Política
Paloma Valencia se destapa y le lanza duras críticas al ministro de Defensa, Iván Velásquez: “Están debilitando las fuerzas del Estado”
En entrevista con SEMANA, Paloma Valencia criticó duramente al Gobierno de Gustavo Petro por sus posturas frente a la criminalidad. Dijo que su oposición es “constructiva y no extorsiva”.
SEMANA: ¿Qué balance hace de los casi dos meses del Gobierno del presidente Gustavo Petro?
PALOMA VALENCIA: Al principio, todos teníamos la incertidumbre de quién iba a gobernar, si el socialdemócrata de la campaña o el exguerrillero. Creo que ese interrogante se ha ido despejando con varias decisiones. Hoy veo serios peligros en varios temas fundamentales, como nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra seguridad energética, nuestro derecho a la propiedad y en la visión de si el Estado tiene que estar dedicado a los delincuentes o a los ciudadanos.
SEMANA: ¿Qué opina de nombramientos de ministras polémicas como la de Minas y la de Salud?
P.V.: El problema no son los nombramientos ni las personas, sino las malas ideas. No tiene ningún sentido que una ministra de Minas y Energía considere que hay que prohibir la exploración de petróleo y gas con miras a comprarle a Venezuela. Es decir, que Colombia pierda recursos y deje de recibir las rentas sin ningún beneficio. Porque no es cierto que eso proteja el medioambiente, ya que vamos a seguir consumiendo el mismo carbón, la misma gasolina y el mismo gas, solo que ahora lo vamos a traer de Venezuela, una dictadura acusada por la ONU de crímenes de lesa humanidad.
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SEMANA: Y en el caso de la ministra de Salud, ¿qué lectura tiene?
P.V.: Una funcionaria que da unas declaraciones diciendo que hay que ocasionar una crisis profunda en el sistema, para que la gente vea la necesidad del cambio e inmediatamente pasa a desfinanciar a la salud en más de 4 billones de pesos, es una ministra que está irrespetando a los colombianos. Uno, por un capricho en el sistema de salud, no puede poner en riesgo la vida de los ciudadanos.
SEMANA: Hay preocupación en algunos sectores por los temas de defensa. ¿Cómo lo está viendo?
P.V.: En las decisiones que ha tomado este Gobierno se nos fueron más de 70 generales con hojas de servicios de 30 y 37 años, experiencia y formación que se pierden para combatir la ilegalidad y conseguir la seguridad de los colombianos. El ministro de Defensa le quita 800.000 millones de pesos al sector y empieza a haber una crisis tal que ya se habla de la salida de otros 20 oficiales. Van a poner en peligro la seguridad de los colombianos. Pero lo que es más grave: si ellos en el Gobierno lo que quieren hacer es una negociación con los grupos ilegales, ¿para qué tienen que debilitar al Estado?
SEMANA: ¿A qué cree que le apunte el nuevo tono político de Petro con Nicolás Maduro?
P.V.: Es muy grave que un país y un Gobierno decidan legitimar a un tirano como Maduro, que ha expulsado a un tercio de su población, que tiene una situación crítica de hambre y falta de atención en salud y que está acusado de crímenes de lesa humanidad por la ONU. Además, es grave que violen así la Carta Democrática de la OEA. Eso no tiene explicación, como tampoco la tiene que el canciller haya retirado a Colombia de una sesión de la OEA evitando que votáramos una sanción contra Nicaragua por la violación de derechos humanos y la persecución a la Iglesia católica. Es inaceptable que ahora se esté hablando de las solicitudes de Colombia para que Cuba adquiera estatus por fuera de los países que financia el terrorismo, cuando son regímenes antidemocráticos.
SEMANA: ¿Cómo analiza el camino que está siguiendo el Gobierno en la búsqueda de la paz total?
P.V.: El único cese multilateral del fuego es el de las Fuerzas Armadas de Colombia, que ya anunciaron que no bombardean, no erradican, no fumigan, no extraditan y que ya no va a haber sometimiento, sino acogimiento. Lo único que está haciendo el Gobierno es debilitando las fuerzas del Estado, ofreciéndoles todo tipo de beneficios a los criminales y debilitando la propia posición negociadora del Gobierno.
SEMANA: Ha habido polémica por el tono conciliador del expresidente Uribe frente a Gustavo Petro. Finalmente, ¿cuál es la postura del Centro Democrático ante el Gobierno?
