Entrevista
“Petro es un peón de la agenda globalista”: el politólogo y escritor Agustín Laje explota contra el presidente de Colombia
El politólogo argentino Agustín Laje habló con SEMANA del veto de la Universidad Javeriana para que presentara su libro. Se despacha contra el Gobierno, la vicepresidenta Francia Márquez y Roy Barreras.
SEMANA: El libro me llama la atención, el título es bastante fuerte es “Generación idiota”, ¿qué motiva a Agustín Lage a escribir este libro?
Agustín Laje: El título es un poco engañoso, porque la palabra idiota no es necesariamente un insulto. La palabra idiota, etimológicamente es muy rica, la podemos rastrear hasta la antigua Grecia donde el idiota era básicamente aquel que estaba tan ensimismado, tan preocupado por lo propio, tan encerrado en las cuatro paredes de su hogar, que no se daba la oportunidad de participar en la polis. Recordemos que para los griegos participar en política es el sentido mismo de la libertad, nosotros hemos perdido lamentablemente ese sentido, nosotros tenemos casi que el sentido opuesto de la libertad, para nosotros participar en política, o más bien, el dominio de lo político es lo que pone en riesgo nuestra libertad. Para los griegos no, era participando en política que yo podía ser libre, ¿ por qué? Porque al ser el hombre un animal social necesita darse normas, necesita ordenar el cuerpo social, ¿y quienes son los que ordenan el cuerpo social? Pues los políticos. De modo que si yo no participo en la configuración de ese orden social, pues yo me termino sujetando a órdenes extrañas a mi voluntad, órdenes que otros decidieron por mí. Esa generación idiota tiene una particularidad en el siglo XXI, que es que ah está hiperpolitizada, hay una suerte de contradicción, porque hoy parece que todo es político. Lo personal es político, con quién me acuesto es político, que como es político, que tengo entre las piernas es político, cómo me autopercibo es político, hoy todo se ha convertido en materia política, cuánto peso es un asunto político. De modo que el asunto al final del día es que hemos politizado cuestiones que eran de dominio privado, haciendo de la política un idiotismo. Entonces hay una crítica muy radical a todas las agendas progresistas y globalistas que rigen el mundo de hoy.
SEMANA: Cuando uno habla de idiotas o de idiotez, hay un término que aparece acá en el libro que es la ‘idiotez política’ y el sistema establecido, ¿qué es eso?
A.L.: La idiotez política es tratar de construir lo político a partir de cosas que no son políticas. Por ejemplo veamos la farándula, el mundo de la farándula es inescindible al mundo de la política, tanto que ya no podemos concebir elecciones, campañas políticas sin el concurso obligado de los famosos. La ciudadanía está cada vez más dispuesta a votar por lo que dice el famosillo de turno que por una deliberación política racional. Por ejemplo, vamos a ver las últimas elecciones de los Estados Unidos que enfrentaron a Donald Trump contra Joe Biden, parecía realmente una confrontación de una película de Hollywood, porque estaba todo Hollywood allí, la campaña de Biden sobre todo, se montó con base al espectáculo. Ahora, la idiotez pasa por muchos otros lugares. Por ejemplo, la idiotez del mundo de la moda, el mundo de la moda te vende ideologías políticas hoy, no sólo es una estética, es que hoy las marcas están desesperadas por venderte ideología política. Por ejemplo, vamos a ver la ideología LGBT durante el llamado mes del orgullo, que ya no es un día, es un mes entero; ahí tenemos a las marcas vendiendo ese tipo de ideología. O por ejemplo las camisetas feministas, hoy no queda ninguna una marca de las importantes, de las masivas, de las cool, que no te venda su colección para hacer la revolución feminista. Es un bombardeo, pero un bombardeo idiota, porque en el fondo la pregunta es quiénes están fabricando las camisetas feministas. Porque en grandes marcas, no las puedo dar ahora porque entiendo que no puedo hablar de marcas, pero sí que están todas estudiadas en el libro, la mayor parte de todas esas marcas que te venden las camisetas feministas, curiosamente trabajan con fábricas semiclandestinas de trabajo esclavo en el tercer mundo, donde mujeres en condiciones miserables trabajan jornadas de 16 horas y duermen dentro de la fábrica en colchones viejos, sucios y ese es su modo de vida. Entonces quien está haciendo tu camiseta feminista para que te sientas empoderada, es una mujer en esas condiciones. Otro tipo de idiotismo político tiene que ver, por ejemplo, con el aborto, te pongo un ejemplo de México. En México por año se mueren alrededor de 3.700 mujeres de hambre, anualmente 3.700 mujeres de desnutrición, ahora cuando uno va a ver cuántas se mueren, por ejemplo, por aborto clandestino, el último año no llegó ni siquiera 10. Ahora, ¿cuál es el gran asunto para salvar a la mujer en México? Legalizar el aborto, porque en el fondo el aborto es un gran negocio. Entonces ese el idiotismo de lo político: Cuán cool quedo yo con determinadas causas, en detrimento de la sustancia concreta de la causa que yo estoy queriendo defender y de las prioridades de mi sociedad.
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SEMANA: ¿Está viviendo Colombia esa idiotez política?
