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Paro nacional 28 de abril | Conferencia Episcopal de Colombia y Arquidiócesis de Bogotá se suman al llamado para que se suspendan las manifestaciones en el país

Cada una de estas instituciones emitió un comunicado que expresan que es necesario anteponer el derecho fundamental a la vida y el deber de proteger la salud . Por lo que piden a los promotores del paro nacional para que pospongan las marchas.

27 de abril de 2021
La Conferencia Episcopal se pronuncia sobre el paro
La Conferencia Episcopal se pronuncia sobre el paro. | Foto: Semana

Colombia atraviesa actualmente por el tercer pico de la pandemia de coronavirus y el panorama no es nada favorable para la población del país. En medio de hospitales a tope, sin camas UCI disponibles y el incremento de casos en varias ciudades y municipios, son muchas las voces que han hecho un llamado a reconsiderar la realización del paro nacional programado para este miércoles 28 de abril en rechazo a la reforma tributaria y otros proyectos del Gobierno nacional.

A un día de la protesta convocada en contra de la reforma tributaria, la Conferencia Episcopal de Colombia anuncia que se suma al llamado que diversos sectores sociales han hecho a los promotores del paro nacional para que suspendan las marchas y concentraciones programadas para el día de mañana. La razón principal: “es necesario anteponer el derecho fundamental a la vida y el deber de proteger la salud de todos”.

La institución católica afirma que este es un momento crítico para las personas que están siendo afectadas a causa de la pandemia. Asimismo, comenta que la propagación del virus ha provocado que este tercer pico de la pandemia represente un grave riesgo para la vida y la salud de los habitantes colombianos.

“La Conferencia Episcopal reconoce la complejidad de la situación actual y reitera que la protesta social pacífica es un legítimo derecho, que históricamente se ha ejercido de múltiples formas. No obstante, ante la situación que afrontamos y los perjuicios que pueden derivarse para la salud pública, lo más recomendable es no recurrir a las marchas y concentraciones presenciales; no se trata se postergar la expresión de las necesidades y aspiraciones, sino de encaminarlas por medios acordes con las urgencias que la pandemia nos impone”, dijo la institución a través un comunicado firmado, entre otros, por el Monseñor Óscar Urbina, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana.

La Conferencia busca hacer un llamado al pueblo colombiano en defensa de la vida, a la reconciliación y a la unidad para superar la pandemia del covid-19 y las demás “pandemias sociales”. Esto para construir un país unido y una casa para todos, como lo mencionó el máximo pontífice de la iglesia católica, el Papa Francisco.

Arquidiócesis de Bogotá se pronuncia

Así como la Conferencia Episcopal, la Arquidiócesis afirma que las formas de expresión y los medios de descontento de las crisis y las manifestaciones puedan tener un objetivo que vaya encaminado al cuidado de la vida y el desarrollo justo y equitativo de Colombia.

“Ponemos en las manos del Señor todas las necesidades de nuestro país y le pedimos a él, que es la fuente de vida, nos de la sabiduría para discernir lo que sea más prudente y beneficioso para nuestro país y de esa manera ser dignos de esperanza en medio de la situación crítica por la que estamos pasando”, comentó la institución a través de su comunicado.

Otras voces en contra del paro nacional

Al comunicado de la Conferencia Episcopal se unen otras instituciones quienes apoyan el derecho a la protesta pero creen inconveniente hacerlo frente a este panorama del tercer pico. Estos son algunas voces de entidades públicas que se han manifestado:

El primero en manifestar la oposición a las marchas fue el comité asesor para la respuesta de la pandemia, en cabeza del Ministerio de Salud, quienes hicieron un llamado a la solidaridad de los convocantes del paro nacional del 28 de abril, para aplazar durante algunas semanas las manifestaciones programadas para esta fecha, esto con el fin de evitar un incremento mayor en las muertes y decesos en medio de la tercera ola de covid-1.

Asimismo, este lunes, se unió el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien afirmó que apoya el derecho a la protesta, pero alertó sobre la inconveniencia de llevar a cabo manifestaciones en este momento.

“Como defensor del Pueblo quiero unir mi voz a todas las instancias médicas y científicas como el Colegio Médico de Bogotá, el Comité Epidemiológico, la Organización Panamericana de la Salud, OPS, y la Organización Mundial de la Salud, OMS, entre otros muchos, que están alertando sobre la inconveniencia de convocar movilizaciones sociales en este momento tan riesgoso para la salud y la vida de los colombianos”, dijo.

La Procuraduría también pidió reconsiderar la realización de las manifestaciones. En un comunicado, el Ministerio Público sostuvo que “al observar las alarmantes cifras de fallecimientos por causa del coronavirus que se vienen presentando en Colombia, el crecimiento de velocidad de contagio del virus, la confirmación de la presencia de dos nuevas cepas en algunas de las principales ciudades (...) y la escasez de oxígeno en varias regiones, la Procuraduría llama a todos los mandatarios del país a reforzar las medidas que se vienen tomando para proteger la vida, al tiempo que insta a la población a acatar las recomendaciones que desde el sector salud se vienen realizando”.

Por otra parte, en entrevista con SEMANA Noticias, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco Nacional, habló sobre la inconveniencia del paro nacional en este momento. “Por supuesto que no y por muchísimas razones. El Comando Nacional Unitario que convoca al paro ha expuesto que el motivo de ello es la reforma tributaria, pero es que hay muchas formas de mostrar el desacuerdo a través de las vías democráticas, a través de la opinión, a través de la participación, a través de expresar los desacuerdos”, dijo.

Sin embargo, siguen siendo muchos los sindicatos que afirman que la convocatoria al paro del 28 de abril se mantendrá firme, con la participación de estudiantes, trabajadores formales e informales, taxistas, conductores y otras manifestaciones sociales.