ANTETITULO

Paro: Ordóñez cita a Gina Parody para buscar soluciones

No se puede usar mercurio en la actividad extractiva del país, eso es un hecho. Pero, ¿cómo conseguir que los pequeños mineros lo abandonen si este les daba buenos resultados a bajo costo? Nuestra especialista lo explica.

28 de abril de 2015
Luis Grubert, presidente de Fecode, junto al Procurador Alejandro Ordóñez.

El uso del mercurio en la minería artesanal y de pequeña escala (Mape) tiene su explicación en cuatro razones principales. 1) Porque permite obtener el oro de forma rápida, sencilla y económica. 2) Porque el escaso nivel de regularización de la actividad minera provoca que las decisiones de extracción, y su beneficio, se tomen con base en la rapidez y el bajo costo, sin pensar en la productividad y el cumplimiento de la normatividad ambiental. 3) Porque el acceso de los mineros a la información sobre los procesos y las tecnologías libres de mercurio ha sido muy reducida o inexistente. 4) Por la dificultad que encuentran estos para acceder a créditos que les generen recursos para realizar transformaciones tecnológicas.

En relación con lo anterior, la Ley 1658 de 2013, estableció una serie de estrategias para ayudar a la Mape a superar los principales desafíos y poder así eliminar el mercurio. Pero, ¿cuál es el estado de implementación de estas estrategias?

Los artículos de esta norma resaltan la necesidad de investigación, desarrollo, transferencia, formación, asesorías técnicas, implementación de procesos y medidas de reducción, y eliminación del uso del mercurio en el interior del sector. Frente a esto, el Ministerio de Minas y Energía, el Sena, las universidades, ONG, las consultoras y la empresa privada, han desarrollado estrategias para acercar a los pequeños mineros a tecnologías limpias, sencillas y rápidas. Si bien estas requieren de una inversión económica mayor que el mercurio, han demostrado su eficiencia, de hecho, son capaces de recuperar un porcentaje mayor de oro (en varios artículos de este especial hablamos del tema). Si a las medidas citadas sumamos el aumento del precio del mercurio (más del ciento por ciento desde finales de 2017), debido a los controles para su importación y comercialización, ahí se encuentra otro estímulo para que los mineros piensen en nuevas alternativas.

La ley hace referencia a la entrega de incentivos para la reducción y eliminación del uso del mercurio en el sector minero por medio de créditos blandos a través del Banco Agrario, Finagro u otra agencia especializada del Estado. Aunque se han hecho esfuerzos de bancarización para que los mineros puedan acceder a estas ayudas, estos no cuentan con la información y el respaldo financiero exigidos por el sistema bancario. Esto en parte explica las cifras del Ministerio de Minas que indican que tan solo se han otorgado dos créditos en todo el país para pequeños mineros (ambos de carbón), y 18 más se encuentran en evaluación, de los cuales solo uno es de minería de oro.

Los créditos son importantes para que el minero pueda financiar los estudios que le permitan identificar las posibilidades tecnológicas y de procesos que se adaptan a las características de su mina. Aunque falta mayor cobertura, algunos de esos estudios han sido asumidos por el Ministerio de Minas y Cooperación Internacional, así se han generado planes de eliminación de mercurio para ser implementados de acuerdo con la disponibilidad

de recursos.

Por otra parte, la ley a través de las figuras de subcontrato de formalización minera y devolución de áreas para formalización, invita a los pequeños trabajadores informales a que dejen de serlo. Hoy, la regularización de los mineros a pequeña escala depende en gran medida de estas figuras y de las Áreas de Reserva Especial (ARE). En mayo del presente año se contaban con 92 ARE declaradas (con 2.784 mineros beneficiarios), 77 subcontratos de formalización (1.170 mineros beneficiarios), y dos sesiones de área. De otro lado, 2.328 Unidades de Producción Minera (UPM) se encuentran en proceso de formalización. Estas cifras reflejan un incremento superior al 150 por ciento con respecto a los números de 2017.

Aunque, como menciona la Contraloría General de la Nación en su informe de octubre del año pasado, todavía no se cuenta con información actualizada y veraz sobre el número de usuarios de mercurio en el territorio nacional que permita saber con certeza cuántas UPM y cuántos mineros de subsistencia han logrado eliminar este químico, hay casos de éxito en algunos territorios como Nariño, Caldas, Cauca, sur de Bolívar y Antioquia. Y lo más importante, se han reducido las barreras de inicio de los mineros Mape para lograr la eliminación del mercurio de forma sostenible.