A.L.: Claro, al por mayor. Voy a poner un ejemplo y que me involucra. Yo tenía una conferencia programada desde hace muchos meses en la Universidad Javeriana, ahora resulta que cuando yo ya estaba despegando en el avión, me avisan que yo ya no puedo dar la conferencia, que está cancelada. Y el fondo vamos a ser sinceros, esto es porque yo no soy feminista, yo no soy militante LGBT, yo no soy abortero, yo no soy progre, yo no soy globalista, o sea, soy un combo de cosas que no merece hablar. O sea, yo no tengo derecho a hablar y por eso lo político es el diálogo, la verdad de lo político emerge desde el diálogo y un lugar de diálogo que debiera hacerse supone una universidad, donde aquellos que piensan distinto pueden poner en común las cosas para discutirlas y de hecho el conocimiento avanza a partir de la crítica. Pues entonces ahora resulta que en las universidades alguien que piensa distinto, como es mi caso, no puede entrar. Eso es idiotismo total, esa es la idea de yo no puedo escuchar nada con lo que yo no coincida, yo no estoy preparado para escuchar alguien que piense distinto de mí, por eso tengo que cancelarlo. El fenómeno de la cancelación es profundamente idiota, y en este ejemplo, que está muy inmediato en el tiempo lo vemos de una forma inmejorable.
SEMANA: La Universidad Javeriana, es de jesuitas, ¿no es paradójico que una universidad de orden jesuita cancele a una persona que piensa como usted?
A.L.: En el fondo no. Porque esto de las universidades católicas están totalmente tomadas. Es decir uno piensa. bueno vamos a ver, te pongo un caso en Perú yo vengo ahora desde allá. Hace algunos años tuve un debate en la Universidad Pontificia del Perú y tuve que entrar con guardaespaldas. Yo yo pensaba. “¿pero cómo? Si es una universidad católica, yo estudié en una universidad también jesuita”. Y resulta que todos los profesores eran adictos de Ernesto Laclau, el padre intelectual del socialismo del siglo XXI, la verdad es que estas universidades están totalmente tomadas por los enemigos de la iglesia.
SEMANA: Hablemos de Colombia y Gustavo Petro. Han pasado esta semana un montón de cosas, por ejemplo, pedirle la renuncia de todo el gabinete de ministros y vienen pasando una serie de situaciones que para muchas personas es muy polémica. ¿Qué visión tiene Agustín Lage del presidente Gustavo Petro?
A.L.: Negativa, por empezar, yo no confiaría el país a un guerrillero, pero bueno, el voto popular le ha confiado el país a un guerrillero que viene prometiendo la paz y que sin embargo, las masacres se multiplican. Sí, a un guerrillero que ha venido prometiendo “el cambio y que nosotros somos distintos de la clase política que ha destruido este país”, y su vicepresidente día de por medio utiliza como transporte personal naves de la Fuerza Aérea, según entiendo, tengo entendido que ya van cerca de 150 veces que lo utilizó en siete meses. O sea, día de por medio, se ha gastado cerca de unos 3.000 millones.
SEMANA: Sí, es la denuncia que ha hecho una congresista…
A.L.: Exactamente, bueno, ¿ese era el cambio?. Y cuando se le dice, ¿y por qué está haciendo esto usted? Ah pues porque se me canta, porque porque soy negra, dijo eso, porque soy negra. ¿Qué más racista que eso? Ella es racista, la idea de cómo los blancos lo han hecho, pues yo ahora que soy negra también tengo derecho a hacer algo malo. Entonces, el gobierno de Petro, internacionalmente, se inscribe en la segunda ola del socialismo del siglo XXI. Hemos empezado a vivir desde el 2019 hasta hoy, una segunda ola del proyecto socialista en la región que nos ha tenido el mapa de rojo y Petro representa ese rojo aquí en Colombia. Por eso tan amiguito de Nicolás Maduro, de la dictadura genocida, torturadora de Nicolás Maduro. Toda esa farsa que están haciendo acá del diálogo con la oposición, y resulta que Guaidó no puede entrar al país porque se lo llevan a Estados Unidos, resulta que María Corina Machado, una de las principales líderes de la oposición en Venezuela, pues ella no es invitada a esos diálogos. Eso es una oposición a medida para lavarle la cara al régimen y darle tiempo.
SEMANA: Usted viene a Colombia para presentar su libro, pero entiendo que tuvo un episodio al llegar al país en Migración, ¿qué fue lo que pasó?
