BOGOTÁ

La ciudadela que sueña Peñalosa

Se trata del proyecto Lagos de Torca, que estaría ubicado en el extremo norte de Bogotá. El 38 % de las viviendas serían VIP y VIS.

22 de septiembre de 2016
Esta es una de las imágenes del proyecto de la administración. | Foto: Secretaría de Planeación

Desde que llegó el alcalde Enrique Peñalosa al Palacio Liévano puso en marcha una estrategia para impulsar un proyecto de vivienda ubicado en el extremo norte de la capital entre las calles 185 y la 245 con autopista norte, una zona conocida como Lagos de Torca y que hace parte del Plan Zonal del Norte.

Se trata de un proyecto de vivienda que la Alcaldía espera alcance 110.000 viviendas, de las cuales el 38 % serían de Interés Prioritario y de Interés Social. En este lugar está previsto que se construyan ciclorrutas en vías locales y arterias, 33 parques y andenes con un ancho de 15 metros.

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Esta iniciativa urbanística contempla la construcción de edificios de entre 10 y 15 pisos, y que las terrazas sean de uso común. Por norma estará prohibido construir parqueaderos en los primeros pisos y los conjuntos no podrán tener antejardín. “Nos interesa que la relación con la calle sea en espacio habitable, comercio, lobby, salones comunales, eso es lo que tienen las buenas ciudades”, explicó el secretario de Planeación, Andrés Ortiz.

La administración espera recibir 3,5 billones de pesos en aportes representados en tierra y dinero por derechos de edificabilidad. “Es la primera vez que Bogotá no va a poner un peso”, resaltó Ortiz.

Uno de los grandes retos es la movilidad de las personas que vivirán allí, pues hoy en este lugar es nulo el transporte público. La administración prevé construir un Centro de Intercambio Modal (CIM) en la calle 245. En este lugar se edificará un portal de Transmilenio que quedará conectado con la autopista norte. También habrá un terminal de transporte regional.

La administración Peñalosa ha mostrado el proyecto como una alternativa ambiental. Piensa recuperar el humedal Torca-Guaymaral para que se convierta en un cuerpo de agua de 75 hectáreas, actualmente tiene 35. Para ello, es necesario levantar tres metros la Autopista Norte. Los ingenieros ya piensan en cuatro puentes o un terraplén que posibilite el flujo del vital líquido.    

La administración también prevé recuperar nueve quebradas que bajan de los cerros orientales, entre ellas, Aguas Calientes, Floresta, San Juan, Novita y Patiño, que alimentan el humedal. Además está prevista la adecuación de una alameda y la construcción de un parque metropolitano de 150 hectáreas conectado con los cerros orientales.

En la secretaría de Planeación esperan que la Corporación Autónoma Regional (CAR) avale la ampliación de la Avenida Boyacá, la ALO y otras vías pequeñas que pasarían por la reserva Thomas Van der Hammen, un punto que promete ser espinoso. A pesar de ello el secretario descartó que el proyecto afecte la reserva. “No se mete, no vamos a urbanizar nada allí”.

Para la administración, este proyecto es clave no sólo para mitigar el déficit de vivienda de la ciudad, que alcanza las 280.000 unidades, también para mostrar el modelo de ciudad que quiere implementar el alcalde Peñalosa.