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Policía que estuvo secuestrado trece años cuestionó el perdón del Secretariado de las Farc
En su narración ante la JEP, el sargento recordó que estuvo ocho años encadenado en la selva, aseguró que ninguno de los comandantes ha reconocido su responsabilidad.
“El reconocimiento de las verdades de ustedes que he escuchado en el transcurso de la mañana han sido simples o vagas”. Este fue el fuerte reclamo que le envió el sargento en retiro César Augusto Lasso Monsalve a los siete exintegrantes del Secretariado de las Farc, en medio de la audiencia que se adelanta este martes en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
El sargento, quien fue secuestrado durante la toma de Mitú el primero de noviembre de 1998, aseguró que durante la diligencia no ha escuchado a ninguno de los excomandantes de las Farc “decir yo di la orden”, “yo ordené que se hiciera esto’”. Para el oficial, uno de los pasos fundamentales para lograr el perdón es que se acepten los hechos y se reconozca de manera clara la responsabilidad.
En este caso, los siete integrantes del Secretariado han culpado a los “mandos medios que estaban en la zona”. El sargento Lasso les exigió la verdad “para sanar las heridas y liberar el corazón y transformar nuestra sociedad” con el fin de trabajar en el proceso de reconciliación y reparación.
Con la voz entrecortada, el sargento Lasso recordó los trece años que estuvo secuestrado. En su memoria todavía está presente el recuerdo cuando el jefe guerrillero, Víctor Julio Suárez Rojas, alias Mono Jojoy, en representación del Secretariado de las Farc les mostró a las cadenas: “De aquí en adelante estas serán sus compañeras”.
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El policía en retiro llevó a la diligencia las cadenas que tuvo en su cuello durante ocho años. “Nos causaron la mayor de esas humillaciones”, aseguró mientras alzaba los pesados elementos de metal y se los mostraba a los siete excomandantes de las Farc que se encontraban a muy pocos metros.
Durante su cautiverio el sargento nunca comprendió cuál era la lucha de la que hablaba la guerrilla. “Yo no entendía por qué si luchaban por el pueblo lo atacaban”, manifestó Lasso quien recuerda que la indiferencia de los colombianos los marcó muchísimo mientras se encontraban en la selva.
“Los jóvenes de hoy no pueden permanecer indiferentes ante los actos criminales que muchos de nuestros conciudadanos pueden cometer. Esa indiferencia nos dolió allá en la selva, donde el silencio era el común denominador. Solamente nuestros familiares y amigos caminaban incesantemente buscando nuestra libertad”, recordó el sargento Lasso quien recuperó su libertad el 12 de abril de 2002.
Durante su extensa intervención le preguntó a los excomandantes de la guerrilla de las Farc por el cabo Peña y otros policías y ciudadanos que murieron en cautiverio. Saber la verdad sobre su paradero y lo qué ocurrió debe ser la pieza angular del reconocimiento de la verdad en este proceso.
Lasso reconoció que el Acuerdo de Paz ha estado marcado por las injusticias, hecho por el cual ha promovido desde su interior la paz y la reconciliación para sus victimarios. “El perdón para mí me ha sanado el corazón, porque para poder ser feliz y disfrutar de esta vida que Dios me concede debo mostrar la alegría de la vida, aun con las adversidades que se nos presentan”.
“Espero de este escenario varias cosas, ambiciosas, verlos a ustedes en las cárceles sería una forma tal vez de justicia, pero cambiaría el escenario, ¿pero qué sanción uno puede esperar para que esto no se repita?”, expresó el sargento mientras cuestionaba la inoperancia de las autoridades judiciales en castigar a los responsables de estos actos de lesa humanidad.
El sargento Lasso recordó que durante trece años las Farc lo privaron de ver crecer a sus hijos y compartir con su esposa, reseñando que cuando fue secuestrado su mujer estaba esperando a su segunda hija.