A.L.: Lo que voy a contar no quiero que se tome como una acusación, más bien como una rareza, porque nunca me había pasado pasando por migración ni en este país, ni en otro de los países en los que he estado. Resulta que me atendió una chica de migraciones, de unos 30 años, escaneo el documento y me pregunta “¿a qué viene usted aquí?”, una pregunta normal. “A la Feria del Libro”, le digo, y me dice “¿y por qué?”, y le respondo, “a dar una conferencia”, “¿y sobre qué?, me dice, ya ahí se puso más rara la cosa, porque es que nunca hay tanta pregunta. O sea, todo el mundo sabe que la Filbo es un gran evento y que vienen extranjeros aquí. “Bueno es sobre mi más reciente libro”, “¿Y como se titula su más reciente libro?”, me dice. “Generación idiota”, ¿y sobre qué es?”, “Bueno, sobre temas políticos, yo me dedico a la ciencia política” le digo. Y se queda mirando la pantalla, se queda mirando la pantalla, un silencio largo. “Usted es escritor de derechas” me dice yo le digo “Sí, ¿eso te aparece en el sistema?”. Claro, me daba cuenta que quizás estaba tratando de generar un momento incómodo y lo peor que uno puede hacer en esa circunstancias es mostrarse que está nervioso, Entonces me hace una sonrisa, no me dice ni sí, ni no, pero una sonrisa como un gesto de acá aparecen muchas cosas. Entonces me dice después algo así como “¿Y usted tiene una fundación?” Y digo, “sí, bueno, es una fundación que ya no funciona. Tuvimos que cerrarla por falta de ingresos, no la pudimos mantener, teníamos pocos socios”. Pero ya es raro ese tipo de preguntas, y me dice al rato, porque, entre pregunta y pregunta, pasaba un largo tiempo que es lo que hay que hacer para poner nervioso una persona que quiere ingresar a un país. Entonces me dice, “¿Quién es Carolina Lozano?”,
Entonces le digo, “no tengo idea quién es Carolina Lozano, el nombre ni siquiera me suena, ¿por qué?”, no me dice nada. Pasa otro minuto y me dice “¿quién es Gabriela Desangles?” Yo hago memoría y me acuerdo, es una periodista de República Dominicana con la cual yo tuve un conflicto porque me convocaron a una nota y cuando yo llego al estudio esta señora dice “yo no voy a hacer esta nota y se va del estudio”. Entonces finalmente hubo tal revuelo que ella renuncia a ese medio de comunicación. Entonces le digo “Gabriela Desangles, sí es una periodista, pero no es ni de este país, ¿por qué?”, “Porque ya renunció”, me dice. Yo no entendía qué era lo que me quería decir, digo, “sí, tengo entendido que renunció a su medio de comunicación, ¿pero esto también te aparece ahí en el sistema? Y me hace como que una sonrisita de no sé, se puede interpretar, yo lo interpretaba como aquí aparecen muchas cosas. Bueno, preguntaba va, pregunta viene de esta naturaleza, una cosa muy muy extraña. Al final me dice, “todos van a ir a la Filbo menos yo”, me dice ella. Y le digo en buen plan, “Bueno, mire, yo voy a estar el domingo a las 11 de la mañana. Si usted tiene libre, está invitada también a venir”. Me dice, “no, no creo que yo pueda”. Todo esto fueron una buena cantidad de minutos sin sellar todavía el documento para ingresar y finalmente lo sella y ya ingresó. Insisto, yo no quiero acusar de que hay que no me quieren dejar pasar, porque es que no sé qué fue lo que pasó, quizás era una chica que simplemente estaba ahí como pendiente de ver quién era yo y se encontró, ya me conocía de antes, y quiso hacer pasar un mal rato. Yo no lo sé, pero de que fue extraño, fue extrañísimo. incómodo. Además hasta que no te sellan eso, vos no sabes qué es lo que está pasando, y el tipo de preguntas que si conozco este, si conozco al otro, aparte es que ni siquiera tienen que ver conmigo. Pero nada, fue una experiencia rara, insisto, quiero ser bien prudente con esto. Esto no significa que haya habido alguna orden para no dejarme entrar o para hacerme pasar ese momento, pero sí me llamó la atención que me preguntarán casi que por mi ideología política al ingresar a Colombia, eso fue raro.
SEMANA: Recientemente la vicepresidenta Francia Márquez le da una entrevista a SEMANA a nuestra directora Vicky Dávila, y allí dice que ella usa su helicóptero y tiene que hacer los viajes que sean necesarios, y usa una expresión que usamos los colombianos que es “de malas”, que es no me importa, lo voy a seguir usando. Esto se ha viralizado, se ha aprovechado por incluso sectores de oposición. ¿Qué piensa sobre esas declaraciones de la vicepresidenta?
A.L.: Las vi y me dio la sensación de que esa señora no está preparada para ese cargo. Voy a decir algo extremadamente políticamente incorrecto, a esa señora la han elegido por su color de piel, porque es mujer, porque es pobre y por su sexo. A ella la han escogido con esos criterios, no la han escogido con el criterio que se supone que alguien tiene que escoger alguien para la política que es si es apto para manejar un cargo tan importante como la vicepresidencia. Y a esta señora la veía tratando de dar respuestas sin decir absolutamente nada concreto, incluso enredándose cuando se le preguntaba por su apoyo a la dictadura cubana, una cosa atroz.
