Bogotá
Personería y Consejo Danés para Refugiados reforzarán atención a población migrante en Bogotá
Ambas entidades firmaron un memorando de entendimiento.
La Personería de Bogotá y el Consejo Danés para los Refugiados reafirmaron su compromiso con la promoción y defensa de los derechos de la población refugiada y migrante, además de las comunidades colombianas de acogida en Bogotá, al suscribir un nuevo memorando de entendimiento que permitirá fortalecer las alianzas para brindarles una atención integral en el Distrito Capital.
Este instrumento busca seguir desarrollando acciones conjuntas que conlleven a mitigar en comunidades de acogida, el impacto causado por la situación de refugio y/o migración de personas extranjeras, entre ellas las venezolanas, y las personas colombianas retornadas, que se encuentran en mayor condición de vulnerabilidad.
“Facilitar el proceso de integración a la sociedad de la población venezolana y evitar que exista discriminación en la ciudad serán parte de nuestros aportes para esta gran alianza”, afirmó Julián Pinilla Malagón, personero de Bogotá.
Es importante destacar que, debido a la presencia en los territorios de Bogotá, desde 2020 la Personería del Distrito Capital ha apoyado al Consejo Danés para los Refugiados en identificar la población beneficiaria de los programas de asistencia económica multipropósito.
“Tenemos nuevos retos y por este motivo, vamos a fortalecer y a ejecutar las actividades de forma articulada, con la finalidad única de contribuir a la atención de la población migrante en situación de vulnerabilidad”, explicó el jefe del Ministerio Público.
¿Qué viene para los migrantes en Colombia?
En septiembre de 2016, estaban en Colombia 56.000 personas venezolanas y seis años después, hay 2,47 millones, un incremento que dibuja el desafío que enfrentó el país al recibirlos, atenderlos y generar para ellos una nueva oportunidad de vida.
La cifra, revelada por Migración Colombia, surgió de una encuesta de caracterización que permitió saber no solo cuántos son, sino qué condiciones de vida tienen, cuáles son sus perfiles, sus proyectos y encontrar las respuestas del porqué integrarlos es una apuesta ganadora para el país.
“Colombia desarrolló unas capacidades de comprensión migratoria y de atención del fenómeno que cumplen los objetivos de desarrollo sostenible, que van en la línea de una migración organizada, pero que, sobre todo, tiene un claro enfoque en derechos humanos”, asegura Juan Francisco Espinosa, director de la entidad.
El 92 % de ellos, es decir, 2,18 millones, ya se regularizó para aprovechar los beneficios del Estatuto Temporal de Protección para Venezolanos (ETPV), que les garantiza legalidad y acceso a servicios por diez años. Tan solo 295.000 faltan por resolver su situación migratoria. Tenerlos caracterizados, uno por uno, implica ventajas estratégicas para Colombia.
“Nos permite formalizar una política pública más ambiciosa y precisa, pero también que el sector privado absorba la mano de obra y genere una demanda dirigida a ella; permite saber qué necesitamos para atenderlos en salud y qué tipo de personas tenemos para enriquecernos como nación”, explica Espinosa.
Si hay algo que ilusiona es saber que se convertirán en una fuerza de progreso, pues el 67 % aseguró que está dispuesto a establecerse en el país, y cerca del 62 % tiene entre 18 y 55 años, es decir, están listos para ingresar a la cadena productiva.
“Esto permitirá que Colombia crezca económicamente de manera espectacular; recibimos un bono demográfico representado en personas que vienen en edad laboral, que vienen a prestar sus servicios, a trabajar, y que, sobre todo, vienen con el ímpetu, con las ganas de salir adelante”, vaticina Espinosa.
Además, 30 %, es decir, cerca de 683.000, son niños, niñas y adolescentes, menores de 18 años, que, desde la perspectiva oficial, se convertirán en los artífices del progreso de Colombia en la próxima generación y, por eso, es clave desde ya invertir en su educación.
“Hemos hecho una cobertura gigante en el sistema de escolaridad, pero todavía tenemos muchos niños que no están en el sistema educativo; recordemos que muchos de ellos, la única comida que reciben, es la del Plan de Alimentación Escolar”, resalta el funcionario.