NACIÓN

¿Para qué alcanzan los 600 pesos diarios del aumento al salario mínimo?

La propuesta de los empresarios de aumentar el mínimo en un 2 % fue calificada por las centrales obreras como “mezquina”.

12 de diciembre de 2020
Jorge Robledo-Julio Roberto Gómez
El presidente de la Confederación General del Trabajo CGT y el senador Jorge Robledo compartieron con SEMANA Noticias sus impresiones sobre esa propuesta, que elevaría el salario mínimo actual por 17.500 pesos mensuales para llegar a a $895.000. | Foto: Fotomontaje SEMANA

“Hemos hecho un planteamiento prudente: creemos que en este momento el salario mínimo, el incremento, debería estar sobre el 2 %”, dijo hace algunos días Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. Su declaración, en medio del debate sobre el aumento del salario mínimo en Colombia para 2021, causó una fuerte reacción entre los trabajadores y las centrales obreras, que en medio de un año de crisis económica debido a la pandemia, calificaron esa propuesta como “mezquina”.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) y el senador Jorge Robledo compartieron con SEMANA Noticias sus impresiones sobre esa propuesta, que elevaría el salario mínimo actual en 18.000 pesos mensuales para llegar a a $895.000. O, para ponerlo en términos más simples, un aumento de 600 pesos diarios.

“600 pesos diarios alcanzan para muy poco. Son apenas tres monedas”, dijo Gómez, presidente de la CGT. “Son 18.000 pesos más en el bolsillo empobrecido del trabajador que no alcanzan para nada. Mi pregunta a los empresarios que hacen esta propuesta es: ¿se han puesto en los zapatos de un trabajador sabiendo que 18.000 pesos es lo que dan de propina cuando van a un restaurante el fin de semana?”.

El salario mínimo, tal como está definido en Colombia, debe tener dos características: que sea vital y que sea móvil. La segunda significa que no se puede estancar, pero la primera lleva a pensar que debería alcanzar, al menos, para adquirir la canasta familiar, que en Colombia, según Gómez, cuesta 1.750.000. “Un aumento de esa magnitud, es un insulto”, dijo.

Por su parte, el senador Robledo explicó que la lógica con la que se hace la propuesta muestra un pensamiento económico desactualizado. “Los empresarios que hacen esta propuesta cometen una equivocación porque en la medida en que un trabajador gane un poco más, el trabajador sale a gastar, y eso estimula el desarrollo industrial y agropecuario”, dijo. “Así se estimula un círculo virtuoso que le sirve al trabajador y le sirve al empresariado”.

Además, añadió que no todos los empresarios comparten esta visión: “Si un empresario solo mira su negocio y no el conjunto de la economía, no logra entender este análisis, que es el que las centrales obreras llevan haciendo durante muchos años”, dijo. “Y entre los empresarios hay un sector que defiende, frente al tema salarial, que los trabajadores ganen más para que gasten más en bienes y en servicios”.

Julio Roberto Gómez compartió esa precisión. Y, además, comentó que durante más de tres décadas la argumentación del movimiento sindical en torno al salario mínimo ha estado dirigida a demostrar cómo la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora puede dinamizar el desarrollo económico de Colombia, mientras que cuando los beneficiados son los grandes capitales, el dinero se invierte en otros países. “Si un trabajador gana más, se lo gasta acá”, dice Gómez.

Robledo, además, presentó un análisis en el que sostiene que en medio de una crisis como la que se generó por la pandemia de covid-19, la economía está sufriendo, precisamente, porque no hay quien compre.

La propuesta

En las primeras negociaciones, las centrales obreras hicieron una propuesta de un aumento del 14 %. Para los empresarios, esto también es exagerado, y aunque Gómez dice ser consciente de que el aumento no va a ser de esa magnitud, defiende esa postura. “El aumento no va a ser del 2 % ni va a ser del 14 %”, dijo. “Pero hay que tener en cuenta que el 14 % no es un aumento alto, sería llevar el salario mínimo a un millón de pesos, una cifra que aún no resuelve los principales problemas del país”.

“Si las empresas se siguen quebrando en medio de la pandemia no va a ser bueno para nadie”, dice Robledo. Gómez está de acuerdo e invitó tanto a los sectores empresariales como al Gobierno a asumir una postura de escucha, de comprensión a la situación de los trabajadores y de negociación.

Desde el lunes se reanudarán las reuniones para intentar acordar una cifra.