Un lío de faldas sería el motivo por el cual tres integrantes de la familia Valdés le quitaron la vida a Jesica Mayerly Alza, estudiante de un colegio de Ciudad Bolívar, en el sur de la capital colombiana. El cadáver de Jesica Mayerly fue hallado dentro de una vieja maleta el pasado martes.
Andrea Esperanza Valdés, con la complicidad de su madre y un hermano, esperó a la colegiala después de su jornada estudiantil el pasado lunes, según relató para Semana.com el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Édgar Sánchez Morales.
Cuando la abordaron, la invitaron a la casa de la familia en el barrio el Progreso con la excusa de que le darían licor y marihuana.
Apenas los tragos y el alucinógeno hicieron su efecto, los tres integrantes de la familia Valdés le habrían propinado seis puñaladas, en medio de un acto de celos, ya que presuntamente tenía una relación sentimental a escondidas con el novio de Andrea.
Luego, dijo el oficial, las tres personas doblaron el cuerpo para introducirlo en el equipaje, que habría sido abandonado en horas de la madrugada del pasado martes en uno de los costados de la cancha de fútbol del barrio el Progreso.
Ese día, transeúntes hallaron el cuerpo de la estudiante, quien cursaba el grado noveno en el colegio Ismael Perdomo de Ciudad Bolívar. Al dar aviso al CAI de Policía del sector, se procedió al levantamiento por parte de agentes de criminalística de CTI de la Fiscalía.
En conjunto con investigadores de la Sijín, comenzaron las averiguaciones sobre el homicidio que hoy tiene tras las rejas a Andrea Esperanza Valdés, de 21 años de edad, oriunda de los Llanos Orientales.
El general Sánchez confirmó a este portal que ella, al igual que su madre, se dedica a la brujería y a la santería, por lo que se cree que antes de asesinar a la colegiala le leyeron las cartas y el tabaco.
El hermano y la madre de Andrea huyen de las autoridades y son buscados en Bogotá, Cundinamarca y los Llanos Orientales.
Julio Alza, padre de la víctima, había reportado la desaparición de su hija el lunes en la noche al notar que ella no regresó a su casa y tenía el celular apagado.
En su momento, el señor Alza le dijo a Semana.com que Jesica desapareció en un trayecto de tres cuadras que dividen a su predio del colegio en mención. “El lunes iba a almorzar a la casa porque en la tarde tenía que ir a alfabetizar”, expresó.
Las exequias de la estudiante de 16 años se adelantarán a las 10 a. m. de este viernes y su cuerpo será sepultado en el Cementerio del Sur.