¿Por qué aumenta el salario de los congresistas? Crece la polémica

2020 ha sido un año difícil para millones de colombianos. A la compleja situación de salud que implica la pandemia, se suman los estragos que ha tenido el confinamiento en la economía. En la última medición, la cifra de desempleo estaba en el 14,7 %, con casi cuatro millones de personas en esa situación. Las empresas y los negocios también atraviesan tiempos oscuros. Por eso, causó indignación en muchos sectores la noticia de que aún en estas circunstancias, el salario de los congresistas sigue subiendo.

Los parlamentarios colombianos pasarán de ganar 32,7 millones de pesos al mes a 34,4 millones, para lo que sería un aumento en promedio de 1.700.000 pesos, un 5,12 %. Mientras tanto, en las propuestas del salario mínimo se habla de un incremento que ronda entre el 1 y 3 %.

En medio de la ola de críticas, el consejero presidencial económico, Víctor Muñoz, explicó las razones de ese incremento. Aclaró, en primer lugar, que no se trata de una decisión del Gobierno, sino del cumplimiento de una ley que viene de tiempo atrás, la 644 del año 2001. Esta norma rige los aumentos salariales de todo el sector público, muchos de los cuales toman como base el salario de los congresistas.

Según la ley, le corresponde al contralor certificar “dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la expedición de los decretos sobre incremento salarial para los empleados de la administración central, el porcentaje promedio ponderado de los cambios ocurridos para ese mismo año en la remuneración de los servidores de ese nivel, el cual será remitido al Gobierno nacional para que este determine el reajuste en la asignación de los miembros del Congreso de la República”.

Muñoz agregó que en ese sentido “el incremento del salario de los congresistas mediante Decreto 1779 del 5,12 % corresponde al año 2020 y se realiza acorde al artículo 187 de la Constitución y el artículo 10 de la Ley 644 de 2001. Para el 2020 el incremento del SMMLV fue del 6 % y para servidores públicos del 5,12 %”.

A la explicación se sumó el jefe de Comunicaciones del presidente, Hassan Nassar. “Hay que leer el decreto antes de comentarlo. El incremento es del año 2020 y es del 5,12 %. Para este mismo año 2020 el incremento fue del 6 % para el salario mínimo. Felices pascuas”, le respondió al exsuperintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, quien cuestionó al Gobierno al considerar que da un mensaje equivocado al incrementar el salario de los congresistas.

El aumento del salario de los congresistas siempre ha sido un tema polémico, pues año tras año los parlamentarios reciben un aumento muy sustancial frente a lo que se ganan la mayoría de los colombianos. Cabe recordar que el incremento del 6 % salario mínimo para este año fue equivalente a 49.687 pesos, mientras que el incremento de los congresistas con el 5,12 % equivale a 1,7 millones.

Un aumento muy polémico

Parlamentarios de todos los sectores han criticado que esta regla se mantenga en las actuales circunstancias que vive el país. Por ejemplo, el senador Gustavo Bolívar propuso recientemente que los congresistas ganen por sesión, pues no considera justo que les sigan pagando la mensualidad completa si se tiene en cuenta que hay un receso legislativo hasta marzo, es decir, que habrá tres meses de un trabajo más pausado. Sin embargo, estas reformas chocan con una realidad política y es que quienes podrían cambiar esa ley son los mismos congresistas. A su vez, por ley, el aumento salarial de muchos otros funcionarios del Estado está ligado al de los mismos parlamentarios.

El senador Iván Cepeda, por su parte, aseguró que se trata de un acto “inmoral” y espera que prospere la acción de tutela preparada por el comité que formó parte de la consulta anticorrupción “y que se haga realidad el primer mandato de esa consulta que implica una rebaja salarial a los congresistas”. Asimismo, el senador del Polo Democrático dijo que seguirá promoviendo proyectos de ley para lograr que los salarios de los parlamentarios “estén acordes no solo a la situación actual del país, sino también a unos estándares mínimos de justicia y equidad social”. Gustavo Petro aprovechó para comparar el incremento del salario de los senadores y representantes con el de los trabajadores que se ganan un salario mínimo, asegurando que el porcentaje debería ser por lo menos igual al de los congresistas.

Angélica Lozano, senadora del partido Alianza Verde, agregó que la fórmula con la que se aumenta el salario de los congresistas, de los secretarios y administrativos del Parlamento, “es injusta y desproporcionada”. Lozano considera que hay una brecha enorme con los colombianos que este año han perdido su empleo y se han quebrado.

A propósito, el exsenador Álvaro Uribe, líder natural del Centro Democrático, aprovechó para recordar la iniciativa de hacer un referendo que incluye múltiples causas, entre las que está la reducción del salario de los congresistas.

Mientras tanto, la senadora de ese partido, Paola Holguín, se refirió al intento por congelar el salario de los congresistas: “No lo hemos logrado. Insistimos en necesidad de austeridad, hoy más que nunca”. Asimismo, el representante del partido de Gobierno, Gabriel Vallejo, publicó un trino argumentando que reducir el Congreso, idea promovida por el Centro Democrático, es necesario. “Ojalá esa misma indignación que estamos sintiendo frente al aumento salarial de los congresistas, nos sirviera para: reducir el tamaño del Congreso, unificar Cortes, eliminar contralorías territoriales, liquidar entidades inoficiosas”.

El representante Gabriel Santos, también del Centro Democrático, dijo que no hay un motivo para aumentar el salario de los altos funcionarios del Estado. “El país en medio de la peor crisis económica y le aumentan el salario a quienes tienen asegurados altos ingresos”, anotó.

Para el exministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, se trata de “un mal error y un mal ejemplo” hacer un aumento semejante por encima de la inflación. En la misma línea, Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, aseguró que este aumento no corresponde con la realidad de los colombianos en medio de la pandemia.