NACIÓN
¿Por índices de inseguridad? Se acerca relevo en la Policía de Bogotá
El actual comandante, el general Óscar Gómez, será reemplazado, según fuentes internas.
Una movida interna se haría en la Policía, exactamente en uno de los comandos más difíciles que hay: la Policía Metropolitana de Bogotá, que actualmente está a cargo del general Óscar Gómez. Fuentes internas de la Policía confirmaron que dentro de poco se dará un relevo en este comando, que ha tenido afrontar recientemente violentos hechos de inseguridad.
El general Gómez, de acuerdo con la información entregada de manera extraoficial, sería reemplazado por el genera Eliecer Camacho, quien es actualmente el comandante de la región 6 que tiene jurisdicción en el Valle de Aburra, Antioquia, Chocó y Córdoba.
Por su parte, el general Gómez, tras su experiencia en la Metropolitana de Bogotá, sería enviado a lo que se conoce como región 1, que comprende Cundinamarca, Boyacá, Tunja, Amazonas y San Andrés. Sin embargo, dicho cargo está a la espera de confirmación.
Una de la investigación que dejó andando el general Gómez fue la identificación de más de 190 bandas de crimen urbano en la capital del país, información que sería de importancia para el nuevo comandante de la Metropolitana de Bogotá.
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Mapa criminal
Es de recordar que SEMANA tuvo acceso al mapa criminal de la capital del país, en el que queda en evidencia el modo de actuar de los delincuentes. De acuerdo con los documentos que conoció SEMANA, las localidades de Usaquén, Bosa, Suba, Engativá, Rafael Uribe, Los Mártires y Kennedy son las que concentran el mayor número de organizaciones dedicadas al crimen organizado en la ciudad. Estas bandas se dedican al sicariato, hurto, tráfico de estupefacientes, extorsiones e instrumentalización de menores de edad, entre otros.
Los recientes crímenes por encargo que ocurrieron en Bogotá prendieron las alarmas de ciudadanos y autoridades sobre qué era lo que estaba sucediendo. Mientras preocupa la sensación de inseguridad, los hechos de sicariato rememoran la historia de los años ochenta y noventa, cuando la guerra entre criminales hizo famosas las oficinas de cobro en ciudades como Cali y Medellín.
LAS ALARMAS
El caso de Jorge Enrique Gómez, el esmeraldero asesinado a bala en el centro de Bogotá hace varias semanas, llamó la atención de las autoridades. Gómez contaba con camioneta blindada y escolta, vivía en Fusagasugá, donde al parecer se estaba escondiendo de sus enemigos, quienes le siguieron la pista hasta la capital de la república, a donde había llegado a realizar un negocio. En medio de la diligencia fue asesinado.
La conmoción se dio cuando se conoció el video de cámaras de seguridad en el que se observa la frialdad con la que se cometió el delito. Sin duda se trataba de un caso de sicariato. Inteligencia de la Policía determinó que no es un caso de inseguridad, sino una vendetta entre integrantes de un mismo gremio. En la actualidad se avanza con las pesquisas para dar con el paradero de los autores materiales e intelectuales del crimen. Al parecer, fue ordenado por un sujeto cercano, con el que había tenido rencillas.
A pocos días de este homicidio, se presentó otro en San Andresito de San José. En las cámaras de seguridad quedó registrado cuando el sicario analiza la escena y, en el instante que consideró oportuno, atacó a tiros a dos personas que estaban detrás de una vitrina.
El resultado: un muerto y un herido. SEMANA conoció que, en este caso, el sicario asesinó a la persona equivocada; por eso disparó contra el acompañante que estaba dentro del local.
Las investigaciones avanzan y las autoridades consideran que pronto estos dos homicidios serán esclarecidos. Pero la preocupación de fondo es el fenómeno de sicariato, que tienen un problema adicional, algunos de estos asesinos a sueldo son contratados en otras ciudades y realizan sus crímenes en Bogotá. Por otro lado, está la inseguridad causada por las mismas bandas.