Investigación
Paro Nacional | Si todos piden respeto para la misión médica, ¿por qué la siguen irrespetando?
SEMANA consultó a todos los actores del paro nacional: manifestantes, defensores de derechos humanos, Policía, Ejército, sindicatos, Gobierno, alcaldías y, por supuesto, a los miembros de la misión médica, para conocer qué están haciendo para respetar y garantizar la vida y la salud en medio de las protestas.
Antes de entrar en materia, hay un hecho que todos los involucrados en la actual crisis que atraviesa Colombia admiten. La escalada de violencia toca hoy a aquellos a quienes hace apenas unos meses llamábamos “héroes” en medio de la cuarentena por el coronavirus: el cuerpo médico.
Por mentiras difundidas desde algunos sectores políticos, afirmando que las ambulancias trasladaban heridos al Portal Américas o que cargaban armamento, fueron atacadas anoche 16 que sólo socorrían heridos civiles y uniformados.
— Luis Ernesto Gómez👟 (@LuisErnestoGL) May 23, 2021
¿A dónde pretenden llegar con esta locura? pic.twitter.com/ZdPQxOW7rg
“Durante el fin de semana, se dijeron dos mentiras: que las ambulancias que prestan servicio de salud (en Bogotá) transportaban elementos bélicos, y que, además, los equipos médicos estaban entregando los heridos atendidos durante las manifestaciones a la Policía, para que fueran judicializados. Estas mentiras, son una violación al Derecho Internacional Humanitario y, aún más grave, deja una imagen negativa de las tripulaciones que ejercen su labor, poniendo en riesgo su vida. Han atacado 16 ambulancias y a dos tripulaciones”, reveló el alcalde (e) de Bogotá Alejandro Gómez.
Si bien las denuncias de la concejal Heidy Sánchez no fueron acompañadas por evidencias, el alcalde encargado incurre en una imprecisión: no hay violación al DIH porque oficialmente los disturbios dentro del paro nacional y la coyuntura digital que rodea al mismo no están enmarcados dentro de la figura del conflicto armado”.
“Estamos en un escenario muy complejo de grave alteración del orden público y nos preguntamos: ¿cuál es el régimen que aplica para la protección de nuestras vidas? En mi opinión no estamos en un escenario de guerra civil o conflicto armado regulado por el derecho internacional humanitario. Esto no significa que estemos desprotegidos, sino todo lo contrario: la acción de tutela, las medidas cautelares, el habeas corpus, el derecho penal y todos los mecanismos de protección de derechos humanos nacionales e internacionales siguen vigentes”, explica María Carmelina Londoño, abogada internacionalista y directora de la maestría de derecho internacional de la Universidad de La Sabana.
¡Grave denuncia! @AlexaRochi__ señala que mientras están a la espera de una ambulancia para recoger los heridos, acaba de pasar una ambulancia que fue requisada y encontraron allí gases lacrimógenos para el ESMAD en Portal Américas. #ParoNacional23M pic.twitter.com/jHGvSePOoy
— Heidy Sánchez Barreto 💛💚 (@heidy_up) May 23, 2021
¿En qué beneficia o afecta que no nos encontremos en el escenario de intervención del derecho internacional humanitario? Por un lado es positivo, pues no se tipifica a los manifestantes como “combatientes” o a los disturbios como conflicto armado, lo que impide que las acciones violentas que puedan cometer las autoridades policiacas o militares puedan ser maquilladas como legítimas dentro de la confrontación. La desproporción en la fuerza sigue estando dentro del espectro de la justicia colombiana, para ser investigada y sancionada.
Esto no quiere decir que los manifestantes tengan carta blanca e impunidad para arremeter contra los uniformados. Sin la figura de conflicto armado, las responsabilidades por desmanes y agresiones son individuales e igualmente los cobija el Código Penal colombiano.
Por ejemplo, en el caso relacionado con la muerte de una bebé cuando era trasladada en ambulancia por el sector de La Delfina (Valle del Cauca), los encargados de investigar son la Fiscalía General de la Nación o la Sijín de la Policía, aunque los manifestantes aseguran que el Esmad también interfirió con el paso de la ambulancia donde se movilizaba la recién nacida, por lo que se presenta una carga de responsabilidades por resolver. En todo caso, es la justicia ordinaria la llamada a fallar en este caso, sea en contra de los unos o los otros.
