Nación
Piden a autoridades restablecer el orden en el Cauca tras acciones violentas de indígenas
En los últimos meses se ha vivido una fuerte tensión en los cultivos de caña de esta zona del país, donde organizaciones indígenas han entrado a invadir.
Algunos centros de pensamiento y grupos cívicos de Colombia, como Foro Atenas, Libertank y la Corporación Excelencia en la Justicia, emitieron una carta en la que rechazan “las acciones violentas” que se han presentado en los últimos meses en varios municipios del norte del departamento del Cauca por parte de comunidades indígenas.
“Como miembros de la sociedad civil defendemos el precepto constitucional que garantiza la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser transgredidos bajo ninguna circunstancia de modo y lugar por las comunidades indígenas de la zona”, aseguraron.
Además, manifestaron que los colombianos tienen el derecho al trabajo, la actividad económica y la iniciativa privada, los valores democráticos y de empresa, cánones sagrados y libres, “que no pueden ser conculcados por las comunidades indígenas”.
Los 22 centros de pensamiento y grupos cívicos también rechazaron los hechos violentos que se han registrado contra los trabajadores azucareros y los daños evidenciados a la propiedad privada de los empresarios de la región, “quienes se ven afectados gravosamente por los atropellos cometidos por las comunidades indígenas”.
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“Hacemos un llamado a las autoridades civiles y de policía para que restablezcan el orden y garanticen los derechos constitucionales de los colombianos afectados por las comunidades indígenas del norte del departamento del Cauca”, dijeron.
Y es que en los últimos meses se ha vivido una fuerte tensión en los cultivos de caña ubicados en esta zona del país, donde organizaciones indígenas han entrado a invadir. Incluso, en las últimas horas se presentó el más reciente caso, en el que se registró un fuerte enfrentamiento entre trabajadores de la hacienda azucarera El Telillo e indígenas que llegaron a ocupar el predio ilegalmente que está ubicado en el municipio de Padilla.
En un video que empezó a circular rápidamente en redes sociales, se puede evidenciar la penosa escena, en la que incluso se escuchan disparos y se ve a los trabajadores corriendo por todo el lugar para resguardarse.
Medios locales aseguran que esto es parte del conflicto social que se vive en el departamento hace varios años, puesto que los indígenas reclaman que ellos son propietarios milenarios y ancestrales de todos los predios donde se cultiva caña; incluso, esta situación se habría intensificado más con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia.
“Hay confrontaciones entre trabajadores de fincas cañeras y algunos integrantes de las comunidades afro e indígenas, ya que ellos denuncian que fueron expulsados de las fincas por quienes adelantan el denominado proceso de Liberación de la Madre Tierra. Ellos se cansaron de esa situación y dicen que van a enfrentar a los comuneros porque les están vulnerando su derecho al trabajo”, informó un medio de la región caucana.
Aunque este conflicto social está mediado por el gremio de los ingenios azucareros, desde finales del mes de julio se vienen presentando estas confrontaciones. Solamente, el día de ayer jueves, 4 de agosto, al menos 100 indígenas ocuparon de manera ilegal la Hacienda Japio, de la familia Eder Garcés, en Caloto, Cauca.
Aunque en este hecho no resultaron lesionados, la tensión crece y los cultivadores de los ingenios azucareros temen por sus vidas. Esta vez, los indígenas llegaron hasta este predio con banderas y emblemas del Consejo Regional (CRIC) reclamando el terreno, una disputa por la tierra entre los colonos y nativos desde el siglo XVII; en esa época sacerdotes jesuitas sembraron los primeros cultivos de caña.
Los indígenas que llegaron hasta la Hacienda aseguran ser nietos de Quintín Lamen y reclaman liberar la madre tierra. Aunque no hubo agresiones, los trabajadores expresan que la presencia de estas personas les causa intimidación.