SEMANA: Ella habla incluso del modelo médico de Cuba y que lo admira de hecho…
A.L.: Bueno, a ver si los cubanos que viven en la isla pueden gozar de ese modelo médico que ella tanto admira, porque no es cierto que el cubano de a pie tenga semejantes tratamientos que ellos venden. Esta señora no estaba preparada para dar ni siquiera una nota como esa, mucho menos para ser la vicepresidente de un país tan importante como este. Entonces al final del día es coger a la gente por criterios como ese, bueno al final del día se nota. Y quiero decir algo más sobre lo del helicóptero, porque a esta señora le han dado premios internacionales, le han dado mucho dinero internacional también por su “cruzada ecologista”, ella también además es ecologista, por supuesto. Ahora, cuando uno suma todo el dióxido de carbono que ella emitió con esos 140 viajes en helicóptero que ella le da lo mismo, qué más le da, a ella lo puede hacer. Uno suma más de 340.000 kg de dióxido de carbono. ¿Pero cómo?, ¿no era la campeona de la lucha contra el cambio climático, la lucha por salvar el planeta de la contaminación? Entonces al final del día, ¿cuál es el punto? Le vamos a importar gas a los venezolanos para no afectar el clima, pero esta señora va a ir de su casa a su oficina todos los días en un helicóptero que emite dióxido de carbono, es una locura. Aparte, voy a decir otra cosa más sobre eso, esta señora es profundamente racista, que es algo que ya había mencionado, porque ella cree que por su color de piel ella tiene derecho a eso. A ver, ¿uno quiere no ser racista? pues entonces nos olvidemos del color de la piel, igualdad ante la ley. Ahora es tan racista el que dice ella no puede hacer esto por su color de piel, como aquel que dice que ella sí tiene el privilegio de hacer esto por su color de piel, es tan racista el uno como el otro. Y por último, esta señora tiene lo que suelen tener los políticos de izquierda, mucho resentimiento social, son resentidos sociales, son muy peligrosos. Porque claro, vienen de abajo, por ejemplo en este caso, pero terminan viviendo en barrios de ricos, pero viven como resentidos sociales. Entonces todo ese odio de clase, todo ese odio de raza, todo ese odio de género finalmente termina coagulando en una política que termina siendo un papelón como lo hizo aquí en SEMANA.
SEMANA: ¿Usted cree que Gustavo Petro tiene a Francia Márquez simplemente que la puso allí no por mérito, sino por todas esas razones que usted dice?
A.L.: Una vicepresidente que no puede dar una entrevista sin parecer que está compitiendo en un certamen de hip hop y que no dice absolutamente nada, y yo tiendo a pensar que no tiene demasiado mérito para estar ahí, y que se le escogió por los criterios de la corrección política contemporánea, tenía todo el combo, aparte premiada por organizaciones globalistas por su supuesta lucha a favor de la ecología para terminar yendo de la oficina a su casa en helicóptero.
SEMANA: O sea, hay incoherencia en la vicepresidenta Francia Márquez…
A.L.: Pero claro, es que los resentidos sociales son incoherentes por eso mismo, porque no es que le parezca mal lo que hace el rico, es que ellos quieren hacer lo que hacen mal el rico. Y eso es lo que ella quiere hacer, ella sabe que está muy mal andar en helicóptero utilizando lo como si fuese suyo, pero por eso mismo la respuesta que ella da es “si ellos lo usaron, ¿por qué yo no voy a usarlo de esta manera? De malas, yo hago lo que yo quiero, porque yo soy negra”. Y entonces ahí viene el asunto racial, y el asunto racial usado en clave racista. O sea, mi color de piel ahora me da estos privilegios. Insisto, es tan racista aquel que piensa que el negro está por debajo de él, como aquel que piensa que por ser negro tiene que tener privilegios que otros no los tienen. Y si encima le sumamos el componente ambiental, pues entonces realmente ya es una cosa hipócrita, incluso.
SEMANA: ¿El presidente Gustavo Petro lo ve como una especie de Hugo Chávez o no son comparables?
A.L.: Bueno, es su aspiración, lo que pasa es que Hugo Chávez pudo ser Hugo Chávez por un contexto económico internacional. Es decir, los barriles de petróleo de Hugo Chávez le permitieron mantener con vida a la dictadura cubana. Ahora este sujeto Petro, es tan anti pueblo, él dice que está a favor del pueblo, él es antipueblo que está dispuesto a detener la explotación de gas, o sea, un recurso tan importante para la economía de Colombia.
SEMANA: El nuevo presidente de Ecopetrol, que es la compañía más importante que tiene Colombia, ha dicho que no van a haber más exploraciones por ahora…
A.L.: Claro, en el nombre del cambio climático, ahora yo me pregunto por qué si son tan populares, ¿por qué no lo someten a un referéndum?, ¿por qué no le preguntan al pueblo si está dispuesto a gastar mucho más en gas importado desde donde, desde sus amiguitos venezolanos?, ¿por qué no se les pregunta usted está dispuesto a que frenemos la explotación, la exploración de gas?, ¿usted está dispuesto? Y que el pueblo decida, en todo caso, si se supone que son tan populares. El pueblo no debe estar muy contento con la idea de que tiene que pagar cada vez más por algo que encima tienen su tierra. Entonces a qué agenda está respondiendo y ahí viene el segundo punto, porque esto es muy importante entender. Es decir, Petro se inscribe en el socialismo del siglo XXI de nuestra región, pero en un contexto más amplio, Petro es un peón de la agenda globalista. Esa agenda globalista es cocinada en foros internacionales como el Foro Económico Mundial, es cocinada en el marco de Naciones Unidas, por ejemplo en la agenda 2030. En fin son élites globales que no tienen nada que ver con el pueblo de Colombia, pero fijan ciertos objetivos globales para todo el mundo. Bueno, Petro es un peón de esa agenda, que aquí el pueblo colombiano en la mayoría de los casos ni siquiera conoce qué es eso de la agenda 2030.
