general Jesús Armando Arias Cabrales se adentró en cientos de folios y testimonios para reconstruir esas historias. Esto fue lo que pasó con cada uno de ellos según el Tribunal:
Los que fueron desaparecidos
Carlos Augusto Rodríguez Vera
Administrador de la cafetería. Tenía 29 años. Estudiaba Derecho en la Universidad Libre. Según el testimonio de Ricardo Gámez, Rodríguez salió con vida y sin lesiones. Luego, fue llevado a la Casa del Florero y luego a la escuela de Caballería por orden de Plazas Vega, que dijo que “lo trabajaran” y le dieran reportes cada dos horas. Se cree que fue torturado durante cuatro días y luego murió. Los videos y las imágenes lo muestran saliendo de Palacio sin lesiones y sus familiares lo reconocen. El Tribunal concluye que “más allá de toda duda razonable”, el administrador de la cafetería salió vivo del palacio, quedó bajo el control de los miembros del Ejército y no se tiene noticia de él desde esa fecha.
Bernardo Beltrán Hernández
Recién egresado del SENA con capacitación en cocina. Era mesero de la cafetería de Palacio. La hermana lo reconoce en uno de los videos por el pelo y por su contextura física. La esposa de Carlos Augusto Rodríguez, Cecilia Cabrera, también lo identifica en uno de los videos. Con base en los videos y las fotos, el Tribunal concluye que Beltrán salió con vida bajo el control del Ejército y, como no se ha tenido noticia de él, lo declara desaparecido forzadamente.
David Suspes Celis
Trabajaba como chef de la cafetería. El 15 de noviembre la esposa recibió una llamada de alguien que se identificó como del F2 y le dijo que los de la cafetería habían salido con vida, pero que estaban siendo torturados. Una compañera de las que trabajaban en la cafetería (pero estaba en licencia) lo reconoció en uno de los videos. La similitud de las imágenes confirma que salió vivo del Palacio bajo el control del Ejército y que luego no se supo más de él.
Luz Mary Portela León
Era ayudante de la cocina de la cafetería, lavaba los platos. Varios testigos la identifican porque era bajita y tenía un brazo herido. Uno de los magistrados dice haberla visto en la Casa del Museo, y una periodista dice que la vio en la Casa del Florero. Dicen que los militares dijeron que podían ser guerrilleros (Luz Mary y un hombre negro con el que estaba) y los subieron al segundo piso de la Casa Museo, a donde llevaban a los sospechosos. Después de eso no se sabe nada de su paradero. Con base en todas esas coincidencias, la sala infiere que fue Luz Mary Portela a quien vieron en la fila de rescatados saliendo del Palacio, herida en un brazo pero con vida, y bajo el control de los militares.
Hasta el momento no se tiene noticia de ella y por ello se declara desaparecida forzadamente.
Irma Franco Pineda
Era una de las guerrilleras. Tanto la defensa como los intervinientes en el proceso aceptan que salió viva del Palacio. Las pruebas demuestran que la guerrillera fue llevada a la casa del Florero y que desapareció cuando estaba bajo el control de miembros del Ejército.
No se sabe si fueron desaparecidos:
Cristina del Pilar Guarín
Cajera de la cafetería del Palacio. El padre la identifica como la mujer sacada en hombros por un soldado. Sin embargo, el reconocimiento por parte de la familia no es convincente. Además, hay una declaración de otra señora que dice que la persona que sale cargada por un soldado en el video es ella. Por esta razón, el tribunal sostiene que no hay base probatoria convincente que indique que la señora Guarín salió viva del Palacio.
Héctor Jaime Beltrán Fuentes
Mesero de la cafetería. Padre de dos niñas. El video en donde la mamá decía que lo vio salir con vida desapareció. La esposa recibió una llamada de alguien del F2 diciendo que tenía un casete con los de la cafetería y que los estaban torturando, pero nunca se encontró ese casete. Uno de los rehenes que sale de la cafetería con el resto del grupo no ha sido identificado y podría ser él. Pero no hay reconocimiento alguno por parte de los familiares. Por la indefinición en el material probatorio, se declara que no hay prueba de que haya sido desaparecido.
Gloria Stella Lizarazo
Era madre de 4 hijos y atendía el autoservicio de la cafetería. Hay errores en su identificación. La ascensorista del Palacio de Justicia, Maria Nelfi Díaz, dice, que es otra señora. Hay confusión en cuanto a la ropa que tenía y nada es muy claro. Por eso el Tribunal dice que no es una de las desaparecidas.
Norma Constanza Esguerra
Distribuía comestibles en las diferentes cafeterías del Palacio para complementar sus ingresos. En un principio se dijo que como no podía ser identificada entre los restos de los cuerpos incinerados en Palacio, y no se sabía de ella, se debía dar como desaparecida. Pero no hay ninguna prueba de que haya salido viva y no se ha hecho la debida confrontación de los restos humanos, por lo que a juicio del Tribunal no es válido declararla como víctima de desaparición forzada.
Lucy Amparo Oviedo
Era una estudiante que buscaba ser contratada. A los papás y a la hermana les informaron por fuentes diferentes que Lucy estaba en la casa del Museo y que pronto sería enviada a su casa, pero nunca apareció. El 12 de noviembre un vecino que trabajaba en la Brigada de Usaquén le dijo a la hermana que la había visto y que estaba muy sucia. Cuando fueron a averiguar, los militares negaron tener retenidos, y que los de la cafetería “se habían ido para el monte”. Los padres dicen que en el video aparece alguien que puede ser ella, pero que no pueden estar seguros, y otra mujer dice que esa persona no es Lucy sino ella. En conclusión, no hay pruebas que demuestren que Lucy salió con vida del Palacio y por ello no se puede declarar como víctima de desaparición forzada.
Gloria Anzola de Lanao
Abogada que parqueaba su carro en el sótano de Palacio. El carro apareció allí, pero de ella no se sabe. Los padres dicen haber recibido llamadas anónimas en las que les decían que estaba en el Cantón Norte y que la estaban torturando. No hay ninguna evidencia de que haya salido viva del Palacio y no se puede dar como desparecida, ni condenar a alguien por su supuesta desaparición.