Rechazamos y condenamos categóricamente el ataque a la Misión Medica por parte de los manifestantes y del ESMAD a la altura del Corregimiento la Delfina Jurisdicción de la Ciudad de Buenaventura 🧵⤵️ pic.twitter.com/GVJi6ojYKs
— Human Rights Internacional🕯🇨🇴 (@HRI_ONG) May 23, 2021
“Existen varios delitos que podrían configurarse aquí según el derecho penal: al atacar una ambulancia se incurre en daño a bien ajeno, con el agravante de ser misión médica. Si los tripulantes o el paciente resultan heridos, existe el delito de lesiones personales; si alguna persona fallece (como el caso de los bebés que se han conocido por medios de comunicación), puede constituirse un escenario de homicidio culposo o doloso”, argumentó la abogada Londoño.
También es negativo el escenario actual sin la injerencia del DIH, pues delitos como los denunciados por manifestantes en varias partes del país (Bogotá y Valle del Cauca) respecto al uso de misiones médicas para apoyar con logística o transporte a los uniformados, caen en una zona gris legal.
“En el derecho internacional humanitario (DIH) esta prohibido rotundamente el uso instrumental de las ambulancias y todo tipo de misiones médicas para acciones de guerra. El delito cometido se llama “perfidia” y son los tribunales especiales de crímenes de guerra o la CPI quienes imponen las sanciones para los culpables. El asunto es que en este momento el DIH no aplica para la actual situación del paro”, argumenta la doctora María Carmelina.
El diablo está en los detalles. “Cuando hablamos del presunto uso o instrumentalización de una ambulancia por parte de la fuerza pública, dicho delito no existe en el Código Penal, fuera del escenario del conflicto armado. Para el caso presente del paro no existe un delito claramente tipificado que castigue esta conducta y el único camino para juzgar a los servidores públicos es el derecho disciplinario”.
#Denuncia Una ambulancia transporta armamento del Escuadrón del ESMAD, en el Sector Puente Bolívar. Cartago, Valle del Cauca, Colombia. 17 de mayo de 2021.
— Alexa Rochi 🤨 (@AlexaRochi__) May 18, 2021
Después no se quejen porque no dejan pasar la “ambulancia” #ElParoNOPara pic.twitter.com/yt2QUKePp0
Dejando aparte el debate sobre la pertinencia del derecho internacional humanitario en la actual situación colombiana, lo cierto es que las misiones médicas (tripulaciones de ambulancia, brigadas médicas, voluntarios, etc.) no pueden ni deben ser parte de las acciones de protesta o escaladas violentas de ninguna de las partes, pues su único deber, su vocación, es hacia la vida y la salud.
Cada uno de los actores involucrados en el paro nacional han tenido posiciones sobre la labor de las misiones médicas (no necesariamente contrapuestas), pero sus discursos presentan fisuras. SEMANA se los presenta:
¿Qué establece la Cruz Roja respecto al deber de las misiones médicas?
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) contabilizó 3.780 ataques contra el personal de salud y pacientes durante los cinco años transcurridos entre 2016 y 2020, en un promedio de 33 países en cada uno de esos años, incluido Colombia.
Dentro de los ataques sufridos por el personal de salud, los heridos y los enfermos se incluyen homicidios, abusos sexuales y físicos, saqueos y destrucción de instalaciones y vehículos sanitarios. También se documentaron casos de obstrucción de los servicios de salud, como por ejemplo impedir la realización de campañas de vacunación o el paso de ambulancias por puestos de control, como ha sucedido en el marco del paro nacional.
“El mundo no ha logrado que la protección de las personas heridas, enfermas y agonizantes sea una prioridad. La asistencia de salud es un tema que recibe atención de la comunidad internacional; sin embargo, no se hace lo suficiente para proteger al personal y los establecimientos sanitarios”, dijo el presidente del CICR, Peter Maurer.
En el caso de la Cruz Roja colombiana, el respeto a su labor y sus símbolos ha sido relativo. A pesar de desavenencias graves en el pasado (como el uso de elementos del CICR en la Operación Jaque) la población conoce y respeta a aquella cruz en fondo blanco. “El emblema de la Cruz Roja se adopta en el marco de los tratados internacionales (Convenio de Ginebra) como un símbolo visible para la protección del personal destinado a atender los heridos en el marco de los conflictos armados. En Colombia se regula a través de la Ley 875 de 2004”, aclara Doris Marcela Hernández, Líder de construcción de paz de la CR.
“Cuando aparece la misión médica todos los actores dentro de los disturbios deben abrir paso seguro a las ambulancias, independiente de que existan bloqueos: no deben atacarlos, pues son para servicio de todos, independiente de la filiación o política de cada cual. La misión médica es neutral e imparcial”.
