POLÍTICA
Pensiones: la propuesta en la que coinciden Gustavo Petro y Sergio Fajardo
La reforma al sistema pensional ha sido uno de los temas que más controversia ha generado en medio de la campaña.
Luego de un periodo en el que primaron las acusaciones mutuas y la polarización, los candidatos presidenciales han empezado a dar a conocer de manera más estructurada sus propuestas para ejecutar en caso de llegar a la Casa de Nariño.
Uno de los asuntos que más controversia ha generado en el país tiene que ver con la reforma pensional. Y no es para menos, solo el 25 % de los colombianos mayores de 65 años tiene acceso a una pensión, siendo más favorecidos los hombres (31 %) en comparación con las mujeres (22 %). No se puede olvidar que el 30 % de los adultos mayores vive en la pobreza.
Sin embargo, más allá del diagnóstico actual, uno de los asuntos que más ha llamado la atención es que tanto Sergio Fajardo como Gustavo Petro, dos de los más enconados contradictores políticos que en el pasado reciente han protagonizado fuertes encontronazos, coincidieron en una propuesta muy similar en materia de pensiones.
El programa de gobierno de Petro, publicado hace 10 días, indica que “toda persona trabajadora, incluyendo las de mayores ingresos, cotizarán de manera obligatoria a Colpensiones una suma calculada sobre la base de uno a cuatro SMLV, lo que asegurará una pensión básica bajo el régimen de prima media. Las personas cuyos ingresos sean superiores a cuatro SMLV decidirán libremente dónde cotizar el excedente; en este pilar participarán las Administradoras de Fondos de Pensiones”.
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Así mismo, indica que se respetarán las actuales pensiones y no se afectarán los derechos adquiridos, así como de quienes tienen una expectativa legítima de pensión. En ese sentido, no se incrementará la edad ni tampoco se modificará la pensión de sobrevivencia para cónyuges, hijos con discapacidad, estudiantes y demás beneficiarios.
Por su parte, el programa de Gobierno de Fajardo indica que “todas las personas cotizarán a Colpensiones hasta dos salarios mínimos. A partir de dos salarios mínimos, los cotizantes harán su ahorro individual con la participación de los fondos de pensiones. Promoveremos la competencia, ejerceremos una vigilancia justa a los costos de administración y a una adecuada atención al ciudadano”.
Es decir, en esencia proponen lo mismo: un sistema de pilares en el que la cotización inicial se hace en Colpensiones pero se mantienen los fondos privados. La diferencia radica en que para Petro esta cifra inicial debe ser hasta los cuatro salarios mínimos, mientras que Fajardo habla de “hasta dos salarios mínimos”.
Igualmente, coinciden en el monto que se deberá entregar a los adultos mayores que no alcanzan a pensionarse. El candidato del Pacto Histórico ha dicho que debe ser mínimo 500.000 pesos.
Algo similar indica el programa de Fajardo: “Modificaremos Colombia Mayor para llevar el programa de manera gradual a un beneficio equivalente a 500 mil pesos para los mayores de 65 años que no reciban pensión o fuentes adicionales de ingresos. Y el programa de Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), diseñado para trabajadores informales de ingresos bajos e inestables, será complementario”.
En todo caso, esta propuesta también tiene sus críticos. Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, gremio de los Fondos Privados, sostiene que una reforma para que las cotizaciones de los trabajadores se vayan a Colpensiones tendría los siguientes efectos: “Mantiene la pirámide financiera; no aumenta la cobertura; mantiene los subsidios a los altos ingresos (pensiones altas) y sigue siendo muy regresiva”. Además, agrega Montenegro, “mantiene la expropiación del actual régimen público a los que no se jubilan, que son la mayoría”.
Además, “es fiscalmente insostenible” y, desde su perspectiva, “lo único que logra es darle caja al Gobierno en el corto plazo para financiar posiblemente el populismo”.
Es clave aclarar que en el país aplica actualmente, en el sistema público, el esquema de transferencia generacional, lo que implica que las pensiones de los jubilados de hoy se pagan con los aportes que hacen los trabajadores actuales que cotizan al sistema. Y como no hay mucha formalidad laboral, lo que falta para cubrir las mesadas sale del presupuesto general que, a su vez, se nutre de nuestros impuestos.