MAGNICIDIO
Piedad Córdoba y capos extraditados: desfile de testigos por el magnicidio de Álvaro Gómez
Después de 25 años, la Fiscalía reactiva la investigación por el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado con el llamado a declarar de Piedad Córdoba y varios narcos como Guillermo Pallomari y los hermanos Rodríguez Orejuela. ¿Qué hay detrás?
Sí y sí. Estas fueron las respuestas que dio esta semana la exsenadora Piedad Córdoba a los periodistas de La W cuando le preguntaron si sabe quién ordenó asesinar a Álvaro Gómez Hurtado y si tiene las pruebas. La exparlamentaria viene dándole vueltas a una revelación que hará ante la Comisión de la Verdad sobre el magnicidio ocurrido hace 25 años. Según ella, su versión supondrá un giro en la teoría de los responsables, que va de la extrema derecha a la extrema izquierda.
Córdoba descartó que dirigirá sus señalamientos hacia los militares presos por el caso, que están pagando los platos rotos sin tener nada que ver. Tampoco cree que el crimen del excandidato presidencial conservador fuera producto de una alianza entre narcos del norte del Valle y políticos. Esto descarta que sus revelaciones tengan que ver con el expresidente Ernesto Samper, de quien al contrario señala que merece conocer la verdad. Aliados y contradictores de Córdoba coinciden en que ella se alista a dirigir sus dardos contra las Farc como perpetradoras del crimen.
Así también lo deja entrever la exsenadora al confesar que su declaración le traerá un costo político: “Han dicho muchas cosas, que le estoy haciendo un favor al uribismo, que me volví uribista, y no es así. Tengo información clara y contundente, y quienes hicieron lo que hicieron deben decirlo”.
La versión que revelará Córdoba muestra una ruptura con un sector de las Farc. El marchitamiento de esa relación quedó en evidencia desde septiembre de 2017, cuando se celebró el congreso fundacional del partido Farc en Bogotá. Ella decidió no asistir y envió un ramo de flores amarillas con una dedicatoria dirigida a Iván Márquez, ahora prófugo de la justicia. Un año después, en 2018, Piedad Córdoba renunció a su aspiración presidencial después de que la Farc anunció su respaldo a Timochenko. Para la fecha del magnicidio, hacía presencia en la capital el frente Antonio Nariño de las Farc, comandado por Carlos Antonio Lozada, hoy senador por el partido Farc.
La familia Gómez Hurtado rechazó las declaraciones de Piedad Córdoba. Califica esta versión como una puesta en escena para desviar la investigación y llevarla a la Jurisdicción Especial para la Paz. “Están tratando de llevar el caso a la JEP para echarle la culpa a algún guerrillero muerto o vivo, se le arrebate a la Fiscalía la investigación y que se convierta en cosa juzgada. Todos contentos, sobre todo Serpa y Samper. Es una treta de Piedad Córdoba para beneficiar a su amigo Ernesto Samper”, señaló Mauricio Gómez. El hijo del excandidato aseguró que las Farc ya estuvieron sindicadas dos veces, pero la Fiscalía ha descartado esta tesis.
La única pista reciente que existe en la Fiscalía sobre una relación de las Farc con el magnicidio es un libro que reveló el senador José Obdulio Gaviria con varias cartas, supuestamente de Tirofijo. “Sobre el ajusticiamiento de Gómez Hurtado, podemos hacer un intercambio de opiniones en el secretariado, para ver hasta cuándo se puede mantener la reserva o en qué momento oportuno podemos decirlo”, dice una de las anotaciones. Según Gaviria, le entregaron esta información en el Caguán, pero la Fiscalía no tiene rastro sobre del origen o la veracidad de lo que dice el documento.
Este sábado, la presidenta de la JEP, Patricia Linares, reveló que tres excomandantes de las Farc harán reconocimiento temprano sobre los crímenes de Gómez Hurtado, de Hernando Pizarro León-Gómez, José Fedor Rey, Jesús Antonio Bejarano, general (r.) Fernando Landazábal Reyes y del representante a la Cámara Pablo Emilio Guarín.
Desfile de testigos.
Las revelaciones de Córdoba reactivaron el caso de Gómez Hurtado en el búnker. La Fiscalía octava delegada ante la corte citó a la exparlamentaria a declarar en dos semanas. También harán lo propio con el exalcalde de Bogotá Lucho Garzón, quien dijo en el programa Debate, de Semana, que como presidente de la CUT en 1995 vivió presiones de “conspiretas” que intentaron seducirlo para participar de un complot. “El presidente de la CUT podía promover un paro para tumbar a Samper o no tumbarlo. Yo lo viví y salí vivo de una conspiración”, señaló.
SEMANA conoció que después de hacer un inventario de los 18.000 folios que componen el proceso, la Fiscalía prepara citar un desfile de testigos encabezado por los hermanos Miguel Ángel y Gilberto Rodríguez Orejuela. Este último fue capturado cinco meses antes del magnicidio de Gómez Hurtado. Por eso se cree que los narcos cometieron el crimen para atacar la extradición.
Además, convocará a declarar a Fernando Henao Montoya, el capo del norte del Valle que recuperó su libertad en Estados Unidos; a Samuel Santander Lopesierra, el Hombre Marlboro; a Víctor Patiño Fómeque, y repetirá Luis Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño. Si la Fiscalía logra rastrearlo, podría comparecer Guillermo Pallomari, alias Reagan, el contador del cartel de Cali que aseguró ante una corte en Miami que los narcos financiaron la campaña Samper Presidente y que hubo sobornos a la Asamblea Nacional Constituyente para abolir la extradición de nacionales.