NACIÓN
Los presidenciables que catapulta la victoria del No
Mientras que Humberto de la Calle pasa a tener una candidatura díficil, Vargas Lleras, Ordóñez y el candidato uribista pelearán en el 2018 por recoger los réditos del plebiscito.
Aunque en el plebiscito estaba en juego exclusivamente la refrendación del acuerdo de paz, nadie duda que se convirtió en la antesala del debate presidencial del 2018. A la luz del apretado veredicto de las urnas de este 2 de octubre, las elecciones que tendrán lugar en menos de dos años estarán para alquilar balcón, aunque parezca prematuro. De cara a esa cita, el uribismo sale fortalecido e intentará cobrar por ventanilla lo que le corresponde.
Si hubiese ganado el Sí muchos sectores hubiesen tenido que repartirse la torta del triunfo. Dicho escenario habría tenido como grandes favorecidos a quienes, durante largos meses, cargaron con el costal de defender la paz.
Pero los colombianos decidieron otra cosa. Dentro de los posibles candidatos presidenciales que defendían los acuerdos con las FARC hay hombres y mujeres de izquierda, de centro y de derecha moderada, entre los que estaban Gustavo Petro, que iría como independiente, y Clara López, Jorge Enrique Robledo e Iván Cepeda, posibles fichas del Polo Democrático Alternativo en el 2018.
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En el espectro de centro-derecha, representado por el vicepresidente Germán Vargas Lleras, hay otra lectura. En el segundo del gobierno Santos, su vice no fue precisamente el hombre que más le puso el pecho a la defensa de los acuerdos con las FARC. Dicho de otra manera, fue Vargas Lleras quien menos se desgastó políticamente durante el tiempo que duró la pedagogía de lo acordado en La Habana. Apenas lideró dos manifestaciones en plaza pública, una en la recta final de la campaña. Y aunque su fortín, la costa, se inclinó por el Sí, la maquinaria de Cambio Radical (quizás afectada por el impacto del huracán Mathew) no fue suficiente para darle la victoria al Gobierno. José Fernando Flórez, abogado y politólogo de la Universidad Externado de Colombia, considera que Vargas Lleras es uno de los presidenciables más beneficiados con los resultados del plebiscito, pues considera que “su candidatura se fortaleció justamente por esa ambigüedad”.
Sin embargo, la realidad política indica que Vargas Lleras no tendría el respaldo de los otros partidos que apostaron por el Sí, como los liberales, La U y parte de los conservadores, que mantendrían la coalición pero sin el actual vicepresidente. Y por los lados del uribismo el nombre de Vargas Lleras quedaría descartado pues la legitimidad que les dio el triunfo del No les alcanza para un candidato propio. En ese contexto a Vargas le tocaría lanzarse solo, sin el apoyo quizás de ningún partido adicional al suyo.
Tras el plebiscito los independientes también enfrentan un dilema. Eventuales candidatos como Claudia López, distantes al Gobierno en otros temas, se pusieron con más entusiasmo la camiseta de la paz. Antonio Navarro Wolff y el mismo exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo Valderrama encarnan esa especie de limbo que implica haber defendido los acuerdos sin pertenecer al Gobierno.
Diego Corrales, analista político y director de DC Estrategia, habla de una posible coalición de candidatos para el 2018 que se estaba fraguando desde el Partido Liberal y La U. Esos mismos ahora deberán reestructurar su norte. Antes del plebiscito el nombre de Humberto de la Calle era la carta de los liberales y era apoyado por La U. Según Florez, la eventual candidatura del jefe negociador pasa a ser "inviable".
El liberalismo fue quizás uno de los grandes perdedores de la jornada del dos de octubre. Comenzando por el ex presidente Cesar Gaviria, quien era el líder de la campaña por el Sí. Pero además los otros precandidatos tuvieron un rol vital en la campaña. El ministro Juan Fernando Cristo, por ejemplo, quien aspira a estar en esa consulta, tuvo siempre la camiseta. Tramitó las reformas en el Congreso y al final tuvo un rol clave en La Habana. Al final se había dedicado a promover el Sí en su propia tierra, Santander, uno de los departamentos donde el No tuvo un triunfo abrumador: ganó por más del doble de los votos (282 mil del Sí, contra 123 mil del No). En sus correrías por Ocaña, Pie de Cuesta, Cúcuta, entre otros, Cristo había dejado hasta el último aliento intentando convencer a sus coterráneos de las oportunidades que traería un acuerdo con las Farc. Pero fracasó en esa apuesta con cifras contundentes.
Eso le podría dar paso a otros liberales como Juan Manuel Galán y Simón Gaviria que ya empiezan a sonar. Lo cierto es que la baraja en casi todos los partidos se vuelve a sacudir. El partido de Santos, la U, carece de nombres rutilantes. Suenan los del exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, Sergio Diaz-granados y el senador Roy Barreras. Tantos ellos como los liberales han decidido que escogerán candidato mediante una consulta, irán a la primera vuelta con candidato propio y buscarán alianza en caso de una segunda vuelta.
Por el lado de los conservadores también hay dilemas. Las mayorías parlamentarias que estuvieron apoyando el proceso de paz y le dieron el Sí al plebiscito también buscarán candidato que represente continuidad en este propósito. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, es una carta para ellos. Se creía descartado porque tenía que liderar una de las apuestas del gobierno: la reforma tributaria, pero hay incertidumbre de lo que pueda pasar. Sin embargo, entre los azules también hay voces representativas a las que se les puede considerar victoriosas tras el plebiscito. Alejandro Ordóñez y Marta Lucía Ramírez podrían dar la pelea entre las bases conservadoras.
Pero el estrecho triunfo del No en el plebiscito tiene tres nombres concretos que reclamen el trofeo. Uribe sabe que los resultados de estas elecciones ponen a su candidato desde ya casi que en una segunda vuelta presidencial. Óscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo e Iván Duque lucharán, en una consulta interna, por ser el ungido del jefe.
Pese al discurso conciliador que pronunció Francisco Santos una vez se supo el resultado del plebiscito, el Centro Democrático incluso podría ir por más. La analista política Laura Gil asegura que los sectores más radicales del uribismo podrían pedir la renuncia del presidente Juan Manuel Santos antes de que lleguen las elecciones.
Y no puede quedar por fuera dentro de los eventuales candidatos en el 2018 el exprocurador Alejandro Ordoñez, quien tomó el estandarte del No antes y después de ser destituido del cargo de poder que ostentó durante dos periíodos. Aunque su ideología es conservadora, su candidatura podría ser independiente, aglutina un gran segmento del electorado conservador, católico, cristiano, evangélico y uribista. Pero sobre todo, se trata de un hombre que encarna un rechazo inquebrantable y feroz a las FARC, ese que quedó rubricado en los resultados del plebiscito.
Falta mucha tela por cortar, pero el plebiscito deja un nuevo partidor de cara a las presidenciales del 2018.