Lucha contra drogas
Petro presentó nuevo enfoque en la lucha antidrogas, asegura que hasta el momento la estrategia ha fracasado
El presidente de la república se pronunció frente al tema durante la clausura en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.
Este sábado 9 de septiembre de 2023 desde la ciudad de Cali, el presidente Gustavo Petro, habló en la clausura del evento que reunió a autoridades de los países de la región con el propósito de avanzar en la lucha de política antidrogas, para mitigar un fenómeno que como lo calificó el mandatario resulta ser sanguinario y que ha vivido Colombia desde hace varias décadas y que también se ha radicado con la misma crueldad en México, los dos países anfitriones del evento. Este ya no es solo problema colombiano sino americano, según señaló Petro, enfatizando que las estrategias hasta ahora por el país han fracasado y esa es quizás la razón principal por la que se ha incrementado el conflicto armado.
“Nosotros somos las mayores víctimas de esta política (…) lo único que hemos hecho de una manera vergonzante… es repetir el discurso contra la guerra y la lucha antidrogas, porque creemos que si nos separamos una coma de él y decimos oiga, esperen ustedes no tienen razón señores de la Unión Europea, o señores de las Naciones Unidas, o señores del gobierno de los Estados Unidos, o señores del gobierno Ruso, entonces nosotros mismos nos autocensuramos, porque le tenemos temor a que nos digan que estamos aliados con el narcotráfico” dijo el mandatario argumentando que en los últimos 50 años los colombianos han sido señalados como victimarios.
Es consiente que en Colombia se produce gran cantidad de cocaína y marihuana, pero pide no desconocer que los otros países que dicen luchar contra el narcotráfico de manera infalible tienen la mayor parte de los consumidores, es decir, el producto no saldría si no encontrara clientes dispuestos a pagar por él. “Nuestro silencio en estos 50 años ha sido cómplice de un genocidio en nuestros países”, recalcó Petro durante su discurso que tardó más de 35 minutos.
No es la primera vez que habla que Petro hala del fracaso de la guerra contra las drogas, lo ha mencionado en múltiples oportunidades en actividades internacionales como en la Asamblea General de la ONU. Para el mandatario si se continúa con la misma estrategia, dijo este sábado, se van a generar otro 1 millón de muertes en América Latina, sin contar los estados fallidos que se sumaran al fracaso e incluso la muerte de la muerte de la democracia en el continente.
Por lo anterior resaltó la importancia de seguirse reuniendo en la conferencia que reúna a presidentes de la región para seguir debatiendo sobre la ruta según las experiencias particulares, siendo consiente de las equivocaciones. Desde su experiencia como economista explicó que las drogas son un mercado que tiene oferta y demanda, y esa interacción es la que pone el precio del producto. Por lo que en las nuevas estrategias que presenta está el reducir la demanda de las sustancias alucinógenas para que así se pierda el interés de surtir.
La manera de reducir la demanda según Petro en materia de drogas es a partir de diferentes factores, entre ellos disminuir la cantidad de adictos que se mitigarían desde la ciencia. Según la experiencia como alcalde de Bogotá en el cual impulsó su gobierno de la Bogotá Humana, logró identificar que la falta de afecto en la sociedad dispara el interés de consumir alucinógenos, por tal razón combatir estos vacíos es clave en la lucha antidrogas.
Cuando manifestó que el amor es la clave y solución para mitigar las drogas el público lo aplaudió. Petro agregó que el consumo y venta de drogas alucinógenas no debería ser tratado por ministros de defesa sino por ministerios de salud, “O es que el fentanilo lo van a acabar a punta de fusiles”, cuestionó.
Criticó una vez más la fumigación con glifosato en los campos colombianos y catalogó de guerra lo que se presenta en los parques de los barrios entre policías y jóvenes, indicando que se ha invertido en luchar contra el enfoque inadecuado, con la intensión de alimentar una hipocresía que favorece a políticos que son pagos por narcotraficantes.