Paro: estudian cierre de fronteras, toque de queda y ley seca

A tres días del paro nacional del próximo 21 de noviembre, aumenta la tensión dentro del Gobierno sobre la posibilidad de que la marcha derive en disturbios en las principales ciudades del país. Además de hacer llamados para que las protestas transcurran de forma pacífica, expedirán un decreto en las próximas horas que definirá medidas para contrarrestar eventuales brotes de violencia.

La primera decisión del Gobierno tiene que ver con una restricción al porte de armas de fuego, con el fin de evitar cualquier incidente durante las manifestaciones.

Así mismo, el Gobierno estudia el cierre de las fronteras durante todo el próximo 21 de noviembre. Este bloqueo de los pasos terrestres y fluviales se da además en un momento en el que han circulado versiones sobre el ingreso de ciudadanos extranjeros provenientes de Venezuela que podrían ser parte de la movilización nacional.

“Las medidas deben incluir los controles migratorios en los puestos terrestres y fluviales fronterizos. Se exceptúan de la restricción los tránsitos que deban realizarse por razones de caso fortuito o fuerza mayor, así como los tránsitos aduaneros internacionales de mercancías que se encuentren autorizados desde una aduana de partida ubicada en el exterior o por una aduana colombiana; que por términos deban cruzar la frontera para darle cumplimiento al Régimen de Tránsito”, dice un borrador del decreto.

El decreto también abrirá la puerta para que los alcaldes ordenen el toque de queda, de ser necesario, además de una ley seca y prohibición de circulación en vías y lugares públicos.

 "La Constitución y la ley determinan que el presidente de la república, en aras de mantener el orden público, puede dar instrucciones a gobernadores y alcaldes en temas de orden público. En cuanto a porte de armas, efectivamente se está hablando de la posibilidad de suspensión", aseguró la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, en diálogo con BluRadio.

Desde este lunes, las Fuerzas Militares quedaron en acuartelamiento de primer grado, lo que significa que las tropas deben concentrarse y estar listas ante cualquier llamado. También se ha ordenado presencia militar en algunos puntos de Bogotá.