NACIÓN
Tras muerte de Ana María Castro Romero, esto se sabe de Mateo Reyes y Paula Ramírez
El abogado Abelardo de la Espriella y Nidia Romero, madre de la joven fallecida, dieron cuenta en SEMANA de los detalles que se pueden contar del proceso.
El caso de la joven fallecida Ana María Castro Romero deja muchas preguntas sin resolver. Hay una persona capturada, otra buscada por la justicia y dos que salen mencionadas en el caso, pero no tienen abierto ningún proceso judicial. Tras los últimos videos dados a conocer por el programa Séptimo Día, en que se muestra que Ana María se subió a la camioneta junto a una persona identificada como Mateo Reyes, la pregunta de muchas personas ha sido por qué él no tiene ningún requerimiento judicial.
Tampoco está claro por qué Mateo Reyes no tiene ningún requerimiento de la justicia si, aparte de ir en la camioneta al lado de Ana María Castro, de acuerdo con las imágenes reveladas, él primero dijo una versión y luego otra. Nidia Romero, madre de la joven fallecida, aseguró que Mateo Reyes primero dijo que iba en un taxi y vio cómo lanzaron a Ana por la camioneta, pero luego se retractó y señaló que él iba dentro de la misma.
Aparte de ello, las imágenes reveladas por el citado programa dan cuenta de que él quedó junto a Ana María Castro, en circunstancias objeto de investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, una vez la camioneta donde se movilizaba siguió su curso y cuando la joven ya estaba en grave condición de salud, en la calle 80 con carrera 69.
Aún no se sabe a ciencia cierta cómo fue que tanto Mateo Reyes como Ana María Castro Romero fueron despachados de ese vehículo y si se trató de un feminicidio. En diálogo con SEMANA, Nidia Romero, madre de la joven fallecida, aseguró que las indicaciones recibidas es que guarde prudencia hasta tanto no sea capturado o se presente ante las autoridades Paul Naranjo, la persona que iba manejando la camioneta y que luego de la detención de su amigo, Julián Valente Ortegón Mosquera, se dio a la fuga.
Lo más leído
Nidia Romero instó a hablar con la firma de abogados que tiene su caso, De la Espriella Lawyers Enterprise, la firma de abogados de Abelardo de la Espriella. Este último, en diálogo con Vicky en SEMANA, aseguró que el caso lo asumió desde marzo de 2020, cuando se registraron los hechos, tan solo que ahora –explicó– el caso ha adquirido más notoriedad mediática por cuenta de los avances de la investigación de la Fiscalía General de la Nación.
Al consultarle por qué no se hace énfasis en las pesquisas a Mateo Reyes, teniendo en cuenta que, al parecer, es una de las personas que tiene conocimiento de lo que ocurrió con Ana María Castro Romero, el abogado señaló que las pesquisas avanzan y el ente acusador no se mueve en función de la presión mediática. Hace su trabajo y, agregó, sabe que la persona detenida (Julián Valente Ortegón Mosquera) y la persona prófuga (Paul Naranjo) “están implicados seriamente en el asunto”. Sobre Mateo Reyes, su firma a cargo del caso se refirió: “Está perfectamente documentando y establecido que el señor Mateo Reyes conocía a Ana María. A pesar de ello, él le mintió a la patrullera de la Policía Nacional que acudió a la 1:41 de la madrugada al lugar en el que la víctima fue encontrada (calle 80 con carrera 69K, en Bogotá). Según la declaración de la suboficial de la Policía, que para todos los efectos es la primera respondiente en este caso, tan pronto se hizo presente en el lugar de los hechos, el señor Mateo Reyes le aseguró no conocer a la joven brutalmente agredida. Se limitó a declarar que él se desplazaba en un vehículo cuando observó que una persona había sido arrojada desde una camioneta en movimiento y que se detuvo con el propósito de atenderla”.
De acuerdo con el abogado Abelardo de la Espriella, este caso sigue abierto y en algún momento presentarán las pruebas documentales y testimoniales que ha ido recopilando su firma a través de estos meses –ya casi un año–, ya que este caso, apuntó, se trató de un asesinato y “no puede pasar desapercibido”.
En cuanto a Paula Ramírez, la joven que en el video referido parece discutir con Ana María Castro, la misma persona que le avisó a Nidia Romero que su hija estaba en un Hospital de Engativá, la firma del abogado Abelardo de la Espriella señaló: “Paula Ramírez, amiga de Ana María, ha declarado ante los medios de comunicación que en la madrugada del 5 de marzo vio a su amiga salir de un local y abordar una camioneta en compañía de los señores Mateo Reyes y Julián Ortegón”. Respecto a si ha acudido al ente acusador, el abogado no dio mayores detalles e insistió en que las investigaciones continúan hasta esclarecer cómo murió la joven Ana María Castro.
En su momento, Nidia Romero afirmó en SEMANA que, aunque sabe que será la Fiscalía la que determine quién o quiénes son los responsables de la muerte de su hija, su corazón de madre le dice que “los tres (Paul, Mateo y Julián) son culpables hasta que demuestren lo contrario”. Y agregó: “Hay una cosa bien relevante acá y es que Mateo culpa a Paul, y Paul culpa a Mateo. Pero yo sí siento que a mí hija me la mataron. Hay muchas cosas que ustedes no se imaginan lo que pasa por mi cabeza cada día, todo el día”.
