La ‘estocada’ de Petro con la que se prohibirían las corridas de toros en Bogotá 

Una de las principales batallas que lideró Gustavo Petro como alcalde de Bogotá (2012-2015) fue la prohibición de las corridas de toros en la capital. Lo consiguió. Durante su administración no se lidió un solo toro en la plaza de toros de Santamaría. Sin embargo, la Corte Constitucional consideró su decisión como arbitraria por no tener la potestad de prohibirlas. 

En  2012, con apenas dos meses como alcalde de Bogotá, Petro le mostró los colmillos a la tauromaquia. Mandó a cerrar el palco de la alcaldía en la plaza de toros de Santamaría y luego dio por terminado el contrato que el Distrito tenía con la Corporación Taurina de Bogotá. Cerró la plaza, y años después la corte le ordenó reabrirla. Entonces Petro les dio vía libre a las obras de reforzamiento estructural del escenario e invirtió 6.900 millones de pesos del erario. De esa forma consiguió terminar su mandato sin que se volviera a lidiar un toro en Bogotá, y se marchó resaltando que uno de sus principales logros fue haber acabado con las corridas de toros.

Pero las corridas de toros volvieron por el mencionado fallo de la corte en la administración de Enrique Peñalosa, quien más allá de su rechazo a las corridas de toros decidió darle cumplimiento al fallo judicial. Desde enero de 2017 se han celebrado quince corridas de toros en la plaza de Santamaría. 

Sin embargo, Petro no se quedó de brazos cruzados, y ahora como senador, sacó de la manga un as que tiene muy preocupados a los aficionados a la tauromaquia pues podría considerarse como una estocada definitiva a las corridas de toros, al menos en Bogotá. 

La jugada de Petro fue muy sencilla. Este martes la Comisión Primera del Senado discutía en tercer debate el proyecto de ley que establece una política pública animalista en el país. En uno de sus artículos se consagra que ningún alcalde ni entidad pública podrá invertir recursos públicos en espectáculos públicos con animales. El senador de la Colombia Humana presentó una proposición para incluir el término “bienes patrimoniales”, y por unanimidad fue aprobada por la comisión. 

El alcance de la propuesta de Petro no tiene otro objetivo, vía ley de la república, que destinar la plaza de toros de Santamaría para espectáculos distintos a las corridas de toros. El propósito que tuvo como alcalde pero que la Corte Constitucional atajó. 

En el caso de Bogotá, la plaza de toros de Santamaría fue declarada bien material de la nación mediante el decreto 2390 del 28 de septiembre de 1984. Desde entonces es un bien patrimonial que según la propuesta de Petro no podrá ser utilizado para las corridas de toros de ser aprobada esta ley. 

“El respeto al animal es básico, y entre esas medidas que hay que tomar está el no divertirse con espectáculos de la muerte de animales”, justificó Petro su propuesta. 

Además de Bogotá, otra de las ciudades que afectaría esta propuesta sería Cali pues la plaza de toros de Cañaveralejo también es patrimonio material de la nación (decreto 1802 de 1995), sin embargo su propiedad es privada y no pública como en el caso de Bogotá. 

Al proyecto de ley sobre política pública animalista solo le queda un debate, el de la plenaria del Senado, donde la propuesta de Gustavo Petro tendría que ser ratificada. De ser aprobada, las corridas de toros en Bogotá no podrán realizarse en la plaza de toros de Santamaría.