NACIÓN

Policía inicia operativos de búsqueda de Sara Sofía en Bucaramanga y Santander tras declaraciones de la tía

Uniformados avanzan en la investigación para determinar si la menor fue llevada al oriente del país.

30 de marzo de 2021
La mamá de Sara Sofía relató que el 27 de enero la niña no se despertaba y estaba morada. Aseguró que ahí se asustó, metió el cuerpo en un costal y lo llevó al parque.
La mamá de Sara Sofía relató que el 27 de enero la niña no se despertaba y estaba morada. Aseguró que ahí se asustó, metió el cuerpo en un costal y lo llevó al parque.

Los operativos de las autoridades para dar con el paradero de Sara Sofía Galván, la niña que permanece desaparecida y que este martes cumple 2 años de edad, se intensificaron tras las declaraciones de la tía.

En las últimas horas, su tía, Xiomara Galván, comentó a SEMANA que recibió una llamada anónima en la que le indicaron que su sobrina habría sido vendida y pretendían llevarla fuera de Colombia.

Según la comunicación, que se dio la semana pasada, “la niña no está muerta. La persona me decía que la niña había sido vendida en Bogotá por dos millones de pesos, que la tenían en Bucaramanga y que al parecer la iban a sacar del país”.

Tras esa revelación, la Policía inició operativos de búsqueda en la capital santandereana, especialmente en la Terminal de Transporte y en las vías que conducen hacia Cúcuta, Santa Marta y Barrancabermeja.

Según el comandante de la Policía de Bucaramanga, general Javier Martín, uniformados avanzan en la investigación para determinar si la menor efectivamente fue llevada al oriente del país.

“Iniciamos una investigación, vamos a reunirnos con nuestras especialidades de inteligencia y tratamos de buscar la fuente de la persona que se comunicó con la familia de la menor”, manifestó el oficial.

La versión de la madre

Lo cierto es que la menor lleva dos meses desaparecida y Carolina Galván, su madre, ha dado varias versiones de lo que pasó.

Lo primero que dijo es que, supuestamente, se encontraba en casa de su pareja sentimental –Nilson Díaz– y le habría dado de comer a la pequeña. Tres horas después, la encontró tiesa, fría y sin vida, con su cara morada y acostada en la cama.

Al parecer, la menor habría tenido una broncoaspiración. Según su relato, acompañada de su novio se trasladó hasta el borde de un río para arrojarla al agua, envuelta en una cobija azul, dentro de un costal.

Pero la mujer, de 21 años, ha cambiado su versión varias veces y su hermana Xiomara, quien tenía la custodia temporal de la niña otorgada por el ICBF, teme lo peor.

El 19 de febrero, semanas después de la desaparición de Sara, de manera inesperada Xiomara recibió un mensaje en Facebook. Ella fue contactada en esa red social por una mujer venezolana, llamada Marisela, quien es vendedora ambulante en el sector de Corabastos, a las afueras de la puerta siete.

Marisela le dijo a Xiomara que tenía información sobre el paradero de la niña y le dio un número de contacto. Cuando hablaron telefónicamente, le contó que Carolina estaba en compañía de Nilson y dedicada a la prostitución en la calle 38, en el barrio Llano Grande, consumiendo drogas; que en ocasiones dormía en las calles o en pagadiarios, costeados por Nilson desde el 31 de enero.

Además, le dijo que Carolina le entregaba día de por medio a él, quien la doblaba en edad, todo lo que se ganaba.

El caso llegó a manos de las autoridades y hace dos semanas agentes del CTI de la Fiscalía capturaron a Carolina y a Nilson. Al finalizar la audiencia, en la que no aceptaron cargos, la mujer se acercó a una persona de la Fiscalía y le confesó: “No busquen más, yo lancé la niña al río”.

Llamada anónima

La más reciente pista del caso provino de una llamada anónima que recibió Xiomara Galván en que le decían que la niña habría sido vendida y trasladada a Bucaramanga.

Xiomara ha dicho a las autoridades que decenas de personas la llaman día a día para decirle que tienen alguna pista. La ilusión o la preocupación florecen, pero al final la niña no aparece.

Dice también que la persona que la llamó no se identificó porque “dijo que no quería problemas”.

Yo siento que fue así, que mi sobrina fue vendida, no fue ni regalada, fue vendida”, agrega la mujer, quien pide a la Policía “no bajar la guardia”.

También hizo un llamado a las autoridades para que ofrezcan una recompensa por información que ayude a dar con el paradero de la pequeña, pues siente “una incertidumbre muy grande”.