Según dijo, Mateo Reyes le dijo lo siguiente: “Entonces nos bajan de la camioneta, cruzan palabras. Ellos se escuchan como discutiendo, y él (Paul) arranca muy violentamente, y se la lleva (a Ana María). Ella da unos giros y se cae”. De acuerdo con Nidia Romero, Mateo Reyes le dijo que Paul y su hija discutían por asuntos de celos.
En esa entrevista con SEMANA, Nidia Romero manifestó que, aunque no sabe con certeza qué relación tenía Paul con su hija, sabe que entre ellos dos había más que una relación de amistad. “Ella ya me había hablado de Paul. En varias ocasiones me había dicho, ‘mami voy a salir, me voy a encontrar con Paul’. Ella me había contado que era un fotógrafo, pero ella también era un poquito reservada con su vida”.
De hecho, el último día que salió con vida de su vivienda, Ana María le dijo que se iba a encontrar con Paul, pero que no se demoraría mucho, porque al día siguiente debía ir a estudiar. Al ser consultada sobre Mateo, Nidia Romero tan solo se remitió a decir: “La verdad que el nombre Mateo no me suena mucho”. De hecho, afirma que Ana María a quien más nombraba era a Paul.
Cómo murió según Fiscalía
Luego de que la Fiscalía imputó cargos por feminicidio agravado en calidad de coautor en contra de Julián Valente Ortegón Mosquera, como uno de los presuntos coautores del feminicidio de Ana María Castro Romero, el juez 33 penal municipal, con función de control de garantías de Bogotá, le impuso medida de aseguramiento en centro de reclusión.
La Dirección Seccional de Bogotá, con apoyo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), recopiló elementos materiales de prueba dentro del proceso por los hechos ocurridos el 5 de marzo de 2020, que permitieron materializar la captura de Ortegón Mosquera este 22 de enero en la capital del país. El ente acusador presentó a Ortegón ante un juez de control de garantías para imputar el delito de feminicidio agravado en una diligencia que además sirvió para exponer el material probatorio en su contra y algunos antecedentes que lo dejaron como un reincidente en delitos relacionados con violencia contra las mujeres.
¿Qué sucedió? Según lo establecido, la noche del 4 de marzo de 2020, la víctima se encontraba departiendo en un establecimiento comercial, ubicado en la zona de los bares de la calle 116 con Avenida 19. Sobre las diez de la noche, un amigo de la joven llegó al lugar y vio que ella estaba con otro hombre; el primero se molestó y esperó a que su amigo Julián Ortegón saliera de trabajar.
A las once de la noche, los dos últimos entraron al bar donde se encontraba Ana María Castro en estado de alicoramiento. Posteriormente, en la madrugada del 5 de marzo, los dos hombres salieron del lugar, junto con Ana María y el acompañante. Todos decidieron ir a continuar tomando en un apartamento en el barrio Pontevedra.
En el vehículo de uno de los amigos de Ana María Castro, informó el ente acusador, iban por la calle 80, alrededor de la 1 y 30 de la mañana, cuando el conductor notó por el espejo retrovisor que la joven y su acompañante inicial se estaban besando. Este al parecer se disgustó y detuvo el vehículo para que se bajaran. Sin embargo, se conoció que el amigo de la mujer habría sido sacado del carro, mientras que a Castro se presume que la arrojaron del mismo en la calle 80 con 69P. En la caída recibió golpes traumáticos que ocasionaron su deceso en un centro médico.
De acuerdo con testigos de los hechos, se vio cómo la joven se salía del carro y caía al suelo, como si fuera “un muñeco de trapo”. La mujer fue trasladada al Hospital de Engativá y, posteriormente, al Hospital Simón Bolívar, donde falleció por el politraumatismo contundente que había tenido. La joven entró a las instituciones médicas sin documentos, ya que estos se habían quedado, al parecer, en el vehículo en que se transportó.
El abogado de Ortegón aseguró que no es cierto que su cliente represente un peligro para la sociedad, incluso dijo que los elementos de prueba de la Fiscalía sobre denuncias posteriores de violencia contra la mujer, fueron eventos aislados o propios de “peleas” de pareja por situaciones de celos.
“Labores de policía judicial demuestran que Ana María habría sido golpeada en el rostro y lanzada fuera del automóvil en la calle 80 con 69P. La joven fue trasladada al Hospital de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, y luego al Hospital Simón Bolívar, donde murió a raíz de un trauma craneoencefálico producto de los golpes recibidos al caer, según el dictamen médico legal”, reveló el fiscal del caso en las audiencias de imputación contra el primer capturado en este caso.
El ente acusador cuenta con el testimonio de Daniel Vega, la persona que hizo énfasis en que a Ana María Castro la arrojaron como “un muñeco de trapo” e investiga a Paul Naranjo, la persona que iba manejando la camioneta y que luego de la detención de su amigo se dio a la fuga. Naranjo, que concedió varias entrevistas a medios de comunicación dando cuenta de que sí bajaron a Ana María Castro y a su acompañante por supuestos actos obscenos dentro del vehículo, podría entregarse. De acuerdo con su relato, él sí bajó a la joven y a su presunta pareja por los hechos mencionados, pero los dejó sanos y salvos y no comprende cómo apareció golpeada y muerta. Además, dijo en su momento, Julián Ortegón le ayudó a bajarlos, pero no empujándolos ni arrojándolos, como señalan los testigos.