Por eso, para Hernández es tan importante que dicho emblema sea protegido y respetado en medio de las manifestaciones: “Las brigadas médicas que están en las calles, sean distritales, nacionales o simplemente civiles que brindan su tiempo y ayuda, no pueden usar el emblema de la Cruz Roja. Es necesario que se identifique plenamente con la “Cruz de la Vida”. Los únicos autorizados para usar el emblema de la Cruz Roja son los miembros actuales de la organización en Colombia (CICR y Cruz Roja Colombiana) y el personal de sanidad de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Esto está regulado en tratados internacionales”, explicó con vehemencia la funcionaria.
“Si usted participa en las manifestaciones y desea hacer labor humanitaria en cuanto a la salvaguarda de la salud, puede usar una bandera o brazalete donde lleve impresa o pintada la cruz de la vida: es de color azul y tiene una forma de equis con una vara en el centro. Es fundamental entender que quien la porta no puede ser parte activa de enfrentamientos o disturbios, pues su labor es netamente humanitaria. Instamos a que se respete este símbolo y a quien lo porta”.
Hernández descarta de plano que algún vehículo de la Cruz Roja haya sido utilizado para transportar armamento o militares en cualquier parte de Colombia, y hace un llamado a sus colegas del sector salud:
“El personal sanitario tiene derechos, pero también deberes: no se puede hacer distinción alguna o discriminación a quien se va a atender. El único criterio válido es el médico. Instamos a todos los miembros de la misión medica a cumplir con rigurosidad su misión, evitando comentarios o tomando partido por uno u otro lado, guardando el secreto profesional y absteniéndose de participar de hechos de violencia. La ambulancia o el emblema de la misión médica no puede ser usada para nada distinto a lo encomendado, solo para atender heridos y enfermos”, puntualizó.
¿Cuál es la posición de la “Primera Línea” frente al trabajo de las misiones médicas?
Es importante entender que no existe una dirección unificada, una organización centralizada a la cual llamar “Primera Línea”, pues quienes están en la primera fila de las protestas normalmente son vecinos de barrio o amigos que se han articulado.
SEMANA pudo conocer la posición de la línea denominada Bloque Negro, creada en la localidad de Suba, a la que pertenece Alfonso (lo llamaremos así por seguridad) quien aclara que como colectivo toman decisiones propias y no obedecen a ningún personaje o grupo externo. “Si me preguntan cómo es el manejo de nosotros con las misiones médicas es simple: se le da paso. La ambulancia pasa porque pasa, igual que bomberos. Eso es norma y principio para nosotros”.
Respecto a las tripulaciones de las ambulancias explica: “A ellos no se les requisa y ni siquiera se miran. El detalle es que están las denuncias de que están transportando a miembros del Esmad y armamento en ambulancias; por eso es que los están deteniendo en sitios como Kennedy, pero aquí en Suba no se entorpecerá nunca la labor de la misión médica”.
¿Los defensores de derechos humanos interceden también por la misión médica?
La respuesta es sí, según Juliana Forero, defensora de DD. HH. y mediadora entre las diferentes organizaciones de Primera Línea y los gobiernos municipales y distritales a nivel nacional.
“Por ejemplo, logramos abrir un corredor médico humanitario entre Tuluá y Buga: les explicamos a los manifestantes que este servicio es conexo a la vida, la salud y a la integridad y ellos aceptaron”.
Si es así, ¿por qué se han presentado casos lamentables en Cundinamarca y Valle del Cauca, donde bebés han perdido la vida por cuenta del bloqueo a las ambulancias donde iban? Juliana aclara que el mensaje de respeto a la misión médica se ha enviado varias veces, pero hay quienes no lo acatan.
“Hemos tenido un inconveniente en todas las primeras líneas, y es que en medio del paro algunos de sus miembros han tomado una actitud rebelde e intransigente, que ha derivado en roces entre los mismos colectivos. Ayer en La Delfina, donde murió la bebé, el bloqueo fue causado por ese tipo de manifestantes y la arremetida del Esmad. Hemos estado en reuniones desde ayer y hoy durante todo el día buscando que se firme un documento de respeto y paso a la misión médica, los insumos médicos y el transporte especial para pacientes que tienen enfermedades catastróficas o con tratamientos crónicos”.
¿Y qué piensa el Comité Nacional del Paro?
Nelson Alarcón, directivo de Fecode y del comité que hoy negocia los puntos del paro con el gobierno Duque, indica que el trabajo de la misión médica nunca ha sido boicoteado por los sindicatos o grupos adscritos al movimiento.
“Nosotros siempre hemos enfatizado en los corredores humanitarios para el paso de ambulancias, insumos médicos, alimentos y combustible. Se lo hemos trasladado a los diferentes colectivos que hacen parte del paro”.