SEMANA: Quiero preguntarle por otra personalidad política en Colombia y le hablo de Roy Barreras, muy cercano al presidente Gustavo Petro. Él publica una foto hace unos días en su cuenta de Twitter y pone. Agustín Laje: ‘La Batalla cultural’, reflexiones críticas para una nueva derecha. Y dice textualmente. “Hay que leer al contrario y al diferente para entenderlo, esta es la nueva biblia de la extrema derecha, aplaudido por Bolsonaro, por Bukele, en nuestro trópico por María Fernanda Cabal. Laje hace un análisis profundo de la historia de la cultura que luego manipula y sigue lanzando improperios contra usted. Usted le responde “Gracias por leer mi libro, pero permítame disentir con su conclusión, la nueva derecha no busca dejar todo como está”. ¿Cómo ve usted a Roy Barreras?
A.L.: Bueno, como lo que es, un camaleón político. El camaleón cambia de color según la ocasión y este señor ha cambiado este muchas veces según por dónde soplaban los vientos políticos. Desde Vargas Lleras, a Uribe, apoyando una reelección de Uribe. Esto fue hace una década más o menos. Tan cercano a Uribe, que tengo entendido que Uribe es padrino de uno de sus hijos, fue el primer uribista. Ahora cuando llegó Santos se convirtió en el primer aliado de Santos y el que impulsaba la impunidad para la guerrilla en este país. Y ahora que llega Petro es el jefe del Senado. Entonces esto tiene un nombre y se llama casta política, que básicamente es un grupo de privilegiados que no viven para la política, viven de la política y la política para ellos es una fuente de ingresos, poder, prestigio social y se quieren mantener allí a como dé lugar, las ideas no existen para ellos en política. Para ellos existe el poder, si hoy tengo que ser uribista, pues soy uribista, si mañana tengo que ser petrista, pues me abrazo con el señor Petro. Entonces es un camaleón político, eso es lo que es y no lo insulto, porque después cuando yo le dije algo de esto, él se puso un rol de víctima. “Ay, me está insultando”, no, no es una no es un insulto, es una descripción política. Y por otro lado, yo sinceramente no sé hasta qué punto él realmente ha leído el libro, porque él dice que yo manipulo, pero no dice que manipulo, no da un solo ejemplo de en qué consiste la manipulación del libro. Y por otra parte, él dice que la nueva derecha viene a dejar tal todo tal como está y al contrario la nueva derecha es profundamente subversiva, busca subvertir los privilegios de la casta política que, por ejemplo, este señor integra. Vamos a ver, ¿acaso podemos decir que Vox en España ha dejado todo como está en la política? No, Vox fue un fenómeno político de cambio. ¿Javier Milei en Argentina está dejando la política tal como está? No, es un personaje subversivo. Por ejemplo, ¿Donald Trump en los Estados Unidos ha dejado todo como está? Pues pero por supuesto que no, la particularidad de la nueva derecha es que es profundamente subversiva, la vieja derecha era conservadora en el mal sentido del término. Quería sí, más o menos dejar las cosas como están y mantener los equilibrios, la nueva derecha genera en verdad un peligro para esa casta política porque va de frente.
SEMANA: ¿Qué piensa usted de Juan Manuel Santos?
A.L.: Es una persona profundamente antidemocrática, porque perdió en las urnas cuando el pueblo le dijo no a la impunidad de la guerrilla, perdió en las urnas. Entonces ¿para qué convoca un referéndum en su momento si después no lo va a cumplir? Porque hasta donde yo entiendo cuando él pierde lo manda a sus adictos del Congreso para que eso pase como trámite express, burocracia express de mis amiguitos los legisladores. Y el pueblo que fue a votar, ¿para qué fue votar?, ¿y para qué se pagó una elección que debe haber salido muy cara?, ¿para qué se hizo esa parodia? Es una parodia política decirle al pueblo que vote, pero al final lo que usted vote en realidad no me interesa, tengo a mis amiguitos del Congreso.
SEMANA: ¿Y qué piensa Agustín Lage sobre Álvaro Uribe Vélez?
A.L: En su momento fue el contrapeso más claro, más categórico y decisivo al proyecto del socialismo del siglo XXI en la región. Pero en ese momento había un gran problema en este país que era una guerra interna, las FARC, las fuerzas revolucionarias en general planteaban una situación donde era evidente que había que apoyar una fuerza de centro derecha, vamos a llamarle así. Porque la centro derecha te da orden, la derecha cree en el orden, te da orden, trata de darte seguridad. Ahora pasado ese conflicto el problema es elaborar un relato cultural, la izquierda ha podido armar un buen relato cultural y la derecha no. Viven todavía del problema de las crisis económicas, ahí es cuando sube la derecha, cuando hay una gran crisis económica, o cuando hay una gran crisis de seguridad.
SEMANA: Puede ser percepción, pero el discurso de la izquierda cala muy bien en las nuevas generaciones. Es decir, el aborto, la legalización de la droga… ¿Por qué le cuesta tanto a la derecha encajar y llegarle a esas nuevas generaciones?, ¿es necesario un replanteamiento de la derecha al menos en América Latina?
