Chocó
Poderoso cabecilla del Clan del Golfo se desmoviliza y entrega once radios de comunicación
El hombre acumuló un amplio recorrido en las filas de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Las Fuerzas Militares confirmaron la desmovilización de un experimentado integrante de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), quien tenía el control del grupo armado en tres municipios del departamento del Chocó.
Se trata de alias Reserva, un hombre que pasó nueve años alzando las banderas de la estructura en el Pacífico. Empezó como informante y escaló hasta la posición de cabecilla urbano en las localidades del Alto, Medio y Bajo Baudó.
Al parecer, este sujeto estaba involucrado en el cobro de extorsiones a comerciantes, el control de vías terrestres y fluviales. Entre tantas cosas, se le atribuyen delitos por instalar artefactos explosivos para afectar a la población civil y a la Fuerza Pública.
La institución reveló una de sus tareas más importantes: “Se desempeñaba como líder de la recopilación de información para la ejecución de asesinatos selectivos, presentados como ajustes de cuentas en nombre de la organización”.
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Al momento de su presentación ante las autoridades, entregó un considerable material de guerra y elementos estratégicos que serán investigados por las autoridades competentes, como armas de fuego y once radios de comunicación.
Las Fuerzas Militares anunciaron que seguirán en la redada en contra del Clan del Golfo en el Chocó, que afecta la tranquilidad de cientos de habitantes diariamente junto a los hombres del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Hombre perdió millonaria fortuna por supuesta relación con el Clan del Golfo
Ferney de Jesús Cardona Bello se tuvo que desprender del millonario imperio que construyó en Antioquia por una supuesta alianza que tendría con el Clan del Golfo, argumentó la Fiscalía al imponer la extinción de dominio sobre sus bienes.
Este hombre es conocido en el mundo criminal con el alias de Soya, señalado por los investigadores como el cabecilla de una red de lavado de activos que estaría al servicio de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
El argumento principal de las autoridades es que este sujeto, presuntamente, concertaba con familiares y allegados para construir empresas de papel dedicadas a la ganadería y otras actividades agropecuarias en el Urabá antioqueño.
Por medio de esas organizaciones, él les habría dado apariencia de legalidad a las millonarias ganancias que dejaba el envío de cocaína al exterior, principalmente a los países del Viejo Continente y a las calles de Estados Unidos.
“Dispondría de un asesor contable y financiero, y una asesora experta en temas de notariado y registro, quienes serían los encargados de perfilar los inmuebles que debía adquirir o las sociedades y establecimientos a crear”, dijo la Fiscalía.
Las pruebas del ente de acusación sostendrían que alias Soya, entre 2010 y 2023, habría blanqueado capitales por cerca de 65 mil millones de pesos. Estos movimientos, en su momento, habrían sido reportados a alias Otoniel.
Los 32 bienes que fueron incautados están avaluados en 17.500 millones de pesos y están ubicados a lo largo y ancho del departamento. Hay reportes de inmuebles, establecimientos de comercio, sociedades y cuentas bancarias.
Los hallazgos se dieron en la ciudad de Medellín y en los municipios de Envigado, Turbo, Apartadó, Santa Rosa de Osos, Bello y Abejorral, cuyo control y administración serán cedidos a la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Uno de los elementos llamativos del proceso que se surte contra Ferney de Jesús Cardona Bello tiene que ver con sus declaraciones tributarias; se practicó un análisis patrimonial que lo dejó mal parado ante las autoridades.
“Las verificaciones indican que habría ocultado su verdadera realidad económica e ingresos que superan los 16.000 millones de pesos en nueve años”, dijo; en efecto, deberá responder por los señalamientos de la Fiscalía General de la Nación.
Un funcionario de la Dirección Especializada de Lavado de Activos presentó a alias Soya ante un juez de control de garantías y le imputó los presuntos delitos de lavado de activos y concierto para delinquir, pero no los reconoció.