NACIÓN
Por crimen de ambientalista Juana Perea, Fiscalía anuncia nueva captura
Según las autoridades el detenido trasladó a los hombres que sacaron en contra de su voluntad a la ambientalista de su residencia.
La Fiscalía General de la Nación anunció la captura de alias Mulo por su presunta participación en el crimen de la ambientalista Juana Perea. De acuerdo con el ente acusador, el procesado Aristides Pacheco Benítez, conocido como alias Mulo, fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario, dentro de la investigación que se adelanta en su contra por el asesinato de la líder ambiental en el municipio de Nuquí (Chocó), Juana María Perea Plata, ocurrido el 29 de octubre de 2020.
Aunque Pacheco Benítez fue capturado el pasado mes de octubre por otro hecho delictivo y quedó privado de la libertad con medida de aseguramiento, el juez avaló la petición del ente acusador en esta ocasión e impuso la nueva medida carcelaria, por el delito de feminicidio agravado. Los elementos probatorios recopilados establecieron la presunta participación de alias Mulo en el crimen, como posible integrante de organización criminal del Clan del Golfo, en la que al parecer servía de transportador o motorista de lancha.
Por ello se presume, de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, que sería quien trasladó a los hombres que sacaron en contra de su voluntad a la ambientalista de su residencia en el corregimiento Termales (Nuquí – Chocó) y los llevó por el río Nuquí hasta un sector conocido como Coquí, donde fue ultimada con arma de fuego y su cuerpo lanzado al río. El cadáver fue rescatado por pescadores de la zona.
Un equipo interinstitucional encabezado por un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, el CTI y la Sijín de Chocó, con apoyo del Grupo Interno de Trabajo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas (Grube) de la Dirección de Justicia Transicional, y una comisión de Medicina Legal, logró en menos de una semana poner al descubierto a los determinadores y a las personas que torturaron y le quitaron la vida a la ambientalista colombo española.
Según la Fiscalía General de la Nación, se evidenció que se trataría de cabecillas del Clan del Golfo quienes ordenaron el asesinato de la líder Perea, por las denuncias que ella realizó sobre las actividades ilícitas de la organización criminal y el perjuicio que generaban para el ecoturismo. Es de recalcar que contra Pacheco Benítez existen varios procesos penales que incluyen una condena por porte ilegal de armas, una investigación por homicidio y cuatro más, por concierto para delinquir. Por el homicidio de la ambientalista ya fue judicializado y privado de la libertad en centro carcelario Néstor Leonel Lozano Muriel, alias Tigre, quien sería el autor material del crimen. Fue imputado por los delitos de feminicidio agravado y concierto para delinquir.
Juana Perea Plata, ciudadana colomboespañola, vivía hacía varios años en Nuquí, donde organizó a las mujeres y se opuso al puerto de Tribugá. La asesinaron con un tiro en la frente. Era una activista como pocas en esas tierras donde la ciudadanía organizada no existe, pues los pobladores viven bajo el miedo de las amenazas. Además, los hombres suelen soñar con la pesca blanca. Esta práctica poco conocida en el interior consiste en rescatar panelas de cocaína que los traficantes arrojan al océano Pacífico cuando las lanchas rápidas de la Armada Nacional los persiguen a toda velocidad.Así, Perea Plata creó el Costurero Golfo de Tribugá, un proyecto comunitario que alcanzó el apoyo de la empresa privada, y reunió a más de 100 mujeres que se capacitan en usar máquinas domésticas e industriales para impulsar una nueva economía basada en la confección. Justo en los últimos meses fabricaron tapabocas reutilizables para no contaminar las playas.
Además, denunciaba constantemente el abandono de las zonas rurales y el poder que allí ostentan los armados: “Bacrim más narcos, más absoluto abandono y desidia del estado, igual a condiciones de mierda para los que votaron que Sí al fin de la violencia. Maldita sea la injusticia social de este país, maldita sea la arrogancia de los citadinos que desconocen las realidades de una gran parte de este país...”.