A.L.: Es necesario una politización de la derecha, a la derecha no le ha gustado nunca la política porque porque la derecha lo que quiere es generar orden, generar un clima para los negocios, que sean bueno para la economía nacional, defender las libertades individuales, la propiedad privada y que me dejen a mí en paz. Entonces la política a la derecha siempre se le presentó como una última instancia, como una instancia de urgencia, solamente vamos a preocuparnos de la política cuando tocamos fondo. Por eso digo, cuando tocamos fondo de materia seguridad ahí aparece la derecha, cuando tocamos fondo en materia económica ahí aparece la derecha. En cambio la izquierda tiene una visión distinta del hombre, la izquierda, vamos a ponerlo de esta forma, la izquierda le da un peso abrumador a las estructuras y no mira las personas, la derecha cree en los individuos y a las estructuras le da un contexto general que se puede pasar por encima. Vamos a ver esto para que quede claro, porque es importante. Nosotros llegamos a un mundo que está estructurado, hay componentes morales, componentes legales, hay un idioma que estructura la forma en que miramos el mundo, llegamos a una familia que no hemos escogido, tenemos un nombre que ni siquiera hemos escogido, hay distintas estructuración de la vida social en el marco de la cual yo tengo que desenvolverme. Y la derecha ahí dice que el individuo tiene todavía libertad a pesar de esas estructuras para moverse, para moverse en el marco de esas estructuras. La izquierda ve otra cosa, la izquierda dice no, esas estructuras son tan aplastantes que tenemos que derribarlas a todas, el individuo no es libre, por lo tanto no es responsable. Y eso te da muchas consecuencias muy interesantes, por ejemplo, si tu negocio no anduvo bien, no tuvo nada que ver con tus decisiones, tuvo que ver con que el sistema capitalista es explotador y esto. Si sos un delincuente, no tiene que ver con que hayas tomado vos la decisión de ir a robarle la cartera a esa señora, tiene que ver con que esos víctimas de una sociedad que no te ha dejado más salida que salir a robar. Entonces al final del día, la izquierda tiene posibilidad de ofrecer un discurso ultra político porque es un discurso contra estructuras personales. La idea de que vamos a derribar el patriarcado, vamos a derribar la heteronormatividad, vamos a derribar el sistema capitalista. ¿Y la derecha que tiene? No tiene nada de eso, por eso toca construir eso. ¿Qué va a derribar la derecha? A la casta política. ¿Qué va a derribar la derecha? El sistema globalista. ¿Qué va a derribar la derecha? Los privilegios de las minorías antidemocráticas. Bueno, hay que empezar a dar ese tipo de relato político.
SEMANA: Usted dice que no hay mejor defensor del status quo que un progresista, solamente que los están utilizando…
A.L.: Es una parodia revolucionaria al final del día, porque la revolución es algo que va de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo viene otra cosa llamada ingeniería social. Yo tengo grandes cuotas de poder, por lo tanto yo compro medios de comunicación, compró la prensa, compro las industrias, compro las redes sociales, compro muchas cosas, a los políticos, obviamente. Y generó una agenda, eso se llama ingeniería social. La revolución es al revés, va de abajo, del pueblo hacia arriba. Cuando yo escucho estos progresistas que creen hacer una revolución yo los escucho repetir lo mismo que escucho en Hollywood, lo mismo que escucho en Netflix, lo mismo que se permite abiertamente en todas las redes sociales y en esas mismas redes sociales, no se permite lo contrario. Los escucho repetir lo mismo que se dice en el Foro Económico Mundial, en la agenda 2030, en todos los partidos desde la izquierda hasta la centro derecha dicen básicamente lo mismo. También dice lo mismo que los actores de moda, que los cantorcitos de moda, dicen lo mismo que el órden establecido, esos tipos les han vendido que están haciendo la revolución, ninguna revolución, son parte del sistema establecido. Te pongo el ejemplo más claro, Greta Thumberg, ¿qué revolución hace Greta Thumberg cuando es la estrella del Foro Económico Mundial de este año? Eso no es revolución, eso es ingeniería social, ¿quieres hacer la revolución? Pregúntate qué no podés decir, ¿querés saber dónde está el poder? Pregúntate qué es lo que tenés que callar. Otra vez, ¿dónde estaba el poder aquí en el caso que a mí me involucra con lo de la Universidad (Javeriana)?, ¿estaba en mí el poder? No, el poder estaba en minorías que odian la diversidad de pensamiento, que odian la libertad de expresión y de cátedra, y que por lo tanto, dicen que este tipo no tiene derecho a hablar. Hay que preguntarse qué es lo que uno no puede decir, para saber dónde está el poder.
SEMANA: ¿Qué visión tiene de esa nueva derecha de Nayib Bukele que está generando unos impactos en la opinión no solamente en su país sino en toda América Latina?
A.L.: El Salvador tenía una tasa de homicidios de 68 puntos por cada 100.000 habitantes, para que la gente entienda, la tasa promedio global es de 6.2, era el país más violento del mundo. Y bajo Bukele ese índice bajó. Entonces, ¿qué muestra Nayib Bukele? En primer lugar, que la delincuencia organizada sí se puede combatir eficientemente desde el Estado, porque existe la idea de que esos grupos armados y criminales han sobrepasado las fuerzas del Estado y mira, no sobrepasan las fuerzas de un ejército ni de una policía realmente profesional, es que falta es el componente de la voluntad política, que ese es el punto. Lo que muestra Bukele, además de que el Estado sí puede aplastar muy rápidamente al crimen organizado, cuando no lo hace hay que mirar qué están haciendo los políticos porque probablemente están coludidos contra los criminales. Esto es muy importante, porque la mano dura sí es una opción. En las últimas dos décadas nos han vendido la idea de que a los delincuentes hay que hacerle caricias, mimos, pobrecito no se vaya a resentir, a sentir mar, hay que llevarlo no a la Policía a que le meta un buen palazo y lo meta adentro, sino a un ejército de psicólogos para que lo convenzan de que está llevando una mala vida”.
