PROCESO DE PAZ
Antioquia, el bastión del No
Muchos esperaban que Antioquia no respaldara los acuerdos del Gobierno con las FARC, sin embargo, el resultado fue más alto de lo esperado.
Sucede en Medellín que cuando hay una alegría enorme -y la alegría viene vestida de fútbol o de reinado- suena pólvora como anunciando la llegada de un gran rey. Pero este domingo no ha sonado ni una papeleta, aunque 1.057.483 antioqueños, -el 62% de los votantes- les dijeron no a los acuerdos con las FARC. Y ganaron. Pero no muy lejos, en Llanogrande, cerca de la finca del expresidente Álvaro Uribe Vélez, sólo se veía felicidad: hombres pitando en sus carros, mujeres coreando el triunfo.
El 62 % de los medellinenses se negaron a la propuesta que llegó desde La Habana, una cifra muy parecida a las que registraron las subregiones más cercanas a la capital, donde la industria es más fuerte y el conflicto armado ha menguado. Esas mismas zonas que años atrás registraron los picos más altos de desplazamiento del país, como Oriente, Suroeste y Occidente. O regiones donde se ha instalado el poder las bandas criminales: Bajo Cauca, el Nordeste y el Magdalena Medio.
Pero los territorios más golpeados en los últimos años por el conflicto, esos que no han tenido tregua un solo día, optaron por el Sí. En Ituango, el municipio más minado de Colombia y el más asediado por los poderosos frentes 18 y 36 de las FARC, ganó el Sí con el 69 % de los votos, al igual que en Briceño, ambos pueblos del Norte.
El Urabá, testigo del paso del EPL, las FARC, las ACCU y las AUC, perdonó el viernes a la guerrilla por la masacre de 35 personas en 1994 en una finca conocida entonces como La Chinita, y este domingo respaldó al Sí con el 52 % de los votos, al igual que Dabeiba, que sería zona de concentración de guerrilleros.
Lo que dijeron los analistas hasta el cansancio terminó siendo cierto. El país urbano, tan lejano de los grandes problemas del conflicto armado, se negó a este acuerdo. Ver el mapa de Antioquia en el sitio web de la Registraduría demuestra la contundencia de las votaciones: un gran manchón naranja indica el No y esta era una noticia anunciada. Hace pocos meses, en la gran marcha en contra del presidente Juan Manuel Santos, los paisas demostraron el descontento el Gobierno y la negociación con la guerrilla. Además, la popularidad del mandatario, si es baja en todo el país, en Antioquia está por el piso.
No hay que olvidar que las últimas elecciones para la Alcaldía de Medellín las han ganado candidatos del voto de opinión, candidatos que al fin de cuentas siempre contaron con un apoyo tácito del expresidente Uribe, uniéndose así dos fuerzas electorales contrarias pero que en la capital ha dado resultados.
En entrevista con Semana.com, el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo advirtió que uno de los errores de la negociación fue la falta de información, la poca pedagogía que hubo durante los cuatro años de negociación, “no era difícil encontrar personas en la calle asustadas por expropiaciones, indultos, presidencias guerrilleras, castrochavismos”.
Para nadie es un secreto que Antioquia es uno de los bastiones del senador Álvaro Uribe Vélez y su partido el Centro Democrático, sin embargo, los promotores del Sí creían que la falta de un gran líder antioqueño podía menguar la fuerza del No, olvidando que el gran líder local es el expresidente, que hizo un trabajo arduo por todo el departamento, ayudado por concejales y congresistas.
Muy cerca de Antioquia el No fue contundente: en ningún municipio del Quindío ganó el Sí. Uribe y el Centro Democrático también han cosechado afectos en la zona cafetera. Allá la campaña por el No fue encabezada, sin embargo, por la exgobernadora Sandra Paola Hurtado. En ese departamento se dice que el uribismo no sería el ganador, pues es una plaza privilegiada de Germán Vargas Lleras.