Bogotá
Personería denuncia falencias en el Programa de Movilidad Escolar: 19.000 niños están sin rutas
La Secretaría de Educación destinó 27.000 millones de pesos para implementar 1.322 rutas escolares, pero solo 764 están prestando el servicio.
La Personería de Bogotá, atendiendo al llamado de padres de familia que manifiestan su preocupación por el acceso a la educación de sus hijos en condiciones dignas, solicitó y revisó información relacionada con la contratación y la ejecución del Programa de Movilidad Escolar (PME) para la presente vigencia, haciendo especial énfasis en la operación de las rutas escolares.
En ejercicio de la función veedora, y de conformidad con la información aportada por la Secretaría Distrital de Educación (SED), se identificaron falencias en el PME. Según las órdenes de compra, se invirtieron un valor aproximado a los 27 mil millones de pesos, adjudicadas a cinco proveedores, proyectando implementar un total de 1.322 rutas y con las cuales se aspira beneficiar hasta 33.474 estudiantes pertenecientes a las 20 localidades de Bogotá.
“No obstante, según los reportes que nos han entregado a este ente de control, de las 1.322 rutas proyectadas, solo se encuentran prestando el servicio 764 rutas que brindan actualmente movilidad a 13.709 estudiantes, y que tienen capacidad para 20.600 beneficiarios, lo que quiere decir que aún se tienen 6.891 cupos para estudiantes que podrían acceder a estas rutas y que no se han aún asignando”, advirtió el personero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón.
De igual manera, a la Personería también le preocupa que a la fecha 558 rutas estén pendientes por entrar en operación, con las que se beneficiarían 12.874 estudiantes. Es decir que a través del contrato de trasporte escolar solo se ha atendido el 41 % del total de beneficiarios proyectados. De los 33.474 estudiantes que se transportarían en rutas escolares con la suscripción de estas 19 órdenes de compra, aún falta beneficiar a 19.765 niños de la ciudad.
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De las visitas administrativas realizadas, se pudo establecer que se presenta desarticulación entre la Dirección de Cobertura y la Dirección de Bienestar Estudiantil, generando deficiencias en el registro de información desde el momento de la matricula e influyendo en la continuidad o en la necesidad de movilidad escolar para estudiantes antiguos y nuevos.
De acuerdo con lo anterior, el personero Pinilla agregó que “la operación oportuna del programa es indispensable para que, en aquellos casos en donde el cupo se asigna fuera de la localidad de residencia del estudiante, se garantice la prestación del servicio, más aún en aquellas localidades en donde se presenta un mayor déficit de cupos escolares como Bosa, Kennedy y Suba”.
“En el ejercicio de prevención y control, también se pudo constatar que dos de los proveedores a los cuales la Secretaría de Educación le emitió órdenes de compra, se negaron a ejecutar un total de cinco órdenes asignadas para atender cerca de 287 rutas, por falta de capacidad operativa lo cual representó en el mes de febrero un atraso en la implementación de 165 rutas”, señaló Pinilla.
Finalmente, vale mencionar que este órgano de control pudo evidenciar también, que en las órdenes de compra emitidas por la Secretaría de Educación no se encuentran publicados los estudios previos conforme lo establece el numeral 6.9 de la cláusula 6 del Acuerdo Marco de Precios CCE-285-AMP-2020, con lo que no se garantizan los principios de publicidad y transparencia.
La Personería de Bogotá hizo un llamado a la Administración Distrital para implementar las acciones correspondientes de manera integral, en aras de garantizar la operación de las rutas escolares en su totalidad, que representa una barrera de acceso a la educación como derecho fundamental, afectando considerablemente a las familias bogotanas.
La falta de rutas escolares ya se había denunciado desde principios de año. Los más afectados han sido los niños de la vereda Pasquilla en Ciudad Bolívar. Las madres de los pequeños señalaron a mediados de febrero que se han visto obligadas a suspender sus trabajos para poder ir a llevar a sus hijos ya sea en Sitp, motos o carros, lo que representa gasto de tiempo y dinero no presupuestado.
De acuerdo con los padres, la frecuencia del transporte de Sitp es muy escasa y por ello los menores esperan entre 40 minutos a una hora para poder tomar el bus en un viaje que puede tardar una hora más.
Los menores, que empiezan clases a las 7:00 a. m., tienen que salir de sus casas hacia las 5:00 a. m. para poder llegar a tiempo a los colegios, ya que viven en zonas rurales de la capital.