SEMANA: ¿Usted ve esperanza de que ese modelo de Nayib Bukele se riegue digamos a América Latina?
A.L.: Vamos a ver, el problema es cultural otra vez. Porque esos 20 años, 30 años de un derecho humanista muy mal entendido han estropeado la moral de las fuerzas de seguridad, han estropeado la legitimidad de la utilización de las fuerzas contra los delincuentes que tienen los estados. Vamos a poner el caso de Argentina. En Argentina hay graves problemas de seguridad, hay sitios como Rosario que están tomados por el narco. Ahora, si Javier Milei ganara la elección, yo no tengo duda de que él va a imitar a Bukele en ese plano, y ahí puede haber una especie de riego de ese modelo. En otros países sinceramente no lo sé. Yo supongo que en Chile si hubiese ganado José Antonio Kast, él hubiese utilizado el modelo en el sur, donde hay grupos armados muy peligrosos. Él hubiese utilizado la fuerza como se debe utilizar.
SEMANA: Usted hablaba ahorita de la presencia de la fuerza pública, de la presencia del Estado, vuelvo a Colombia, porque eso me da pie para preguntarle sobre el acuerdo de paz que se firmó con las FARC, y ahora se está buscando un acuerdo con otra guerrilla que es el ELN, ¿qué piensa de eso?, ¿qué piensa usted del acuerdo de paz de La Habana entre el gobierno de Santos y las Farc?
A.L.: Pienso que fue horroroso, porque sin ninguna legitimidad incorporó a los guerrilleros en los organismos representativos. Llegó gente allí gente que estaba acusada de violación, o sea vos hoy tenés gente acusada de violación haciendo leyes. ¿Por qué? Porque hay un acuerdo de paz. Acuerdo de paz que perdieron, y no hay que dejar de subrayar eso. En segundo lugar, ese acuerdo de paz fue un instrumento para meter componentes de la agenda globalista. La cantidad de veces que aparecía la palabra género era inaudita, y esto es interesantísimo porque uno dice, ¿que tiene que ver toda esta cuestión del género con un acuerdo de paz de una guerra interna? Bueno, te lo metieron por la ventana, evidentemente. Y el último punto que hay que pensar es, ¿realmente llegó la paz a este querido país? Perdón, pero desde que Petro subió yo veo que las masacres se multiplican, y no es que yo tenga esa percepción, es que esto surge de los documentos oficiales del gobierno, se han multiplicado las masacres. Colombia no ha llegado a la paz, ¿de qué año es el acuerdo de paz?, ¿del 2016?, ¿Por qué la política se supone que debe absorber a los guerrilleros y convertirlos en políticos legítimos? El lugar de los guerrilleros no es el congreso, es la cárcel.
SEMANA: Es decir, usted hablaba al inicio de esta entrevista sobre Gustavo Petro, decía “no puede ser que Colombia escoja a un guerrillero, pero, ¿es guerrillero que entrega las armas no tiene posibilidad de aspirar a la presidencia o como con las Farc, a un puesto en el congreso?
A.L.: Mire se lo voy a responder con esto. ¿Los militares que han combatido a las guerrillas en nuestro continente tienen la posibilidad de elegirse? No. ¿Por qué no? Porque habían cometido crímenes, crímenes contra los guerrilleros. Ahora, ¿por qué entonces los otros sí pueden entrar en el Estado pero aquellos que los combatieron están en las cárceles? Están en las cárceles en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Perú, tengo entendido que también en este país. Ahora, imagínese usted que sale un reconocido militar acusado de crímenes de lesa humanidad y dice, bueno yo ya reflexioné, estoy arrepentido, no quiero hacer esto, voy a ser político. La izquierda, no le dejaría avanzar ni un solo centímetro, diría “esto es antidemocrático”. No pero que ya se arrepintió, no pero que ya entregó las armas, no es que ya no combate más, no le dejarían asumir. Seamos sinceros, seamos honestos.
SEMANA: Agustín en Colombia la Corte Constitucional despenalizó el aborto hasta las 24 semanas de gestación, ¿por qué logra calar tanto ese discurso?
A.L.: Es una agenda globalista. Es una agenda que se ha decidido fuera de las naciones por la agenda 2030, que para que el público entienda, es la agenda de 17 objetivos que impone las Naciones Unidas a todo el mundo, y hay tres que imponen en sus metas el aborto. Ahora, ¿por qué es tan importante el aborto para esta agenda, por su preocupación por los derechos de la mujer? No, por la sobrepoblación, que es la idea de que somos casi 9.000 millones de humanos en esta tierra y que hay que no solamente limitar, sino reducir la cantidad de personas. Un motivo es que es evidente que la tecnología va creciendo a tal escala que el trabajo humano va siendo despreciable. Es decir, que en un futuro los empleos se comenzarán a perder, y eso va a pasar. Es decir, tenemos 9.000 millones de habitantes, qué hacemos con esta gente, no la necesitamos, son parásitos del sistema. Entonces el aborto al final del día por un lado es control natal. España por ejemplo, allí nacen 400.000 español por año, pero se abortan más de 100.000. Es decir, solo con el aborto redujiste la natalidad en un 20%. En segundo lugar, ideología de género. En Estados Unidos en los últimos años se ha multiplicado en un 4000 % la cantidad de niños y adolescentes trans. ¿Esto qué significa significa?, que no se nace siendo trans, se fabrica, el niño trans se fabrica. Y al niño trans hay que llenarlo de hormonas, hay que mutilarle su genitales, y ese niño trans adivina qué, no se reproduce, ¡bingo!.
