POLÍTICA
Piedad Córdoba a Gustavo Petro: “Presidente, salve usted la paz”
La senadora le expuso a Petro puntos esenciales para cumplir los acuerdos de paz con las Farc, habló de cómo negociar con el ELN y propuso diálogos independientes con los diferentes grupos armados. “Podrá contar conmigo en este empeño si así se considera”, dijo.
En una carta de cuatro páginas, la senadora electa por el Pacto Histórico Piedad Córdoba, hoy distanciada de la campaña presidencial de Gustavo Petro, escribió una sentida carta al candidato presidencial en la que le habla de las principales acciones que él debería adoptar apenas se tercie la banda presidencial.
En el documento, Córdoba le dijo que se dirige a él desde la experiencia acumulada de tantas décadas de lucha por la paz. “Es cierto que la campaña aún no acaba en medio de los montajes y la guerra sucia de los que ya se saben perdedores en las urnas”, le expresó.
Recordó que la primera tarea es ser gobierno y evitar el golpe de Estado. “Se acerca el momento de posicionar una política pública de Estado que se defina como ‘Colombia: Potencia de la Paz’”, añadió.
“Con las obvias diferencias en nuestras trayectorias personales, y las discrepancias propias de nuestro ejercicio político, ambos nos la hemos jugado históricamente por la Paz de nuestro país. Usted y yo hemos denunciado y enfrentado las causalidades de la guerra y hemos apoyado múltiples iniciativas para que cese el conflicto armado”.
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Dijo que todos los procesos de paz, desde el del M-19 en 1990 hasta la firma del Acuerdo de Paz de La Habana, ya hace más de cinco años, han aportado en impulsar y avivar el anhelo nacional por frenar el derramamiento de sangre y la violencia política, “pero debemos reconocer que se han quedado cortos”.
“Presidente Petro, salve usted la paz. La paz integral no es el Acuerdo incumplido de Santos, ni las trizas de las trizas que deja Duque. No es la guerra fracasada en la que lleva insistiendo el uribismo todo este siglo, ni tampoco la perpetuación de grupos armados que victimizan a nuestra ciudadanía, como quedó expresado en el reciente Paro Paramilitar (...), hagamos de Colombia la Potencia de la Paz, trabajando intensamente desde el Estado y la sociedad civil”, manifestó.
Después de la introducción a su misiva, expuso cuatro puntos con los que, según Córdoba, se puede lograr su objetivo. Uno de ellos, la implementación plena del acuerdo final de paz de La Habana que firmó el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc.
“Démosle prioridad en nuestra agenda legislativa -ojalá con mensaje de urgencia- a saldar la deuda normativa con la Paz, que requiere de la urgente aprobación de por lo menos siete leyes faltantes sin las que no puede despegar una implementación integral (…)”.
El segundo punto es el diálogo como la ruta para solucionar los conflictos. “Paz con todos. Sin ambages, un gobierno alternativo encabezado por un firmante de un acuerdo de paz debe ofrecer diálogo -y no fantasiosas salidas militaristas- hacia el conjunto de actores armados, pero con participación efectiva de las fuerzas vivas de la sociedad”, explicó.
Le recordó que él “ya se comprometió acertadamente a cumplir los protocolos firmados con los estados garantes que cobijan el diálogo con el ELN y que fueron desconocidos por Duque. Es un primer paso de oro, para reiniciar un proceso de paz, recordando los 6 puntos de la Agenda de Quito”.
Ante la multiplicidad de grupos insurgentes, Piedad Córdoba propuso la instalación de diálogos autónomos en un único proceso congruente. “No se puede repetir el error del gobierno Santos que pretendió que el ELN se sometiera de facto al acuerdo con las Farc y se perdió una gran oportunidad para la reconciliación del conjunto del país. Hay que explorar nuevas posibilidades: acuerdos humanitarios de inmediata aplicación, diálogos regionales de paz, participación de la sociedad civil y de la comunidad internacional”.
Córdoba también cree que se necesita una política integral de desmantelamiento del paramilitarismo. “El Paro Armado del llamado Clan del Golfo demostró que tras casi 20 años de Ralito, el paramilitarismo es un fenómeno del presente y no del pasado (...). Nuevamente usted ha dado luces sobre el tema: propuso una ley de sometimiento colectivo de quienes integran estos grupos. Pero se requiere construir una política integral (…)”.
Ella también considera que no basta con atacar la expresión armada del paramilitarismo, si no se alteran los artífices económicos y políticos de dicha organización. “Hay que darle salidas jurídicas, políticas, económicas e institucionales, incluyendo la reparación de las víctimas y la depuración de los organismos estatales involucrados en esta forma de violencia”, dijo.
Por último, la senadora le habló a Petro de paz sin fronteras porque, según ella, no se puede cerrar el conflicto interno para “avalanzarnos en una guerra con nuestros vecinos”.
Propuso a Petro diálogos diplomáticos con Venezuela y los países fronterizos, incluyendo Nicaragua. “Un acuerdo de paz internacional que garantice que pese al alineamiento geopolítico o ideológico de los distintos gobiernos, o la adscripción a acuerdos militares internacionales”.
Por último, se mostró en disposición a contribuir en los caminos que conduzcan a la paz. “Podrá contar conmigo en este empeño si así se considera”, concluyó.