Policía desalojó a mujer de 86 años que padece varias enfermedades y quedó en la calle

Indignación entre los pobladores del barrio Ospina Pérez, en el municipio de Palermo, departamento de Huila, luego que una adulta mayor fue desalojada de su vivienda en la que vivió por más de 40 años.

El procedimiento fue llevado a cabo por integrantes de la Policía Nacional, quienes sacaron a la mujer de la casa hacia la calle alzada de manos y pies, mientras ella trataba de evitar ser expulsada del predio, según quedó registrado en un video que circula en redes sociales.

De acuerdo con personas cercanas a la mujer, que padece de diferentes enfermedades, ella habría servido de fiadora a un jugador de gallos y tejo quien sería uno de sus hijos. Este se habría atrasado con los pagos de una deuda, por lo que la vivienda de la mujer de 86 años fue embargada y ahora un juzgado del municipio de Palermo llevará a cabo el remate del predio que era de la adulta mayor.

En las imágenes se aprecia a varios ciudadanos recriminándole a los uniformados de la Policía por la manera como estaban sacando a la abuela de 86 años, de la que fue su vivienda por más de cuatro décadas, mientras un sacerdote intentaba consolarla en el piso, al tiempo que la mujer lloraba desconsoladamente.

“No hagan eso; miren lo que están haciendo, de por Dios qué hacen; miren cómo la tienen; es una abuelita y ustedes haciendo eso, ¿por qué hacen eso? dejen de ser así, abusivos con la gente y más con una abuelita de la tercera edad; señores agentes, ¿ustedes no tienen mamá?”, fueron algunos reclamos de personas que se acercaron a la vivienda de la mujer cuando se llevaba a cabo el desalojo.

Entre tanto, uno de los uniformados le contestó a una de las ciudadanas que le reclamaba: “Mí señora, es duro para nosotros también”. Entre tanto, otra persona le pide al sacerdote que abrazaba a la mujer en el piso: “Señor cura, dígale a esa gente que...no, a ese señor no lo cargó nadie. Mejor dicho a ese lo trajo fue el viento a este mundo”.

Otras personas que se hicieron presentes en el lugar, insistían en que una de las manos de la abuela había sido maltratada por parte de los policías en medio del procedimiento. Finalmente, la mujer que fue identificada como Ana Lucía Nágles fue llevada por un hombre entre sus brazos hacia otro lugar, mientras el sacerdote caminaba a su lado.

Los habitantes del sector le advirtieron a los policías que si a la abuela de 86 años le llegaba a pasar algo, los responsables eran ellos, mientras se escuchaba el llanto de algunas personas que no comprendían lo que estaba ocurriendo.