NACIÓN

Pelea entre el Icbf y los wayuu por atención de niños en la Alta Guajira

Señalamientos de direccionamiento de contratos de la actual administración y politiquería pondrían en riesgo la atención de 2.376 niños.

4 de agosto de 2018
| Foto: Luis Ángel

En el marco de las próximas elecciones regionales, a celebrarse en el segundo semestre de 2019, son varios los movimientos que se realizan en todas las regiones y la Alta Guajira no es la excepción.

Lo que hace más serio el asunto en este caso es la posible afectación de la atención de 2.376 niños por un conflicto entre las autoridades tradicionales indígenas en Uribia y la dirección del Icbf en La Guajira.

Los nativos señalan a la directora regional del Instituto, Gloria Brito, a quien identifican como parte del grupo Nueva Fuerza Guajira y cercana al representante Alfredo Deluque (La U), de designar a dedo los operadores para atender la alimentación en las 83 UCA (Unidades Comunitarias de Atención).

Ello, en desatención a las recomendaciones de los 85 miembros de las Autoridades tradicionales de la Zona Norte Extrema de la Alta Guajira, que agrupa a nueve de los 21 corregimientos de Uribia, el municipio con el área más grande de la región Caribe.

De hecho ellos, como autoridad, designaron en una asamblea a la Asociación de jefes familiares wayuu de la Zona Norte de la Alta Guajira Wayuu Araurayu para operar la atención integral de los niños en la zona.

El asunto tiene un enorme trasfondo cultural, que reivindican los wayuu: sus niños son portadores de su legado y no pueden ser atendidos por quienes no lo entienden o lo desconocen.

De ahí que las Autoridades tradicionales hayan decidido que los menores no reciban la atención del Icbf, pues desconocen al operador actual, la UT Talapuin, mientras denuncian malos manejos en la mesa de concertación de los wayuu con esta entidad por parte de integrantes de esa etnia con intereses particulares y sienten que su autonomía constitucional ha sido comprometida.

Esta zona de La Guajira es cercana a la serranía de La Macuira, un oasis en medio del desierto y un área protegida elevada a Parque Nacional Natural, que es despensa de la zona,  y que ayuda a reducir importantemente el número de muertes por desnutrición o enfermedades asociadas.

También es una región olvidada por la institucionalidad, en donde apenas hay una antena de telefonía celular y no llega ni la señal de la televisión nacional. Según el DNP, el 55,8% de sus habitantes son pobres y 25,7% padecen pobreza extrema, lo que los hace altamente vulnerable a la población, en especial a los niños.

Este medio intentó comunicarse con la directora Brito para obtener su versión, pero no fue posible.

Una fuente del Icbf señala que en esta época se empiezan a mover quienes buscan contratos con la entidad y es usual que se den estas pequeñas ‘guerras‘, que terminan por complicar la prestación del servicio.