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Piden investigar al expresidente Samper por declaración de Chupeta

Durante el juicio del Chapo Guzmán, el capo Juan Carlos Ramírez Abadía se refirió a uno de los episodios más dolorosos de la historia del narcotráfico. La alianza de los carteles de droga con altos funcionarios y autoridades en el país.

4 de enero de 2019
| Foto: Archivo particular

Episodios que se creían enterrados en la espeluznante historia de la mafia en la región, están reviviendo en el juicio que Estados Unidos adelanta contra el capo de capos: Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán. Uno de sus proveedores de la droga con la que confirmó su imperio criminal fue Juan Carlos Ramírez Abadía,ex jefe del cartel de Norte del Valle, capturado en Brasil en el año 2007.

Ramírez Abadía fue extraditado a Estados Unidos, donde fue encontrado responsable del envío de miles de toneladas de cocaína a 13 años de cárcel. Ahora, de cara a los cargos que afronta el Chapo Guzmán se convirtió en uno de los testigos que levantó la mano para declarar en su contra a cambio de intentar reducir más su sentencia en ese país.

El hombre que sepultó un tesoro de 80 millones de dólares en casas de Cali compareció en diciembre ante el Tribunal de Distrito Federal de Brooklyn y admitió haber pagado a todos, desde periodistas hasta funcionarios fiscales en su país.

Un informe realizado por The New York Times recoge apartes de las declaraciones en donde asegura que miembros del jurado que todo un ala de su organización estaba dedicada a repartir los pagos. "Es imposible ser el líder de un cartel de la droga en Colombia sin tener corrupción", explicó. "Van de la mano".

En la lista de personas a las que se les repartió dinero aparecen guardias de prisión, agentes fronterizos, abogados y varios oficiales de la policía nacional de Colombia. Según el diario estadounidense, Ramírez "se jactó de la postura de que en 1997, gastó más de $ 10 millones sobornando lo que representó a todo el Congreso colombiano para cambiar las leyes de extradición del país a su favor". También afirmó haber pagado hasta $ 500,000 a Ernesto Samper, el ex presidente de Colombia, cuando se postulaba para un cargo.

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La publicación de las declaraciones de Chupeta fueron recogidas por el exministro Rafael Nieto Loaiza, del Centro Democrático, quien le pidió a la Comisión de Acusaciones que investigue al expresidente Samper Pizano.

“Esa declaración es muy importante porque se hace bajo juramento, ante jurado y en la base del acuerdo en el cual Chupeta colabora con las autoridades norteamericanas, y si eso es así estamos frente a una nueva prueba, un dinero completamente distinto al del ‘Proceso 8.000’ que habría entregado un narco a Ernesto Samper”, precisó Nieto ante los medios de comunicación. 

Aunque está en el aire el interrogante de si estos hechos pudieron haber prescrito por tener más de dos décadas de antigüedad, Nieto insistió en que la competencia de la Comisión de Acusaciones está intacta y que uno de los delitos que no estarían prescritos para activar su capacidad sería el de enriquecimiento ilícito. 

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La petición del exministro apunta a que los integrantes de esta célula del Congreso por le soliciten, por lo menos, una una copia del testimonio de Chupeta a las autoridades norteamericanas. También que se ordene la toma de evidencias necesarias para confirmar su veracidad.