Pinochómetro: ¿Dicen la verdad los candidatos de Cali sobre la seguridad?

Aunque acumular anualmente los asesinatos no es la mejor manera de medir la seguridad en una ciudad, lo cierto es que el candidato dijo una cifra que es cierta. Al sumar el histórico de homicidios cometidos en Cali desde 1980 hasta 2018, el resultado es que en efecto la capital del Valle completó un acumulado que supera los 50.000 asesinatos en los últimos 38 años, según datos recogidos de varias fuentes como Policía, Observatorio de la Alcaldía de Cali y el instituto Cisalva de la Universidad del Valle. Lo que es discutible de su afirmación, es asegurar tajantemente que, por cuenta de esas cifras, Cali sería una de las ciudades más violentas del planeta. Hay que recordar que ese ranking se elabora por tasa, que es una forma de medir el número de homicidios relativo a la población. La cifra se interpreta como el número de homicidios anuales por cada cien mil habitantes y ese resultado no dice cuántas personas fueron asesinadas, sino cuál es su proporción con respecto al total de la población. De esa manera es que se comparan los asesinatos entre ciudades con distinto número de habitantes.

Es cierto que la inseguridad en Cali se convirtió en uno de los problemas que más destacan los caleños a la hora de ser encuestados, pero también lo es que, pese a tener una tasa de homicidios por encima de la nacional (según informe entregado por Medicina Legal, a corte de febrero de 2019, Cali presentaba una tasa de 155 homicidios por cada 100 mil habitantes) las cifras han disminuido respecto a otras épocas violentas donde las vendettas mafiosas eran el pan de todos los días. Si nos atenemos a los asesinatos las estadísticas revelan que ese delito disminuyó al pasar de 613 casos en 2018 a 538 homicidios durante el primer semestre de este año. Donde sí le va muy mal a la seguridad en Cali, es en los hurtos a personas, residencias y establecimientos comerciales. Por ejemplo, el año pasado fueron robadas 7.708 personas en el periodo enero – junio; y este año la cifra de afectados aumentó a 9.536 denuncias por ese delito. Igual sucede con el hurto de vehículos al pasar de 814 a 1.001 casos, en ese mismo periodo. Ni hablar de lo que sucede con las motos, que pasó de 1.270 robos a 1.331.

En efecto, en la capital del Valle las muertes violentas por arma de fuego son uno de los dolores de cabeza en materia de seguridad. Si bien la ciudad y sus municipios aledaños (Palmira, Jamundí, Yumbo y Candelaria) registraron una disminución de homicidios equivalente al 12.2 por ciento, al reportar 538 asesinatos durante el primer semestre del año (en el mismo periodo de 2018 fueron 613 homicidios), llama la atención que esa causa de muerte violenta saltó al segundo lugar en cuanto a motivo de defunciones, solo superada por las enfermedades isquémicas del corazón. Hay que recordar que todas esas mediciones y estadísticas hacen parte del programa Cali Cómo Vamos, que hace seguimiento y evalúa la calidad de vida de los caleños.