Entonces todo esto es una avanzada de este tipo de agenda que entra en comunión con otros tipos de agendas económicas. Las hormonas, se venden, la cirugías se venden, hoy el mercado de las reasignaciones de sexo crece arriba de un 10% anual. ¿Querés hacer plata? invierte allí. El tema de las hormonas, te vuelves adicto a ellas, y por ende a la industria farmacéutica. Es muy simple, porque el día que deje de mandar hormonas, incluso hasta mi vida puede entrar en riesgo. En los abortos, los de Planned Parenthood, por poner una sola firma, tienen 46.000 establecimientos en todo el mundo, McDonald’s tiene 33.900.
SEMANA: o sea, ¿hay un negocio detrás?
A.L.: Claro, Es que la idea socialista de esto es gratis es una mentira. su mente es una mentira para idiotas, no hay nada gratis salvo el aire por ahora, el resto alguien lo tiene que pagar y es que te lo pague el Estado no significa que no haya una industria que le esté vendiendo incluso a los Estados entonces, qué hay detrás del aborto negocio agenda de control, eh, natal y mucha hipocresía porque esa agenda del aborto que dice pelear por los derechos de la mujer cuando las mujeres se mueren haciendo abortos legales seguros y gratuitos nadie dice nada en Argentina se legalizó.
SEMANA: Una de las causales del aborto que se permitían en Colombia antes era la violación, ¿qué le dice usted a una mujer que fue violada y abortó?, ¿cómo explicarle que detrás hay un negocio?, ¿qué piensa usted de esas causales, no se debe permitir tampoco el aborto en esos casos?
A.L.: Vamos a ver mi reflexión política al respecto es que en todos los lugares donde las causales se han aceptado estas fueron una puerta de ingreso, no se detuvo ahí. Avanzó y se dijo a continuación, “miren necesitamos legalizar el aborto, pero ojo dentro de las 12 semanas”, porque el ser humano mágicamente empieza a existir a partir de la semana número 12. Eso hicieron el año 2018 en Argentina, dijeron que hasta las semana 12, pero en el año 2020, dos años más tarde, las mismas personas dijeron que hasta la 14, mejor. Sin ningún respaldo científico, sin nada que poner sobre la mesa, como prueba empírica, y aquí en Colombia lo mismo. Entonces te levantas un día y tenés aborto hasta los 6 meses de gestación dictaminado una Corte Constitucional en febrero. Después en mayo de ese mismo año aparece un fallo sobre la prohibición de la pesca deportiva, ¿qué es la pesca deportiva? algo muy importante para ciertas economías de este país. Sacar el pez del agua, tomar la foto, y devolverlo al agua. ¿Qué dice la Corte?, la misma Corte que te permite matar a tu hijo hasta los 6 meses de gestación dice que con el pez hay que tener prudencia, no vaya a ser que se estrese, o que el anzuelo se le clave y le haga doler. No podemos maltratar al pobre pez. Ahora lo curioso es que la misma regla no aplica para el ser humano en gestación. Ya sabemos, gracias a la ciencia más avanzada, que siente dolor a las muy pocas semanas, ¿cómo lo sabemos? con cirugía fetales donde no se le proveyó anestesia al ser humano en gestación y su ritmo cardíaco, que se puede medir, empieza a acelerarse. Eso es un síntoma de dolor, entonces se frena la cirugía, se le pone anestesia y baja el ritmo. ¿Cuál es la conclusión? el ser humano en gestación ya siente dolor. Ahora a la Corte le importa el dolor de los pescados y no el dolor de un ser humano. Porque además hay que decir el aborto no es una práctica gentil. Hay que meter un bisturí, hay que descuartizar a un bebé, hay que meter una aspiradora, hay que quemarlo vivo. ¿Por qué no se habla de esto cuando se habla de abortos?, bueno porque nadie quiere hacerse cargo de la realidad de que somos la única especie que está dispuesta a matar a sus propios bebés.
SEMANA: No puedo dejarlo ir sin preguntarle por el feminismo…
A.L.: El feminismo ya no existe. Es un movimiento de mujeres que buscan defender los derechos de las mujeres, y por eso mismo tenemos que concluir que no existe más. Porque la mujer ya no existe. El feminismo ya no puede definir qué es una mujer, porque si lo define tiene que dejar afuera a los hombres que se creen mujeres. Ese feminismo es funcional al patriarcado con peluca.
SEMANA: Y lo estamos viendo en competiciones deportivas…
SEMANA: Pero finalmente, extienda la invitación para que conozcan su nuevo libro.
A.L.: Los invito a que vengan a la Filbo. Es el día domingo 30 de abril a las 11:00 a.m. en Corferias. Va a haber firma de libros, va a haber una charla que voy a hacer hablando, y espero contar con el respaldo de ustedes. Yo sé que a la gente la censura no le gusta en general y lamentablemente lo que ha hecho una universidad aquí se llama censura. Pero todavía me queda una oportunidad de aprovechar este viaje de conferencias, así que espero que me acompañen.