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Ponencia positiva de la reforma tributaria, a un paso de ser aprobada en el Congreso

Para las diez de la mañana de este martes están citadas las plenarias de Senado y Cámara para continuar con la votación de los artículos de la llamada ley de crecimiento económico. También podría haber votación en bloque.

16 de diciembre de 2019
| Foto: Dinero

Tras más de cinco horas de discusión, fue aprobada una parte importante de la ponencia positiva de reforma tributaria en la plenaria de la Cámara de Representantes. El apoyo de Cambio Radical y el Partido de la U han sido fundamentales para el avance de la iniciativa del Gobierno de Iván Duque. Ahora la votación del articulado continuará este martes en las plenarias de Senado y Cámara, que fueron convocadas para las diez de la mañana.

Para que este proyecto se convierta en ley tiene que pasar el segundo debate en las plenarias de Senado y Cámara. Este se debe realizar en las sesiones extraordinarias convocadas por el presidente Duque a partir de este martes 17 y antes del 20 de diciembre.

Según fuentes consultadas por SEMANA, en la alta cámara la votación sería más cerrada, aunque, si no pasa nada extraordinario, también sería aprobada. Para que se convierta en ley, el proyecto necesita 55 votos y el Gobierno contaría con 61.

Si los dos textos aprobados en ambas cámaras son distintos, el proyecto pasaría a conciliación. Como hay poco tiempo, el Gobierno buscará en el Senado que no haya ninguna modificación.

Pocas leyes de las que se tenga noticia en el último tiempo han tenido que atravesar un viacrucis similar al que le tocó a la reforma tributaria. Al llegar al poder, el entonces recién posesionado presidente Iván Duque puso a consideración del parlamento lo que para ese momento llamó la ley de financiamiento.

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Por esos días, el ejecutivo contaba con el oxígeno tradicional con el que cuentan los gobiernos que recién empiezan su mandato. Así las cosas, Duque y su ministro de Hacienda pudieron hacer aprobar la ley sin mayores contratiempos. En ese entonces, en la Casa de Nariño bautizaron la iniciativa como ley de financiamiento con el argumento de que esta tendría por objeto principal la consecución de recursos para los programas y pretensiones presupuestales del Gobierno que estaban desfinanciados. Con tantos defensores como detractores, la ley de financiamiento entró en vigencia durante el primer año del actual gobierno y, entre sus resultados, se destaca el crecimiento económico del 3,3 por ciento que está bastante por encima del de los países de la región.

Sin embargo, no corrió mucho tiempo para que a la ley de financiamiento le cayeran encima un mar de demandas. Unas, por su fondo y su contenido, otras, por vicios de trámite. Estas últimas, terminaron imponiéndose y en un hecho sin precedentes, la Corte Constitucional tumbó la ley de financiamiento por no haber sido publicada en la gaceta del Congreso antes de su votación definitiva. Cuando al alto tribunal profirió la decisión, muchos hablaron de crisis económica, de desaceleración de la inversión e incluso se llegó a argumentar que las calificadoras de riesgo podrían bajar el grado de inversión del país por esa muestra de inestabilidad institucional. Sin embargo, ninguno de esos escenarios fatalistas se materializó.