Nación

Los pasos que le siguieron a Popeye para relacionarlo con oficinas de cobro extorsivas

A John Jairo Velásquez, alias Popeye, quien fuera lugarteniente de Pablo Escobar, se le imputaron cargos en la noche de este miércoles, sin embargo no los aceptó. Se le acusa de presionar a una familia por el pago de más de 50.000 dólares.

26 de mayo de 2018
| Foto: David Estrada Larrañeta

El grueso del crimen que se le imputó a John Jairo Velásquez, alias Popeye, en la noche del viernes, es el cobro de una extorsión de 55.000 dólares a una familia de Medellín. Según la Fiscalía, la captura de Popeye se da después de una investigación policial que incluye reconocimientos fotográficos y señalamientos de testigos, además de su supuesta alianza con la Oficina de Envigado.

Después de que el juez aceptara la legalidad de la captura y de varios consejos entre el acusado y su abogado, Popeye no aceptó los cargos que se le imputaban, lo que ahora desprenderá todo un proceso en el que la Fiscalía, que pidió medida intramural preventiva, demostrará que sus señalamientos son ciertos.

Fotos: David Estrada Larrañeta

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Las autoridades empezaron una seria investigación en contra del ex lugarteniente de Pablo Escobar, después de la captura de Juan Carlos Mesa Vallejo, alias Tom, así lo dijo el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez Heredia: “Desde el mes de diciembre, después de la captura de alias Tom, se tomó la firme decisión de investigar los nexos que tenía alias Popeye con la estructura criminal de la que era cabecilla ‘Tom’. En esta investigación faltan otras personas por capturar. Teníamos varias víctimas que denunciaron los hechos por los que venían siendo afectados por este delincuente alias Popeye por extorsión en los que obligaba a ciertas personas a retornar ciertos bienes, entre ellos, inmuebles, vehículos y esto está soportado en la investigación”.

Popeye, de 56 años de edad y quien después de pagar condena se ha convertido en polémico youtuber y agresivo militante político de la derecha, siempre ha tenido sobre sí un manto de duda que empezó a ser disipado este viernes cuando se presentó en el Palacio de Justicia, José Félix de Restrepo, a solicitar información sobre algunos requerimientos que tenía el despacho en su contra. La orden de captura fue emitida por el Juzgado Penal Municipal de Medellín, con control de garantías, por solicitud de un Fiscal especializado de la Dirección Nacional contra el Crimen Organizado, DECOC.

Fotos: David Estrada Larrañeta

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Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, quien desde hace varios meses conocía de las denuncias que pesaban sobre Popeye y de la incomodidad que generaba en muchos ciudadanos, dijo sobre este proceso: “No son leyendas quienes infunden miedo ni quienes se saltan la ley. Las verdaderas leyendas son quienes luchan con convicción y principios por construir una sociedad mejor que se sienta orgullosa de sus valores colectivos. Las leyendas en nuestro caso son justamente los que luchan en contra de la mafia, las leyendas tienen que ser los que en los peores momentos de nuestro país y nuestra ciudad fueron los que entregaron la vida por nosotros”.

Según Claudia Carrasquilla, directora nacional con el Crimen Organizado, aseguró que en el concurso de esas conductas punibles, el exsicario “podría tener una pena entre 18 y 20 años de prisión porque son delitos que han tenido unos aumentos por la Ley 1121, que no permiten ni siquiera preacordar, por ellos la pena quedaría bastante alta y teniendo en cuenta el otro concurso por las otras conductas delictivas que posiblemente se le va a imputar”.

Las personas que denunciaron los delitos exigieron a las autoridades colombianas la ayuda del gobierno de Estados Unidos para garantizar su seguridad. Tras la gestión ante la Embajada del país norteamericano, previa aprobación de la Fiscalía, se logró un contacto en el que el gobierno estadounidense permitió garantizar los derechos de los denunciantes.

Se trata de dos familias que a comienzos de este año denunciaron a Popeye por intimidaciones para que pagaran una deuda de miles de millones. Los denunciantes, hoy testigos, le contaron a la Fiscalía que Velásquez Vásquez trabajaba en asocio con otras personas para cobrar dichas deudas. A Popeye le pagaban un porcentaje del dinero que consiguiera cobrar, las personas quedaban llenas de pánico cuando Popeye personalmente o por vía telefónica los contactaba para que se pusieran al día.

Lo que dicen altas fuentes de la Fiscalía es que estas deudas eran al parecer legales, sin embargo, no usaron mecanismos como iniciar un cobro jurídico o poner el caso en manos de abogados. Lo que hicieron fue llamar a Popeye, quien por su sola presencia y pasado generaba terror. Usando técnicas de la mafia organizada, cuyos grandes capos contratan mano armada para el cobro de deudas por narcotráfico.