P.V.: En nuestras convicciones permanecemos incólumes. En nuestras críticas somos firmes, pero respetuosos. Toda oposición lo que quiere es que el Gobierno la oiga y tenga en cuenta sus posiciones. A nosotros nos tenían acostumbrados a que la oposición tiene que ser una especie de extorsión, en la que bloquean el país, generan violencia y dicen que nada cesará hasta que el Gobierno acepte lo que están diciendo. Eso es una extorsión. Nosotros consideramos que uno puede hablar con los gobiernos sin extorsionarlos y dependerá del presidente Petro si escucha esta media Colombia o sigue ignorándola.
SEMANA: ¿Está de acuerdo con que el expresidente Uribe se siga reuniendo con el presidente Petro?
P.V.: Creo que la oposición tiene que hacerse oír y tiene que lograr que los puntos que son cruciales y que considera que pueden ser nocivos para el país se eliminen de los proyectos. Y los mecanismos para hacerlo deben ser siempre constructivos con Colombia. Me apartaría si el expresidente Uribe estuviera diciendo: “Hagamos un bloqueo”. Me parecería gravísimo que él estuviera pensando en cómo tumbar al presidente Petro o que estuviera convocando a maltratar a la ciudadanía y generar caos para lograr nuestros objetivos.
SEMANA: ¿Siente que el expresidente Uribe se está entregando, de alguna manera, al nuevo Gobierno?
P.V.: El presidente Uribe no cede un ápice en sus convicciones, como no cedemos ninguno de los que estamos aquí. Lo que pasa es que la gente en Colombia se ha ido acostumbrando a que la oposición tiene que ser violenta y agresiva y buscar golpes de Estado. Nosotros jamás seremos una oposición que le apueste a la destrucción, sino que siempre pensaremos primero en Colombia y en cómo construirla.
SEMANA: El expresidente Uribe afirmó, tras la reunión con Petro, que no había que “estigmatizar” al mandatario. ¿Usted qué opina de esto?
P.V.: Creo que una cosa es la figura personal del presidente Petro, que hay que respetarla, porque es el presidente, y otra es que seamos muy francos, claros y contundentes con los argumentos. Como lo dije sobre la ministra de Minas: lamento que le hagan burlas sobre los zapatos o sobre el hablado, cuando en realidad el problema no es con ella, sino con las ideas equivocadas que le quiere presentar a Colombia. Uno puede ser muy suave con las personas y muy duro con las ideas.
SEMANA: Usted propuso en la reforma política que se tramita en el Congreso que desaparezca el conflicto de interés de los congresistas cuando se trate de defender temas de los privados que los financiaron. ¿Por qué surge esta propuesta?
P.V.: Hay que decir que la izquierda lo que quiere es prohibir la financiación privada de las campañas. Es decir, excluir al sector privado de la política. Eso no tiene ningún sentido, porque, entre otras, le cuesta mucho al Estado y, por otro lado, es natural que la forma en la que el privado apoya a quien quiere que lo represente es ayudándole económicamente en la campaña. Además, los congresos son para que representen, es un ejercicio de representación. Si un panelero, por ejemplo, quiere ser el senador de los paneleros, pues ese sector lo va a apoyar haciéndole campaña y ayudándole económicamente en ella. Pero no puede ser que cuando el panelero sea elegido, le digan “usted puede hablar de todo excepto de la panela, porque le ayudó el gremio panelero”.
SEMANA: Hablando de temas que se están debatiendo en el Congreso, ¿cuál es la posición del urbismo sobre la propuesta de eliminar el Consejo Nacional Electoral y crear la llamada Corte Electoral?
P.V.: A nosotros en principio ese proyecto no nos gusta. Sin embargo, reconocemos que ahí hay un espacio de mejoramiento, porque a Colombia no le está funcionando ese sistema. Los procesos son eternos, la Registraduría fracasó estruendosamente en las elecciones de Congreso, se invirtieron miles de millones de pesos y, por lo menos nosotros, no quedamos tranquilos con esos resultados, no hubo auditorías, no se respondieron las reclamaciones, todos esos son temas que, por supuesto, exigen reconocer que hay un problema. Sin embargo, la solución que están planteando no nos gusta.
SEMANA: Entonces, ¿cuál sería?
P.V.: A mí me sigue gustando la Sección Quinta del Consejo de Estado. Creo que podríamos pensar en una Registraduría colegiada, que tenga unos mejores niveles de transparencia.