NACIÓN

Alcalde de Medellín cree que 'Popeye' se volvió un problema para la ciudad

En las últimas horas se conoció un video en el que John Jairo Velásquez, exsicario de Pablo Escobar, dispara en las calles de Medellín. Federico Gutiérrez se refirió enérgicamente al tema.

13 de diciembre de 2016
| Foto: Pablo Monsalve

Desde cuando salió de la cárcel John Jairo Velásquez, alias Popeye, ha llamado la atención de los medios: ha pedido perdón a víctimas con la cara recia, como si estuviera comprando implementos de aseo en un supermercado. Ha vuelto a contar sus crímenes como si relatara historias de una ficción retorcida. Ha dicho que Gabriel García Márquez llevaba cartas que le escribía Pablo Escobar a Fidel Castro. Se volvió Youtuber y condenó el proceso de paz y al gobierno de Venezuela.

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Hace poco circuló un video en el que perseguía, celular en mano, a una mujer que lo increpó en la calle, la grabó, la amenazó. La indignación fue creciente en redes sociales. Lo último llegó esta semana: malencarado, diciendo que estaba en las calles de su amada Medellín, mostró una pistola Prieto Bereta y la disparó, lo que parece una burla a las autoridades o una muestra de que aún cree tener el poder para andar armado por Medellín. Semana.com habló con el alcalde de la capital paisa, Federico Gutiérrez, sobre Popeye y su creciente protagonismo.

Semana.com: Hace poco Popeye dijo que lo atracaron, ¿denunció el hecho?

Federico Gutiérrez: Hasta donde nosotros sabemos no hay denuncia. Yo lo que he dicho es que a cualquier ciudadano, a todo el mundo, hay que garantizarle la seguridad, aquí no se puede justificar el atraco de nadie, y cualquier ciudadano puede reclamar. Sin embargo, aclaro que estamos peleando contra la criminalidad que el mismo John Jairo Velásquez ayudó a construir, entonces que ahora no venga a posar de autoridad moral.

Semana.com: Ahora sacó un video disparando en plena calle…

F.G.: Está cometiendo un delito y debe responderle a la justicia, así de claro. No creo que tenga permiso de porte de armas, o sea que es ilegal. Portar armas en Medellín es ilegal. Lo que yo he pedido es intervención del gobierno nacional, de la Fiscalía y de la Policía. Él debe responder por esto. Así como también debe responder por andar en vía pública amenazando gente, como quedó registrado en un video cuando amenazó a una señora. Esto ahora es preocupante y delicado.

Semana.com: ¿La pistola es real?

F.G.: Parece que sí, pero la Policía tiene que definir eso. De ser real, tiene que responder. Hay que mirar bajo qué condiciones salió de prisión. No puede andar por la calle tomando fotos a placas y amenazando. A eso a cualquier ciudadano le da para una denuncia y una investigación.

Semana.com: En ese video en el que amenaza a dos mujeres, él dice que lo protegen, ¿quién está detrás de él en el mundo criminal?

F.G.: Eso les pregunto yo a las autoridades, ¿cómo así que lo cuidan? ¿quiénes lo están cuidando? Porque la Policía no es. ¿Qué significa que lo cuiden? Todos los ciudadanos tienen que responder, necesitamos que esas investigaciones avancen. Es muy complejo lo que sucede. Necesitamos que esto se solucione.

Semana.com: ¿Cree que hay mucha atención sobre él?

F.G.: El país debería hacer un pacto para no ensalzar más y no poner de referente a estas personas que tanto daño nos ha hecho, no más apología al delito. Estamos luchando contra una criminalidad que ellos mismos ayudaron a construir y nos cuesta, y ahí se ve todos los días las consecuencias de lo que generaron y el dolor para las víctimas y de tantas personas, y ahora parece que para ellos esto es un juego. Aparece en redes sociales, posa como autoridad moral. Estas personas deben tener una sanción moral por parte de la sociedad.

Semana.com: ¿Hay que olvidar esa época?

F.G.: Tenemos que rechazar cualquier apología al delito y, sobre todo, cuando ofende a las víctimas. Nos quejamos porque en otros países nos ven como narcos, pero eso lo estamos exportando con series de televisión, con cosas que publican los medios. Un acto como el de hace unos días, cuando ocurrió el accidente del avión en el que viajaba el equipo Chapecoense, esa es la verdadera película de lo que somos. Eso le dio la vuelta al mundo. Nosotros sí hemos sufrido la violencia y tenemos problemas que estamos sufriendo, pero la ciudad de hoy es muy diferente a la de los años 1990.