La debacle de las encuestadoras

Las principales firmas encuestadoras del país saben que con cada elección o votación popular se juegan su prestigio, dependiendo de qué tan cerca estén de los resultados en las urnas.

El plebiscito era una prueba de fuego porque se trataba de un evento histórico en el que los colombianos tenían que escoger entre sólo dos opciones: refrendar los acuerdos de paz o rechazarlos.

Pues bien, tras la jornada electoral del domingo, las firmas encuestadoras quedaron muy mal paradas porque no sólo no acertaron con los resultados sino que las diferencias entre el Sí y el No eran muy grandes y no se acercaron ni poquito a lo que dictaminaron las urnas.  

Así lo revelan los resultados de las encuestadoras de la semana pasada que fueron los siguientes: Ipsos Napoleón Franco 66 % por el Sí y 34 % por el No. Centro Nacional de Consultoría (CNC) 65 % por el Sí y 29 % por el NO. Cifras & Conceptos , 62 % con el Sí y el 38 % por el No. Invamer Gallup, el 67,6 % por el Sí y el 32,4 % por el NO. Encuesta de Opinión Nacional el 67,7 % de los encuestados por el Sí, contra el 32,4 % por el No. Opinómetro de Datexto el 55 % por el Sí y el 36 % por el No.

Lo paradójico es que las más acertadas fueron la encuesta de Guarumo, una firma muy poco conocida, del exregistrador nacional Carlos Ariel Sánchez, que participaba por primera vez, y EcoAnalítica. Estas firmas dieron el porcentaje más altos de votación por el No: 42,1 %, mientras que por el Sí daban el 56,1 %. La firma había señalado que la participación de esta jornada electoral sería muy baja y que apenas superaría el 31 % del censo electoral.

Aunque los representantes de estas encuestadoras todavía están digiriendo estos resultados, varios analistas señalan que una razón de esta debacle es que muchos de los consultados no quisieron reconocer que iban a votar por el No porque podrían sentirse un poco estigmatizados. Por eso decían una cosa en las encuestas, pero a la hora de votar expresaban su verdadera opinión.

Lo cierto es que los resultados del plebiscito pondrán a pensar a más de una encuestadora a la hora de mirar qué falló, y de hacer ajustes a los mecanismos de sus consultas para no hacer el oso.