DEFORESTACIÓN
Presidente Iván Duque ordena acción de la fuerza pública en parques naturales. El énfasis: Chiribiquete
Ante la creciente deforestación en los parques naturales, el mandatario anunció que hará una operación conjunta de las Fuerzas Militares para contrarrestar el fenómeno de la deforestación. Como lo denunció 'Semana Sostenible', el caso de Chibiriquete es particularmente grave.
Como lo revelaron en un sobrevuelo Semana Sostenible y la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), las motosierras tienen en riesgo al Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad. En ese lugar, día a día atentan contra bosques tupidos que desde hace millones de años sirven de camino a especies migratorias y dispersoras de semillas de la baja Amazonia. Así sucede también en miles de hectáreas de otros parques naturales, que están en riesgos similares. El Ideam ha puesto alertas de este fenómeno en otros parques como la Sierra Nevada de Santa Marta, Paramillo, Sierra de La Macarena, Ensenada de Utría, Nukak, Tinigua, Catatumbo Bari, Cordillera de los Picachos, la Paya y Munchique.
Ante la dramática situación, el presidente Iván Duque convocó a las Fuerzas Armadas para realizar una acción conjunta que detenga la deforestación. "Ordeno enfrentar a esos criminales que están destruyendo el ecosistema en Colombia", dijo en una rueda de prensa en la que también estaban el ministro De Defensa, Guillermo Botero, y el comandante general de las Fuerzas Armadas, Luis Fernando Navarro.
Hemos ordenado enfrentar a los criminales que destruyen los ecosistemas en Colombia, que están detrás de la deforestación de parques nacionales como El Chiribiquete. En acción coordinada con Fuerza Pública, los perseguiremos para judicializarlos y que tengan penas ejemplarizantes pic.twitter.com/9011w38KzZ
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) April 12, 2019
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El caso de Chiribiquete es particularmente grave. Allí las motosierras también marcaron una ruta de destrucción acelerada desde la zona sur de las sabanas del Yarí, el río Cuemaní y Cartagena del Chairá, hacia las cabeceras de los ríos Camuya y Yarí. Su trayectoria parecería buscar encontrarse con carijonas, huitotos y urumis, pueblos indígenas en aislamiento voluntario desde hace cientos de años. Estas tribus, verdaderas guardianas ancestrales de la Maloca del Jaguar, como se conoce al Chiribiquete, están en el radar del Estado desde hace más de tres décadas. De ahí las declaratorias para asegurar su protección y la del parque.
Acaparadores reducen la posibilidad de que los campesinos de la zona accedan a la propiedad legítima de la tierra y los derechos de uso del bosque.
El encuentro de las mafias come-tierra y los colonos con estas comunidades puede ser mortal. Al no contar con defensas para enfrentar las enfermedades de los blancos, los pueblos desaparecerían del mapa, como ocurrió en la conquista y como sucede ahora con los nukaks.
Rodrigo Botero, director de la FCDS, dice que estos lotes son nuevos y que la ‘tumba’ de árboles no ha parado este año. No la pudo detener la ampliación de Chiribiquete, hecha por el Gobierno nacional cuando la Unesco declaró al parque Patrimonio de la Humanidad. Comenta que habitantes de la zona le han contado que los deforestadores aceleraron la tala como respuesta a la ampliación.
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“El Estado colombiano tiene el gran reto y el compromiso de proteger este patrimonio de la humanidad. El área es inmensa y por eso utilizamos varios métodos de monitoreo, desde imágenes satelitales hasta los sobrevuelos de la FCDS, y la fuerza pública nos ayuda en los sitios concretos en los que nosotros les pedimos apoyo”, dijo Julia Miranda, directora de la entidad ante las denuncias. El Ideam, por su parte, anotó “los monitoreos satelitales de deforestación de 2018 revelaron estos frentes colonizadores en el borde occidental, generados también por la ampliación de la frontera agrícola en Guaviare. El actual es el peor año de la Amazonia”, señaló la directora de la entidad, Yolanda González.
Entre 2015 y 2017, antes de la ampliación, según el Ideam, el parque perdió 272 hectáreas de bosque, y sus vecinos Macarena y Tinigua, 6.000 y 5.200 hectáreas, respectivamente. Por su parte, la FCDS entre 2016 y 2017 evidenció 134 lotes en el borde norte de Chiribiquete, en la zona que hoy ya forma parte del parque, pero nada se compara con lo encontrado solo en 2018 en los sobrevuelos.
Más de 100 kilómetros de carretera ilegal, algunos de los cuales están dentro de Chiribiquete, conectan territorios como el Caguán, río Apaporis, Miraflores, reserva Nukak, río Inírida, Tomachipán y Charras.
El tema de la coca, y la presencia de grupos ilegales que promueven su cultivo en Parques, sigue siendo parte estructural del problema de la deforestación. Frente a eso el presidente Iván Duque señaló que durante su Gobierno la erradicación ha aumentado un 24 por ciento y que, en total, son 19.251 hectáreas las que han sido erradicadas manualmente. La anotación la hizo en referencia a que, por las condiciones de los parques, no es viable usar otros medios de erradicación sobre sus territorios.
En la mayoría de zonas afectadas por la deforestación ya vienen trabajando comandos de reacción inmediata. La expectativa es que con la decisión del presidente de avanzar en acciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas y la justicia, este fenómeno pueda frenarse de una manera más eficiente.
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Así avanza la tala sobre Chiribiquete
Desde el primer trimestre de 2018 arreció la deforestación sobre bosques centenarios que destruye ecosistemas y especies aún desconocidas.