CULTURA

Payasos marchan para que los tomen en serio

El gremio reclama al gobierno una legislación para mejorar sus condiciones de trabajo y exigen una exención de impuestos a los espectáculos circenses.

9 de mayo de 2017
Decenas de payasos marcharon por las calles del centro de Bogotá | Foto: Leonardo Muñoz/EFE

A diario, la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, se convierte en un improvisado escenario de protestas y manifestaciones de todo tipo. Este martes el turno fue para una marcha bastante singular. Decenas de payasos marcharon hasta el capitolio para exigir que su trabajo, el de hacer reir, sea tomado en serio. Los payasos colombianos dicen que están olvidados por el gobierno, se quejan de los impuestos que tienen que pagar los circos, y aseguran que las sonrisas que están acostumbrados a sacarle a la gente probablemente no se vuelvan a producir. 

"Estamos peleando por el derecho al trabajo. Hay muchos impuestos, muchas trabas, no tenemos lotes donde poner un circo y si abandonamos esto no tenemos forma de sostener nuestra familia. No estamos pidiendo limosna, solo que nos dejen trabajar", dijo Condorito, uno de los payasos asistentes a la marcha.

Los payasos manifestaron su preocupación por la desaparición progresiva de los "casi 400 circos de familia que tiene Colombia", problema que, argumentan, se debe a la falta de apoyo de las alcaldías y gobernaciones ya que no autorizan el préstamo de lotes o terrenos para instalar sus carpas.

"Los circos en Colombia están desapareciendo por falta de cooperación de las alcaldías, que no nos prestan los sitios para armar las carpas y exigen muchos trámites, como si fuera un gran concierto", aseguró Felipe Acero, miembro del gremio de payasos de Colombia.

Esos trámites les exigen contratar servicios de ambulancias y bomberos para cada uno de sus espectáculos, además de que los impuestos de mantenimiento se han duplicado, lo que hace que la mayoría de los circos del país se encuentre al borde de la desaparición.

"Por los decretos y las leyes, el circo está muriendo. Nos exigen cosas incoherentes para abrir un circo, como pólizas impagables o una ambulancia todos los días, y no hay presupuesto para eso", aseguró a Efe Oscar Andrés Baldión, representante de los payasos de Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).

Los miembros del gremio señalan además que las leyes que prohíben el trabajo infantil están enterrando sus tradiciones pues "si los niños no aprenden el arte de sus padres, este se muere".

"Pedimos que el Gobierno apoye la paz, la recreación y la cultura, que la tiene olvidada. A nosotros, que hemos llevado la cultura a todo el mundo, no nos tienen en cuenta y no nos tratan como artistas. Si nos siguen cerrando las puertas en las alcaldías, este arte se va a morir", subrayó Jaime Baena, empresario de circo.