Al ser consultado por la situación que llevó a la muerte de dos bebés en medio de los bloqueos, explicó: “Rechazamos todo tipo de violencia y es importante que se respete a la misión médica. Anoche ratificamos la instrucción a las bases del paro para que las ambulancias y todos los elementos vitales puedan pasar por los distintos corredores humanitarios”.
¿Será que algunas de esas bases no siguen sus indicaciones? Nelson descarta esa posibilidad de tajo. “Tenemos un Comité Nacional de Paro, unos comités regionales en 29 departamentos y sentimos que hay unanimidad en las recomendaciones y acciones dentro de las manifestaciones”.
Hablando de las denuncias sobre supuestas municiones o uniformados dentro de los vehículos médicos, “la Fiscalía General de las Nación y los entes de control tienen que investigar de manera seria los supuestos casos de instrumentalización de las ambulancias por parte de policías y dar a conocer los resultados. Tenemos diferencias con las cabezas de estos entes pero creemos en las instituciones y el Estado Social de Derecho”.
La Policía y el Ejército, ¿respetan a la misión médica?
Así como hay denuncias de bloqueos e interferencia por parte de los manifestantes, también los hay contra la fuerza pública. Muchos señalan los gases lacrimógenos y las bombas aturdidoras como corresponsables de la muerte de los bebés en carreteras de Colombia y múltiples heridas sufridas por personal de la salud.
¡No dejan de sorprender las canalladas del ESMAD! En inmediaciones del Portal de las Américas atacaron a la misión médica directamente, poniendo en riesgo su vida. ¿Algo que decir @IvanDuque y @ClaudiaLopez? #SOSPortalAmericas
— Heidy Sánchez Barreto 💛💚 (@heidy_up) May 20, 2021
Vídeo:@_ste_ban_ pic.twitter.com/cyMq4Zhovv
A pesar de no brindar una entrevista formal a SEMANA (lo que a estas alturas no solo es su deber como entidades públicas sino el derecho que tiene la ciudadanía a conocer su accionar) tanto la Policía como el Ejército coinciden en que su deber primordial es la vida y la libertad de los ciudadanos, por tanto tienen la obligación de garantizar el trabajo de la misión médica en todo momento.
Frente a las acusaciones de supuesto uso de las ambulancias a favor del Esmad en medio de los disturbios en Bogotá y Cali, la institución solo respondió: “Si alguien tiene pruebas de esas afirmaciones puede instaurar una denuncia formal ante los organismos competentes y se adelantará la investigación correspondiente”.
¿Las tripulaciones de las ambulancias sienten miedo para cumplir con su misión?
Zayda Gómez no tiene reparos en admitirlo. Lleva más de 10 años salvando vidas con su amada APH (Atención Pre-Hospitalaria, mejor conocida como servicio de ambulancia) y lamenta las imágenes de las últimas horas, donde sus compañeros fueron atacados en inmediaciones al portal Américas de TransMilenio, en Bogotá.
Niega que alguna vez hayan usado las ambulancias para transportar o asistir a los policías. “Nosotros tenemos mucho control sobre lo que hacemos y llevamos en las ambulancias. Siempre que trasladamos a alguien va un verificador de Secretaría de Salud Distrital, quien se asegura que en verdad llevemos un paciente. Eso se implementó desde hace más de 15 años”.
Pero, ¿una situación similar a la denunciada ha sucedido antes del paro? Zaida no lo cree. “Nosotros siempre nos limitamos al traslado de pacientes: nunca he visto que un policía u otra autoridad nos pida trasladarlo o llevar equipo de ellos a algún lado. Les diría a mis compañeros de gremio que hay que retomar la vocación de salvar vidas, más allá del trabajo o las posiciones políticas que tenga cada uno. Debemos atender a cualquier paciente, sea este policía o manifestante, y debemos respetar el secreto profesional. Las ambulancias nunca deben prestarse a otro objetivo que no sea la salud”.
Hoy, su súplica y su llamado es a los miles de colombianos que se manifiestan en las calles.
“Les pido encarecidamente que tengamos humanidad. Las personas heridas y que sufren son nuestra responsabilidad y todo lo que queremos es ayudarlos. Somos claros en decir que más allá de nuestras posiciones o creencias, cuando llevamos el uniforme de APH solo existimos para la salud. No tomamos bandos en el paro ni lo haremos, por eso les pido que nos respeten y permitan que la misión médica avance. Nunca actuaremos en contra de ustedes o de otra persona”.
Todos los entrevistados en esta investigación lanzaron en un momento dado la misma frase, que es la que moldea y define el mensaje que se busca enviar: “La vida es sagrada. La misión médica se respeta”.